viernes, 18 de septiembre de 2009

Un reclamo por el acceso a la cultura


Al ritmo de murgas que se hacen eco de los curiosos, y en medio del tumulto que congrega la feria en plaza San Martín, el reclamo de los integrantes de la Bilioteca Popular de Bella Vista vibra desde el altoparlante.

"Se trata, en el fondo, de un Estado que no sólo se desentiende del acceso al conocimiento de los sectores más vulnerados de la sociedad, sino que impide el trabajo de quienes se encuentran fuera del aparato oficial", dice una de sus representantes.

Es que la biblioteca lleva, desde hace cuatro años, una batalla por recobrar el reconocimiento y la protección que la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (Conabip), dispuso anular en 2005.
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En diálogo con Delta, Matías Calderón, tallerista de la entidad, explicó que ese año, Conabip intimó a la institución a que cambie su personería jurídica y se constituya como asociación civil, separándose de la fundación Pedro Milesi, que fomentó su fundación y la sostiene económicamente.
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"Esto se debe a que la nueva ley sólo prevé otorgar reconomiento a todas aquellas organizacíones que se constituyan como Asociaciones Civiles, las cuales tienen un régimen que permite que cualquier puntero político o vecino se quede con la institución", precisó.
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Debido a la negativa de la biblioteca a escindirse de la fundación, Conabip anuló el reconocimiento, por lo que desde entonces no recibe subsidios. “Más que fondos, lo que estamos reclamando es una protección que, por ley, le corresponde a toda biblioteca popular", señaló el docente.

Creada por el escritor Andrés Rivera, la biblioteca Popular de Bella Vista brinda actualmente actividades pedagógicas para difundir la cultura y promover el acceso al aprendizaje de los vecinos de barrio Bella Vista. Alfabetización, Producción Audiovisual, Electricidad domiciliaria, Computación, Gimnasia para la salud, Pastelería, Audio y Sonido, pintura, tejido y Huerta Orgánica son sólo algunos de los tantos talleres que la fundación brinda hoy a más de 3 mil vecinos del barrio y alrededores.
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Tras la batalla legal que inició contra la disposición de Conabip, en 2008 quedó firme la sentencia a favor de la entidad, que ordena a Conabip a efectivizar los pagos correspondientes a los años 2005, 2006 y 2007. No obstante, la Comisión informó que va a hacer efectivo ese pago recién en 2010, ya que no ha sido incluido en el presupuesto nacional de 2009.
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"Hoy, la biblioteca se sostiene con el esfuerzo de todos los que la hacemos y con el financiamiento que proviene de donaciones privadas de personas que comparten la misión de la institución", relata Calderón.
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"Por ello es que salimos a exigir el derecho constitucional al reconocimiento y subsidio, aunque esto no quiere decir que la biblioteca vaya a cerrar o dejar de funcionar, ya que no depende enteramente de esos fondos".
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Más información: La biblioteca Popular Bella Vista está ubicada en la calle Rufino Sado 633. Sitio web: http://fundacionpmilesi.org.ar
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Por Valentina Primo

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Libros: Senzatez y sentimientos



Un romance apasionado. Una prosa dramática y sensible. Un final desgarrador. Contra todo indicio, nada de eso deja traslucir Sensatez y Sentimientos. La riqueza de esta novela, cuyo argumento puede resumirse en pocas líneas, no radica sino en la astucia con la que satiriza la sociedad del siglo XVII.

Como lo subraya en su introducción Ros Ballaster*, Jane Austen logra plasmar en el delicioso juego de contrastes entre las hermanas Dashwood, una aguda crítica política, social y estética que confronta con los ideales romanticistas.

La historia, publicada en 1811 y llevada al cine de la mano de Emma Thompson, gira en torno a las hermanas Elinor y Marianne que, en un juego de luces y sombras, no sólo difieren en apariencia sino también en carácter.
Elinor personifica la sensatez en sí misma, la represión de todo impulso bajo una impavidez inmutable. Prudente, juiciosa y gran observadora de las formas sociales, encarna el testimonio más cabal del prototipo femenino de la era gregoriana. Su contracara, Marianne, es obstinadamente sensible, impulsiva y tiene una cándida inocencia que, sin embargo, no la inhibe de expresar cuanto transgrede su juicio.

Tras la muerte de su padre, las hermanas deben traladarse junto a su madre a una casa en en la campiña inglesa, debido a que la herencia quedó en manos de su medio hermano. Allí, Elinor, Marianne y la pequeña Margaret recibirán la asidua visita de una serie de caballeros cuyo comportamiento desliza señales contradictorias.

Es precisamente aquí, en el corazón de la trama, en donde comienza a estructurarse una crítica a la que asentimos –y juzgamos– desde los ojos de Elinor. Es que, como lo explica Ballaster, la sensibilidad, que en principio se manifiesta como una forma de compasión ante de sufrimiento de otros, deviene en la corrupción de la responsabilidad social, bajo la forma de una autocompasión cuya contracara no es otra que el egocentrismo.

Así, los términos sensatez y sentimiento devienen categorías políticas que conciernen al comportamiento femenino y su rol social. Ésta escena, de la adaptación para serie televisiva realizado por la cadena británica BBC ilustra magistralmente la templanza de Elinor ante el desengaño amoroso, seguida de la reacción de su hermana que, al contemplarse víctima de un engaño, se sumerge bajo la tormenta hasta quedar en un estado moribundo.

Pero Austen va más alla: las vicistudes y los desencuentros en la vida amorosa de las Dashwood no sólo exhibe una premura al borde de la desesperación por desposarse (que, en sí misma es elocuente respecto del rol femenino del 1800), sino también retrata con perspicacia el competitivo "mercado" del matrimonio de entonces.


*En la introducción a la edición en inglés, publicada en 1995 por Penguin Classics.


Por Valentina Primo