domingo, 21 de octubre de 2007

El portal de Belén

Tantos sueños y ansias plasmados en un solo ser deberían ser motivo únicamente de alegría, pero existen situaciones que estropean la espera y se ensañan con despertar lo peor de la naturaleza humana. Madres solas, familias maltratadas, desolación y angustia, son algunos de los fantasmas que el Portal de Belén busca quebrantar. Tras dieciséis años de acción y reacción, decenas de personas dedicadas a la ayuda reconocen una luz entre tanta penumbra.

“El Portal de Belén es una asociación civil sin fines de lucro que el primero de septiembre cumplió 16 años, y las personas que lo crearon están comprometidas desde hace tiempo con la defensa y promoción de la vida”. Así definió Magdalena García –colaboradora activa del proyecto- al hogar cordobés que lucha contra el aborto desde hace casi dos décadas.


El Portal hospeda a mujeres en situación de riesgo por un tiempo que –formalmente- no supera los seis meses, aunque en los hechos hay madres que viven allí por años; lo fundamental en este proceso de contención es la reinserción social de la madre, evitando el asistencialismo y procurando una dignificación de la persona. Es por esto que brindan no sólo un hogar, alimentación, vestimenta y contención psicológica, sino que se encargan de la educación de los niños, la recomposición familiar, y la promoción laboral.

Si bien mucha gente se pregunta si se trata de una asociación religiosa, la realidad es que no lo es: “el presidente es católico, pero la vicepresidente es evangélica; y más allá de la motivación interna que cada uno tenga, el objetivo común de todos los que trabajan en el Portal es la defensa y promoción de la vida”, afirmó la entrevistada.

Los objetivos del portal son claramente dos: promover la defensa de la vida de los niños por nacer, con el respaldo moral de las personas que están en permanente apoyo social; y preservar el vínculo biológico de las madres con sus hijos. Y esto último es lo que diferencia a ésta de otras instituciones que cuidan de menores en riesgo.

Hay cuarenta menores y 18 madres distribuidos en cinco casas, y cada hogar cuenta con un encargado general que advierte las problemáticas y trata de buscar ayuda profesional si es necesario. Sin embargo, la asistencia de este tipo no es dada por expertos que se identifican con el hogar, para asegurar la continuidad de esta ayuda más allá de la estadía en el hogar. Es por eso que el Portal trabaja en red con Maternidad, el Hospital de Niños, colegios, y otros hogares e institutos, para encontrar una verdadera salida para los casos más complejos.

Altruismo desde abajo

Las personas que crearon el Portal de Belén trabajan desde hace años en villas miserias asistiendo a la mujer embarazada, ya sea en contención psicológica o desde las mismas cooperativas de los barrios más humildes, de una forma poco organizada pero con una motivación muy fuerte: la defensa de la vida.


Como avance en el compromiso asumido, quisieron dar una respuesta más concreta a la sociedad sin quedarse en el esquema teórico de “estar en contra del aborto”. Y así crearon de forma progresiva hogares -que actualmente suman cinco.

Al principio los hogares eran sólo para mujeres embarazadas, a las que se daba contención psicológica, afectiva, y económica, para evitar los abortos. Y, como la situación económica y social desbordó todo esquema previsto, el Portal comenzó a asistir a mujeres no embarazadas pero que vivían en la calle o solas con sus hijos. Entonces dejó de ser una institución para la mujer embarazada, para ampliar su radio de acción a la mujer en situación de conflicto. Situaciones de violencia familiar, de violación, de ejercicio de la prostitución, de drogadicción, carencias de hogar y familia, son algunas de las calamidades por las que se lucha en los Hogares de Belén.

El valor de la responsabilidad


Algo muy interesante en la propuesta del Portal de Belén es la idea de ayudar a las madres a superarse y dignificarse como tales. Así, crearon micro-emprendimientos con el único objetivo de enaltecer el valor del trabajo, el esfuerzo propio, la labor en equipo, y generar un oficio en las madres para que cuando salgan del Portal tengan una fuente laboral. Y el valor del trabajo no es algo menor en mujeres que llegan al Portal huyendo; que viven en contextos de conflicto permanente y son víctimas de violencia, sometimiento, abuso, y descalificación continua; para encontrar en los hogares tranquilidad, armonía, y seguridad.

De eso no se habla


La sexualidad es un tema conexo a esta lucha por la vida, ya que normalmente se responde con educación sexual como una forma de prevenir. Pero ¿Qué tipo de educación es la necesaria para acabar con este problema? ¿A qué se llama educación sexual? “Si se trata de repartir preservativos y fármacos, yo te digo que no funciona”, aseveró Magdalena. “Nos pasa mucho la reincidencia de mamás que a cuatro años de haberse ido del Portal tienen el doble de hijos; y puntualmente les preguntamos por qué no se cuidan, no sólo por el embarazo sino por las enfermedades. Y si hay algo que me ha llamado la atención es que tienen un sentido totalmente paradójico de las cosas”, concluyó.


Es que la propuesta única del Estado es una educación sexual basada en la repartición de preservativos y fármacos, lo que quizá sólo disocia la sexualidad; por esto es necesaria una educación más profunda, que apele a la formación de valores, de la dignidad, la responsabilidad, y la autoestima. Así como lo define la colaboradora del Portal, aunque el Estado reparta preservativos y pastillas en dispensarios, universidades y escuelas, no son usados y es allí donde se torna indiscutible la necesidad determinar un esquema de proyectos y valores.

¿Cómo colaborar con el Portal?
Entrá a
www.elportaldebelen.ec o llamá al 4974817. Tu ayuda les ayuda

Por Emiliana Felizzia

Biocombustibles

Que el petróleo escasea no es novedad. Y que las guerras desatadas para obtenerlo están fracasando, tampoco. Ante tal perspectiva -estremecedora para el febril consumismo, ya que el petróleo es su condición de posibilidad- el mundo debate si los biocombustibles son la fuente de energía más conveniente para reemplazar el “oro negro”.

Los biocombustibles -es decir, combustible de origen biológico- son la alternativa energética impulsada con mayor fuerza por el presidente norteamericano George Bush, ya que, además de reemplazar al petróleo, producirían una energía limpia (no contaminante) y renovable. Los más usados son el bioetanol, que se obtiene a partir de maíz, sorgo, caña de azúcar o remolacha; y el biodiésel, que se fabrica a partir de aceites vegetales, como raps, canola, soja o jatrofa.

La generación de este tipo de combustibles -para lo cual en Argentina ya se dispone de una ley, promulgada en febrero por el presidente Néstor Kirchner- implicaría, según indica diario Clarín, una mejora en la rentabilidad, y un claro fortalecimiento patrimonial, ya que gracias a estos, la pampa húmeda valdría el doble que hace tres años.

En este sentido, Roberto Rodríguez, ex ministro de Agricultura y Abastecimiento de Brasil, relató en una entrevista realizada por el emisora Cadena 3, que esto presenta para los países tropicales una oportunidad de cambiar la civilización, ya que serán estos, por tener tierras disponibles, agua, y sol, quienes se tornarán “los surtidores del mundo”.

Sin embargo, para el sociólogo argentino Atilio Borón, convertir los alimentos en combustibles es un acto “monstruoso”, ya que significa “dar una nueva vuelta de tuerca a la alienación propia de la economía capitalista, que primero convirtió a los alimentos en mercancías y ahora los reconvierte en combustible”, según argumenta en diario Página 12. De esta manera, explica Borón, se viola la naturaleza misma de un bien y se lo convierte en uno de naturaleza totalmente distinta, acentuándose el proceso de extrañamiento del hombre con el entorno natural que hizo posible la aparición de su especie.

El pensador, profesor de la UBA y graduado en Harvard, avizora un mundo en el que “se provocaría, en aras del derroche inducido por las grandes transnacionales que lucran con ello, la lenta y silenciosa eutanasia de los pobres”, ya que la viabilidad de los biocombustibles implica practicar un genocidio, además de ser una estrategia de la Casa Blanca para debilitar la influencia de Chávez en América latina. “Por más que los discursos oficiales aseguren que no se trata de optar entre alimentos y combustibles, la realidad demuestra que esa y no otra es precisamente la alternativa: o la tierra se destina a la producción de alimentos o a la fabricación de biocombustibles”, sostiene en un artículo publicado en el Instituto Argentino de Desarrollo Económico.

Y quien sufrirá dicha carencia es el Sur, ya que ni Estados Unidos, la Unión Europea, China o la India tienen tierras disponibles para sostener al mismo tiempo un aumento de la producción de alimentos y una expansión en la producción de agroenergéticos.

Así, “la lucha contra el hambre -que padecen 2 mil millones de personas en el mundo- se verá seriamente perjudicada por la expansión de la superficie sembrada para la -producción de biocombustibles”.

Por otra parte, Atilio Borón ratifica las desmitificación de los biocombustibles, que realizó Víctor Bronstein, profesor de la Universidad de Buenos Aires. En primer lugar, no es cierto que sean una fuente de energía renovable y perenne, dado que los factores cruciales en el crecimiento de las plantas no son la luz solar, sino la disponibilidad de agua y las condiciones apropiadas del suelo. Asimismo, tampoco es verdad que no contaminan, ya que “el proceso de obtención del etanol contamina la superficie y el agua con nitratos, herbicidas, pesticidas y desechos; y el aire con aldehídos y alcoholes que son cancerígenos”. Por otra parte, es una falacia decir que se libera de la dependencia de los combustibles fósiles, ya que la producción de etanol sólo puede reemplazar un pequeño porcentaje del consumo mundial. Además, “para la producción de los bioenergéticos se requiere una utilización intensiva de maquinarias pesadas, transportes, herbicidas y pesticidas, todo lo cual supone un aumento en la utilización del petróleo y sus derivados”.

Consultado por Delta, el biólogo e integrante de la Fundación ACUDE, Federico Kopta, expresó: “Según cuál sea el modelo en que se produzcan y distribuyan los biocombustibles, su generalización puede tener un impacto muy negativo en el planeta”. En una nota publicada en el boletín de dicha fundación. Kopta señala los impactos evidentes: “la ampliación de la frontera agrícola, lo cual disminuye drásticamente la biodiversidad y genera la expulsión de los habitantes rurales; el incremento del precio de los alimentos; el agotamiento del suelo por monocultivo; y la continuidad en la concentración de poder y riquezas en manos de unos pocos, según un modelo económico en el que cada vez ‘sobra’ más gente”. Sin embargo, el biólogo manifestó que existen alternativas razonables: Por un lado, “avanzar sobre biocombustibles de segunda generación, que elaboran etanol a partir de desechos celulósicos, como restos de la industria maderera o de cosechas; y por el otro, usar cultivos perennes como la Jatropha, un árbol que prospera en lugares semiáridos, cuyas plantas pueden vivir unos 40 años, protegen al suelo y pueden ser cultivadas en unidades productivas familiares de pocas hectáreas”. Aunque poderosos intereses hayan coartado la implementación de alternativas energéticas renovables, Federico Kopta aseguró que “en Argentina las energías eólica y solar son promisorias. La energía eólica –promovida por ley nacional- funciona muy bien en la Patagonia, y en el suroeste de Córdoba. Por su parte, la energía solar es viable en la zona árida del noroeste, ya que tiene una cantidad importante de horas anuales de insolación; y la energía hidroeléctrica -que es la madre de las energías renovables en Argentina- ciertamente es una alternativa válida con un criterio racional de conservación”, afirmó el especialista.

Por Valentina Primo

Homenaje a Big Luciano

El mundo se viste de luto. Una de las voces más hermosas se apagó luego de deleitarnos por más de cincuenta años. Luciano Pavarotti murió el pasado 6 de Septiembre, y dejó lo amargo de la nostalgia, y lo dulce de su música que se inmortaliza en el recuerdo.

El gran tenor nació un 12 de Octubre de 1935 en Módena (Italia) y fue el único hijo de Fernando Pavarotti y Adele Ventura. En su país vivió una niñez marcada por la pobreza, la guerra y la ópera que su padre -como tenor aficionado- admiraba. Benjamino Gigli y Enrico Carusso, entre otros, fueron los cantantes que influenciaron su juventud y lo inclinaron hacia su pasión por este arte.

Al terminar su paso por la escuela decidió estudiar música para convertirse en profesor, pero el destino tenía preparado otros planes para Luciano. Poco a poco, entre el Teatro de la Comuna en Módena, y más tarde en La Coral de Gioacchino Rossini, Pavarotti demostró su talento con cantante lírico.

Si bien estos fueron sus inicios, el gran debut que lo llevaría a consolidarse en el mundo de la ópera no llegó hasta el 29 de abril de 1961, cuando interpretó a Rodolfo en
La Bohème de Puccini. Y sin duda su gran popularidad fue lograda por su famoso “do de pecho” que se hizo audible para el mundo a través del rol de Tonio en La hija del regimiento de Gaetano Donizetti.

Durante su vida como cantante lírico recorrió los teatros y óperas más importantes del mundo, representó los roles más dificultosos y respetados, se ganó el aplauso de los públicos más exigentes, y lo más importante: alcanzó los oídos de aquellos espectadores que jamás sintieron inquietud o afecto por ese género musical.

Además de su trabajo como solista, Pavarotti creó la serie de conciertos de “Los tres Tenores” en las que junto a Plácido Domingo, José Carreras y el reconocido director de orquesta Zubin Mehta, interpretó las piezas más populares de la música lírica. Cabe destacar además su ardua labor a favor de los niños víctimas de las guerras, en contra del hambre y la pobreza; ya que además de organizar los reconocidos conciertos de “Pavarotti and friends”- en donde invitaba a celebridades de la música popular- donaba las regalías de sus discos para alcanzar tales fines.

Su vida como cantante casi alcanzó los cincuenta y dos años, ya que recién a sus veinte años tomó con seriedad el canto lírico. En el 2006 le fue descubierto un tumor maligno en el páncreas, que si bien fue operado, terminó por quitarle la vida un año después. A sus 71 años, Luciano Pavarotti -quien se auto proclamó “cantante por instinto y no por técnica”- murió luego de una valiente lucha contra la enfermedad.

Lo particular y cálido de su timbre de voz, lo dulce y expresivo de sus ojos, la generosidad y altruismo de sus obras de caridad, no hacen más que hacer de esta ausencia una lamentable perdida para el mundo.

Hacer una biografía no es suficiente para homenajearlo. Las palabras no alcanzan para describir todas las emociones y sensaciones que ha logrado producir en las almas y
oídos de aquellos que lo escuchan en su “Nessum Dorma”; no es suficiente calificar de alegre y sorprendentemente técnico su “brindis” de La Traviata; no basta con pensar en “Big Luciano” como un exquisito cantante capaz de compartir escenarios con U2, The Corrs, Jon Bon Jovi o Anastasia.

Sólo puede ser homenaje suficiente un “fortísimo aplauso”, como los que solo él supo despertar, o una “furtiva Lágrima” que emerja involuntariamente al aprehender un poco de su alma a través de su maravillosa e inigualable voz.

Por Ma. Guadalupe Zamar

lunes, 15 de octubre de 2007

Literatura

Posicionada como una mujer fuerte y liberal, Alfonsina Storni tuvo una vida dura y sacrificada que terminó trágicamente, cuyas vivencias y tragedias reflejó en sus poemas.

En 1891 nace en suiza Alfonsina Storni, una de las poetizas más reconocidas de nuestro país. En 1896 regresa con su familia al país, y se instala en San Juan. Desde pequeña encontró la pasión que movilizaría su vida, y que le daría sentido: la poesía. Allí, con sólo cuatro años comienza a plasmar sus experiencias. A lo largo de su vida reflejó en sus poemas sus vivencias hasta el día de su muerte.

Galardonada con numerosos premios y reconocimientos, su poesía intenta reflejar la vida desde una mirada más realista y amorosa, ligada a la temática
feminista. En 1907 los Storni se instalan en Rosario, la familia no pasaba por una buena situación económica. Con su madre Paulina a la cabeza de la familia, las mujeres comienzan a trabajar como costureras. Ese mismo año llega a la ciudad una compañía teatral y Alfonsina reemplaza, gracias a una serie de casualidades, a una de las actrices, comenzando así una corta carrera como actriz recorriendo la provincia. Al regresar de la gira, escribe su primera obra teatral.

Una vez finalizada la gira, Alfonsina se recibe como maestra rural y gana un lugar sobresaliente en la comunidad escolar, consiguiendo un puesto de maestra y vinculándose con dos revistas literarias: Mundo Rosarino, y Monos y Monadas. Allí aparecen sus poemas durante todo ese año. Sin embargo, la neurosis que la afectaba la alejó de las aulas.

En 1911 nace su único hijo, de padre desconocido. Esta situación la colocó en la opinión pública como una mujer liberal y en contra del “sistema”. En 1938 se suicida su amigo, el escritor Horacio Quiroga. La escritora le dedica un poema en su honor, en el cual expresa -en versos conmovedores que presagian su propio final-“Morir como tú, Horacio, en tus cabales, y así como en tus cuentos, no está mal; Un rayo a tiempo y se acabó la feria…Allá dirán. Más pudre el miedo, Horacio, que la muerte, que a las espaldas va. Bebiste bien, que luego sonreías… Allá dirán. El final”.

Su último libro fue publicado en 1938, una antología de sus poemas favoritos. Hacia mediados de ese año viajo a Mar del Plata y allí en la playa La Perla, tras la muerte de su amigo, sola y aquejada de cáncer, se suicidó adentrándose en el mar, donde actualmente se erige un monumento recordando esta tragedia.

Antes de suicidarse envió su último poema al diario, en el que se despedía de su hijo, que fue publicado ese mismo día en su honor.

Alguna de sus obras: La inquietud del rosal (1916), El dulce daño (1918), Irremediablemente 1919, Languidez 1920, Ocre 1925, Poemas de amor 1926, El amo del mundo: comedia en tres actos 1927, Mundo de siete pozos 1934, Mascarilla y trébol 1938, Antología poética 1938.



Por Georgina Catalano

sábado, 13 de octubre de 2007

Sociedad

La gravísima situación de miseria y marginalidad que sufren las comunidades aborígenes en el Chaco -que derivaron en la muerte de once personas el mes pasado- pone sobre el tapete un tema que los argentinos nunca parecemos dispuestos a enfrentar: la privación de derechos legítimos a nuestros pares. “Es muy difícil extirpar algo que viene desde hace muchos siglos; desde la conquista hemos sido destruidos, silenciados, e incluso negados, de tal manera que nos metieron la vergüenza, vergüenza de considerarnos originarios, de ser aborígenes”, relató Víctor Acebio, presidente del Instituto de Culturas Aborígenes, en un diálogo que mantuvo con DELTA.

Víctor pertenece a la comunidad chicha -en el límite con Bolivia-, uno de los 14 pueblos que, según se estima, habitan la Argentina; entre ellos: collas, diaguitas, pilabas, chorotes, chulupi, tobas, guaraníes, chiliguanos, mocovíes, mapuches, y tehuelches. La cifra, según el censo del INDEC de 2005, señala más de 600 mil aborígenes; sin embargo, la Asociación Indígena de la República Argentina (AIRA) afirma que la cifra asciende a 3 millones.

-¿Por qué los aborígenes son considerados una minoría cuando en realidad no lo son?
-Este es uno de los mitos que han existido, y que parte desde todas las políticas que hubo en el país. Cuando se hablaba de los originarios, hasta antes de 1992, siempre se hablaba en tiempo pasado, como si no existieran. Y cuando querían hablar de nosotros, siempre pintaban un arco, una flecha, una vasija, una carpa, un toldo, o las boleadoras; esto eran los aborígenes. Pero después del 92 son rostros concretos, son voces, son lenguas que empiezan a surgir. Esta ideología ha permanecido mucho tiempo inserta en la sociedad: Que no existían, y si existían eran una minoría. Y somos muchos más de lo que dicen. Incluso, lamentablemente, en los censos que se realizan en el país, no se tiene en cuenta a la periferia, que es a donde muchos de mis hermanos van por la situación de miseria.

Con una franca y transparente sonrisa, Acebio relató que a partir de 1992, “ha cambiado la historia de nuestro pueblo: tenemos mucho más espacio para plantear nuestras celebraciones, nuestros ritos, nuestra lengua. Para nosotros es el nuevo Pachakutej”. Pacha significa tiempo, y kutej, retorno. “Es el tiempo que vuelve, es un nuevo tiempo -explicó-; y está divido en distintas eras, por eso no es casual que hayan pasado 500 años, sino que nosotros esperábamos este momento”. Es que la toma de conciencia y la autovaloración que se está produciendo en aquellos pueblos es una señal esperanzadora para Víctor, “es el primer paso, porque desde esa toma de conciencia es mucho más fácil pelear contra lo otro. Es cierto que algunos pueblos han perdido su lengua, pero también, por ejemplo, los hermanos tobas la están recuperando, y lo mismo ocurre con los mapuches, los guaraníes, y con la lengua quechua, al norte. Por esto digo que no estamos muertos, estamos de pie, y estamos acá”.

-¿Cuáles son las principales reivindicaciones de las comunidades?
-Fundamentalmente, la propiedad de la tierra, que incluso no implica el concepto de propiedad que tiene la sociedad blanca, sino que son tierras comunitarias, donde uno pueda vivir, pueda tener educación, donde pueda vivir su espiritualidad, donde pueda usufructuar el cultivo de las tierras; todo esto necesita el hombre para sobrevivir. Siempre hemos sido arrinconados hacia las tierras que son casi desérticas, entonces esto es una asignatura pendiente a la que apuntamos.

-Al hablar de distintos tipos de propiedad, ¿Qué tipo de organización reivindican: una estructura política propia o una asimilación total?
-No, fuimos asimilados por otras culturas por más de 500 años, y por eso fuimos negados y sufrimos la pérdida de nuestras lenguas originarias. En este momento no hay resentimiento, sino que queremos un respeto a la diversidad, a lo diferente. No hay ninguna cultura que sea superior ni inferior, sino culturas distintas. En ese sentido creo que el desarrollo de los pueblos se produce en la medida en cuanto se interrelacionan culturalmente. Lo mismo ocurre con la lengua. Mi lengua, mi historia, mi pueblo, mi espiritualidad, todo crece en la medida en que me relaciono con el otro; sino se mueren. Eso es por lo que luchamos.

Lejos de aquel cliché tan fuertemente arraigado acerca de la cerrazón de los pueblos originarios, Víctor explicó que, como pueblos originarios, es también un desafío aprender otras lenguas y conocer otras culturas, para saber cómo piensan los otros. “Mucha gente piensa que nosotros nos vamos a cerrar dentro de nuestra lengua, pero no; nosotros, además de recuperar nuestras lenguas, tenemos que aprender otras: español, inglés, francés, portugués, así como también yo puedo utilizar la computadora e Internet; son bienes universales. Hay mucha gente que piensa que nosotros únicamente queremos vivir en un pedazo de tierra, cuidando los cabritos, las ovejas, y quedar ahí. Pero no. También está el otro desafío para nosotros, de conocer, de aprender, siempre dentro de los marcos de nuestro pensamiento, aquello que hace a nuestra identidad”, aseguró.

La reforma de la Constitución de 1994, en el artículo 75, no sólo reconoce la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos, sino que garantiza “el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural”, así como el reconocimiento la personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan. Sólo basta la lectura de las noticias cotidianas para comprender cuan efectiva es su aplicación. Sin embargo, Acebio rescata el paso que se dio a partir de esta disposición: “Es mucho más incluyente, y esa es la nota esperanzadora frente al futuro. Creo que esto que empezó a caminar, no se detiene más, es como una bola de nieve -aseguró-; este es un desafío para los gobiernos provinciales y nacionales, tener en cuenta qué políticas implementar con nuestra gente, y en esa política queremos ser partícipes, que nos pregunten, que consulten, que trabajen con nosotros para responder a las necesidades que tenemos”, concluyó.

Por Valentina Primo

miércoles, 10 de octubre de 2007

Diseño y decoración

A través de un mundo innovador y sorprendente, se llevó a cabo en nuestra ciudad el encuentro latinoamericano de diseño denominado “Diseño con Acento”. Decenas de creativos se unieron en el castillo del Jockey Club para desplegar trazas únicas e ideas hecha objetos. Así, los días 23, 24, 25 y 26 de agosto decenas de cordobeses fueron testigos de un encuentro esperado e innovador.

Para recibir a los cientos de interesados en el diseño, la creatividad y el arte, el salón principal de Jockey Club Córdoba se mostró de lo más llamativo: vanguardia, estética rústica, arte minimalista y diseños industriales, vistieron de color aquellos pasillos antiguos. Y es que en cuanto a diseño no hay esquema que alcance, y la imaginación se hizo tangible en decenas de productos (en su mayoría artesanales) que satisficieron gustos de lo más variados.

En los parques de entrada al predio, la vanguardia fue la encargada de dar el gran saludo de bienvenida a los presentes. Con formas vivas y abstractas, y colores puros, el verde del césped cedió su espacio al shock de la presentación. A lo que, paradójicamente, se sumó la indestructible estética rústica, que siempre gusta y se impone en diseños de exteriores.

En el interior del magnífico castillo, la línea vanguardista siguió su curso y en manos de “puteríos marionescos” el hall de entrada se vio repleta de marionetas vestidas de rojo, negro y blanco, bajo una evidente tópica de cabaret. Y eso fue sólo el comienzo de una muestra sin precedentes en nuestra provincia.

Un detalle muy particular fue la labor de un conocido dibujante de caricaturas que se encargó de retratar a los acérrimos visitantes, que visitaron por horas la muestra durante los cuatro días. Y siguiendo el recorrido, espejos de colores, cuadros, diseños de exóticos mobiliarios, y accesorios femeninos artesanales y creativos, se expusieron en el primer piso del salón.

El segundo piso del castillo, así como el tercero, fueron cede de artículos más convencionales, empero con un agregado: todos los diseños distaban de ser los corrientes. Muebles, accesorios para el hogar y objetos de cocina realizados con materiales poco vistos -como bambú, madera trabajada con acero, plástico, acrílico, entre otros- y con formas de lo más atractivas e interesantes; todo esto sin perder la funcionalidad necesaria para hacer uso de estos productos. Y como siempre, la ropa de mujer tuvo su espacio, con muestras en cuero, geniales texturas, y exposiciones de ropa interior (poco comedidas, pero muy sensuales); otorgando a ellas su rincón para el deleite.

La práctica hecha teoría

En una carpa separada del salón principal, se daba cita a las clásicas (y tan necesarias) conferencias, a las cuales podía asistir cualquier persona interesada -y acreditada- para conocer más sobre el mundo de las formas y las ideas. Este espacio era quizá el más internacional de evento, ya que conocidos creativos de Latinoamérica participaron para demostrar que no es ni tan lejano, ni tan inútil, el mundo de diseño.

Y si bien lo tangible ya demostraba lo fascinantes que resultan ser las personas dedicadas a renovar, embellecer y funcionarizar el mundo material, este espacio para las palabras fue simplemente el lugar ideal para echar rienda suelta a la imaginación y conocer sobre nuevas opciones en cuanto a diseños.

Así, pasaron centenares de creativos locales y extranjeros para demostrar que existe un mundo por conocer apasionante y abierto para todos: el mundo de la creatividad, el universo del diseño.

Por Emiliana Felizzia

Nota de tapa

Se estima que cerca de 21 millones de americanos tienen diabetes mellitus , y millones más son potenciales afectados. Este padecimiento impide que el cuerpo metabolice los hidratos de carbono -principalmente azúcares- que deben convertirse en energía. Si la enfermedad no logra ser tratada correctamente., puede traer consecuencias como daños en los ojos, el corazón, los riñones, los nervios y los vasos sanguíneos.

En términos más científico, se entiende que la comida que se ingiere procede a trasformarse en glucosa. Este tipo de azúcar realiza un recorrido pasando por el flujo sanguíneo, en el cual es utilizado por las células para el crecimiento y energía. Sin embargo, para lograr este cometido, la insulina debe estar presente en su justa medida. La insulina es una hormona producida por el páncreas y de no ser producida -o si las células no le responden-, esta glucosa permanece en el flujo sanguíneo provocando un incremento de azúcar en la sangre. Si los niveles de azúcar en sangre son muy altos, entonces se está en presencia de la hiper glucemia; y cuando el nivel de azúcar en la sangre es bajo, se denomina hipoglucemia.

Existen además diversos tipos de diabetes cuyas características van mutando de acuerdo a su complejidad. Así un diabético tipo 1, al no poder producir insulina, debe suministrársela diariamente a través de inyecciones o (través) de un sistema de bomba. Este tipo suele manifestarse antes de los 18 años, aunque no es así siempre, y es una enfermedad auto inmune en donde el propio cuerpo se encarga de destruir las células que producen la insulina en el páncreas.

Un diabético tipo 2 es mucho más frecuente, y se diferencia del anterior porque el cuerpo sí es capaz de producir insulina, aunque no la cantidad necesaria. Los cuidados para quienes la padecen van desde ejercicio y comidas saludables, hasta administración de insulina por vía oral.
Otros tipos son la diabetes gestacional, que se desarrolla durante el embarazo, y por lo general una vez que el niño ha nacido desaparece.; y la pre-diabetes o resistencia a la insulina. Este tipo particular en franco crecimiento, se entiende a partir de un aumento en los niveles de glucosa en la sangre. La insulina producida en el cuerpo no se utiliza de la forma adecuada provocando que el nivel de azúcar en la sangre aumente.

Pero la idea que impulsa este artículo no es informar sobre esta enfermedad que tanto se escucha mencionar. El propósito es indagar más profundo, y descifrar el porqué cantidad de personas que la sufren día a día en cualquiera de sus tipos, no puede controlar su afección ni prevenir sus terribles consecuencias.

Un diabético correctamente compensado no debe sufrir más que el compromiso de medir su azúcar diariamente y contrarrestar la carencia o exceso de ella. Sin embargo esto en el país del “debería ser…pero no”, es imposible.
Miles de diabéticos no consiguen adquirir el mínimo de instrumentos que le permitan llevar equilibradamente su enfermedad, aún a pesar de que el Estado en todas sus ramificaciones deba ser garante de que esto suceda.
Teniendo en cuenta que las causas de la enfermedad son múltiples, y que actualmente está en manifiesto ascenso, DELTA consultó a especialistas en materia legal para entender qué sucede con aquellas personas que no sólo tienen que lidiar día a día con los trastornos de su padecimiento, sino que además deben ampararse en la ley, para que ésta le recuerde al Estado cuáles son sus obligaciones y deberes.

Los doctores Esteban Sandoval Luque y Sebastián Sandoval Junyent asesoran legalmente a la Asociación Diabéticos Argentinos en Córdoba (A.D.A.) y a través de esta entidad entran en contacto diariamente con numerosos casos, en los que diabéticos son discriminados, sus medicamentos no son entregados en tiempo y forma, y no logran recibir la información que deben manejar para lograr que su salud se mantenga estable, más que por vías privadas.

- Básicamente la pregunta es: ¿Cuál es la problemática que hace que los diabéticos tengan que apelar a asesoramiento legal?

La historia del porqué la gente reclama tiene que ver un poco con un despertar que han tenido frente a qué derechos se tienen frente a las obras sociales o frente al Estado. También existen entidades de medicina pre- paga que no son creadas por ley y que son privadas, pero que de todas formas entran en el círculo de la salud. Es por esto último que no pueden contradecir leyes o normas superiores cuyo interés esté más arriba de intereses particulares. Aunque el convenio es yo afiliado - yo entidad privada.

Nosotros en contacto con el A.D.A. comenzamos a dar charlas a diabéticos que no tenían conocimiento de los derechos que les corresponden, así como también se les informaba sobre qué medicamentos utilizar, qué tipos de diabetes existen, educación sanitaria y nutrición entre otras cosas. Y allí surge la pregunta del porqué tenemos que reclamar cosas que simplemente nos deberían dar. Así nos encontramos con que hay todo un espectro de normas, como por ejemplo la Ley 23.753 con su decreto reglamentario 1.271, que es la Ley Nacional de diabetes. Esta ley -que propende a la defensa del diabético- establece una serie de normas que garantizan la educación, el suministro, la difusión -convengamos que son mucho más caras para las entidades pre-pagas las consecuencias de una diabetes mal compensada por falta de información, que entregar insulina, bombas, tiras radioactivas para medir el azúcar- y otras cosas. Lo más importante y lo más difícil es educar. Concurrimos a una falta de gestión del conocimiento, lo que complica la situación de los enfermos.

Y es notable que la desinformación es un mal contagioso en la sociedad. Esta terrible enfermedad, que es la falta de datos, lleva a la discriminación, al resentimiento y la poca solidaridad. Una referencia para contrarrestarla nos la da la Ley de Diabéticos que se pronuncia más o menos así:“la diabetes no será causal de impedimentos para ingreso laboral, tanto en el ámbito publico como privada”. En palabras del Doctor Esteba Sandoval: “Utópico para la realidad objetiva que se vive en el hacer cotidiano”.

-¿Cuáles son las violaciones a derechos más frecuentes?

Existen casos en los que ante una propuesta laboral se elige a uno que no es diabético en lugar de uno que lo es, sin más motivo que la enfermedad. Hemos tenido casos de despido de una empresa -que no nombro aunque me encantaría hacerlo- en la que “te echo porque sos diabético”. Esto es por falta de información. Es un estado de afección por falta de insulina, sí. Pero si están compensados, son iguales a cualquier otro cristiano.
Y los principales casos que llevamos, son falta de suministro de tiras para medir la glucosa. Por ejemplo el APROSS acá en la provincia tiene una ley que establece que estas tiras deben darse en un 100 por ciento, Pero esto no siempre se cumple, entonces la gente tiene que presentar un amparo.
En los hospitales la gente solicita insulina y no siempre se la dan. Al no conocer sus derechos, el porcentaje de gente que toma medidas es muy reducido. Pero no sólo en la salud pública sucede, es a todo nivel: provincial, sindical, privado, etc.

-¿Y cuál es el fundamento para entregar menos suministros o no entregarlos?

Las excusas que ponen las obras sociales para no dar insulina, tirillas y demás suministros son básicamente el amparo en el PMO que es el Programa Medico Obligatorio. Éste es una resolución ministerial que establece, por ejemplo, la cobertura de las tiras reactivas a un 70 por ciento y la insulina a un 100 por ciento. Y la entrega de las tiras son el mayor problema, porque son las más caras. El diabético se tiene que inyectar insulina, pero para inyectarse deben saber cuánta necesita, debe saber qué nivel de glucemia tiene. Cuando hay inestabilidad en el enfermo, a veces se necesitan seis por día, otras dos y en algunos casos una y media, todo depende. Entonces las obras sociales se amparan en el PMO y dicen que entregan 400 tiras a un 70 por ciento, es decir 400 tiras al año. Si multiplicás cinco tiras por siete y eso por cuatro, y eso por doce, son entre 1.600 y 1.800 tiras por año. La obra social entonces da mucha menos de lo que el médico prescribe y de lo que el paciente necesita. En definitiva esta resolución ministerial no se puede contradecir con la ley de diabetes que es nacional. Si bien tiene pocos artículos, estos amparan a todos quienes sufren diabetes con el fin de garantizar la estabilidad de su salud. Esta resolución fue dictada en un momento determinado, por personas determinadas y que seguramente en un momento en que regían intereses de por medio. Sin embargo, en la resolución se dice -en un asterisco y con letra muy chica- que la entrega de tiras y medicamentos debe ir en aumento progresivo.

Problemas que se manifiestan como figuritas repetidas de álbumes diferentes. Esta vez, el turno fue de la diabetes. Problemas coyunturales que se resuelven con el más simple y más peligroso de los remedios, el conocimiento.


Por M. Guadalupe Zamar