lunes, 26 de noviembre de 2007

Sociedad

La tala indiscriminada en nuestro país es un problema que acarrea gravísimas consecuencias. Debemos tomar conciencia y exigir a los gobernantes que se cumplan nuestros derechos.

En el mes de marzo Greenpeace comenzó una campaña por Internet para juntar firmas, el objetivo: juntar un millón de firmas para generar presión pública en el Senado Nacional para que éste sancione una Ley de bosques que establezca una moratoria a los desmontes hasta que cada provincia realice un ordenamiento territorial de los bosques nativos, para planificar un uso sustentable de los mismos.

Esta Ley detendrá la tala indiscriminada de bosques nativos en el norte de nuestro país. La urgencia de esta petición se debe a que en los últimos años con la expansión de la frontera agrícola en nuestro país, se talan 300.000 hectáreas al año de bosques nativos, perdiéndose miles de ejemplares únicos, animales autóctonos en peligro de extinción y sin contar con la erosión que sufre el suelo.

Las consecuencias de esto son irremediables. Bosques enteros que tardaron miles de años en crecer son destruidos en cuestión de días, sin ningún tipo de restricción o control por parte de los gobiernos locales, los bosques desaparecen ocasionando un importante impacto ambiental en la zona. Un ejemplo claro lo vemos el año pasado cuando un río dejo abnegado a todo un pueblo durante días, llevándose con su corriente a todo un barrio, debido a que el suelo cedió fácilmente gracias a la erosión del suelo.

La campaña iniciada por Greenpeace llegó en octubre a juntar 1.300.000 firmas, las cuales fueron presentadas al gobierno el pasado 12 de octubre. Coordinadamente se realizó en varias provincias simultáneamente, reclamando al Senado Nacional que ésta Ley se sancione de manera urgente. Se obtuvo una respuesta por parte del Senador por el Frente para la Victoria, Miguel Ángel Pichetto, quién hizo público el compromiso del bloque oficialista de tratar la Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para los Bosques Nativos a mediados de noviembre, pero si vemos las plataformas electorales del mes pasado, ninguno de los candidatos plantea una solución.

Ahora la pregunta es: ¿Por qué se tarda tanto en tomar una decisión para solucionar un problema que nos compete a todos los Argentinos? No es una novedad que la justicia en nuestro país es lenta, pero en este caso, como en tantos otros, los tiempos de la justicia no son adecuados a los tiempos del problema. Mientras los gobernantes piensan en que decisión tomar, se pierden miles de hectáreas sin parecer importarle a nadie.

El desmonte indiscriminado es un problema que nos afecta a todos, tenemos que tomar cartas en el asunto y tomar conciencia de la gravedad de la situación. Debemos conservar nuestros recursos para las futuras generaciones. Si todavía no votaste podes hacerlo en la página de Greenpeace www.greenpeace.org/argentina. Desde la misma página también podes enviarle una carta a los senadores provinciales y exigirles la sanción de esta Ley. Entrá y ayudá a salvar los bosques, es un derecho de todos.

Por Georgina Catalano

DELTA en Puerto Madryn

Ángel Ñanco es un cacique mapuche-tehuelche de la comunidad de Puerto Madryn. Allí, en la Patagonia que alguna vez fue tierra tehuelche, lucha por recuperar un pueblo que, poco a poco, fue despojado de su identidad.

Ñanco significa “águila” en mapuche -relata Ángel-, un ave sagrada que, según creencias ancestrales, anuncia buenos y malos augurios, y lleva el alma del mapuche cuando muere cerca de “Futa Chao” (que simboliza “Padre Grande”, es decir, Dios).

“Trabajamos por la integración; decimos que somos una comunidad con una mentalidad fresca, nueva. Consideramos que dentro de la sociedad tenemos un espacio, y a ese espacio hay que ocuparlo, porque no hemos desaparecido, somos un pueblo vivo, y somos una cultura viva”, dice Ángel, mientras ceba mate.

El lonko -“cacique”, en mapuche- habla y pone todo de sí. Es que, aunque tuvo un tardío encuentro con sus orígenes -recién a los 40 años- aquella experiencia cambió su vida. “Íbamos con mi mujer todos los domingos a un asilo, para llevar a pasear a los ancianos. Y por casualidad, en un pueblito que se llama Ghan Ghan encontré que había una rogativa mapuche. Yo no sabía lo que era una rogativa, pero les juro que cuando la vi sentí algo que me golpeaba por dentro, pero mal, muy fuerte”, relata con una emoción que aún hoy le nubla la mirada.

Desde aquel momento, Ángel realiza día a día la minuciosa tarea de recuperar a su pueblo, ladrillo a ladrillo. Lucha contra la marginación, el prejuicio y la indiferencia de los otros -los huincas, como llaman a la raza blanca- pero la lucha más ardua es la que lleva contra la apatía de su pueblo. “Siempre se ha tenido la imagen de que los originarios son un pueblo cerrado; pero sus razones tienen, porque se han servido de ellos y los han usado de tal manera que ya no quieren saber más nada. Incluso pasa con las celebraciones: todo el mundo va y saca fotos, buscando lo folklórico del tema, sin considerar lo sagrado que significa para ese pueblo”, relata.

Vivir como extranjero
“Es muy difícil sentirme argentino; es como cuando uno pierde a sus padres y es adoptado por otra familia: el que va a recibir todo el afecto va a ser el hijo de esa otra familia. Yo, como no soy de esa familia, tengo que agradecer si apenas me acarician. Y en una casa que fue mía, hoy tengo que vivir en el fondo; entonces es muy difícil que yo pueda sentir cariño por quien se ha transformado en mi padre, porque ese hombre se ha encargado, desde que llegó, de marginarme y discriminarme. En una tierra que fue toda nuestra, hoy prácticamente nos toca hacer el papel de extranjeros. Y eso es bravo. Siempre somos los últimos orejones del tarro, en algo que fue mío, y que sigue siendo mío y lo sigo sintiendo mío”, insiste.

Su voz resuena con el peso que imprime a cada palabra, con una tenacidad que 52 años no lograron abatir y que, sin embargo, no roza la irreverencia. “Voy más al diálogo que al choque, porque soy consciente de que trabajar para que una puerta se abra cuesta un montón, pero para que se cierre, no cuesta nada -asegura-. A mí, por sobre todas las cosas, me interesa dialogar, sea con quien sea; yo soy un convencido de que si nos sentamos a hablar, podemos acordar. Y no me gusta por ahí ser frontal; no nos olvidemos que es otra la cultura dominante, es la que tiene todo el poder económico, y nosotros padecemos de todas esas cosas. Entonces, más allá de que los reclamos que se hagan son justos, es muy difícil revertir la situación”.

El pasado a contramano
El rechazo a las comunidades originarias data de los albores mismos de la independencia argentina. Los relatos de Ñanco lo describen con perfecta precisión: “Como país, hemos vivido siempre a contramano, es como si los aborígenes fueran de la época precolombina Muchas veces se nos tildó de salvajes, pero ellos fueron más salvajes que nosotros. Hay un libro que se llama Memoria del Humo, escrito por un hombre que vivió el desalojo de 1937, donde cuenta que cuando los desalojaban, venía el ejército y rociaba los ranchos con damajuanas y los prendían fuego. Y a las familias, las cargaban en camiones y las desperdigaban por distintos lugares. ¿Vos sabés lo que es llevar a la gente caminando desde Junín hasta Patagonia, 1.200 kilómetros? De ahí los embarcaban hasta Buenos Aires, y allí diseminaban a las familias, que nunca más se volvían a juntar. ¿Quién se hace responsable por todo eso?”, pregunta mientras una lágrima desobediente se escapa de sus pupilas, confesando un dolor que lleva en la sangre, transmitido de generación en generación.

El cacique afirma que esto también fue apoyado por la Iglesia, ya que esta “te absorbe, te incorpora y te va anulando todo lo que vos tenés de tus raíces, y eso apunta a que un pueblo se extinga. Eso es con lo que no estoy de acuerdo, con que me quieran transformar; me están eliminando como mapuche, como tehuelche. Y si a mí me sacan todo eso, mi vida pierde todo sentido. Por eso yo digo: no necesito que me den una mano, necesito que me saquen las manos de encima”, asegura.

Solos en el reclamo
Ñanco apela a que, cuando hablemos de Memoria y Justicia, que sea para todos. “Quizá lo de la dictadura caló más hondo porque es más reciente, pero esto tampoco está tan lejos. Por ahí me cuesta entender cómo la comunidad se muestra indiferente. Incluso la avenida principal de Puerto Madryn todavía se llama Roca. Y si bien los reclamos son nuestros -porque las tierras son nuestras- también los argentinos, como argentinos, deberían velar por todas esas cosas. ¿Cómo puede ser que hoy la mayor parte de las tierras de la Cordillera estén en manos extranjeras? Pero estamos todos tranquilos, todos quietos. Y eso es peligroso para nosotros”.
Por Valentina Primo

jueves, 22 de noviembre de 2007

Conferencia de Ignacio Ramonet


En el marco de la VI Bienal Iberoamericana de Comunicación, organizada por la Escuela de Ciencias de la Información de la Universidad Nacional de Córdoba, el director del periódico Le Monde Diplomatique, Ignacio Ramonet, criticó duramente la función que cumplen hoy los medios en la sociedad, y la apatía que existe entre estos principales sistemas ciudadanos.

Sin rodeos, el sociólogo español comenzó su discurso magistral con una fuerte afirmación: “Los medios aparecen ahora como un problema de la democracia”. Y es que este pensador considera que los espacios mediáticos de alto alcance -que tanto han luchado por la libertad de expresión y la pluralidad de pensamiento- se han transformado en “mercados” que mienten, omiten, y escapan, a una sociedad que, lejos de tomarlos como referencia, parece despertar del eterno sopor de la credulidad.

Los medios masivos de comunicación están cada vez más lejos de ser aquellos formadores de opinión, comprometidos con la realidad, y promotores de las actividades sociales y políticas de siglos atrás. Y, a mucha distancia, forman redes de alienación de tanto poder que socavan las bases de las quizá mal llamadas “democracias desarrolladas” que parecen cobijarnos.

Pero como la humanidad necesita expresarse, construye nuevos espacios de pensamiento, caracterizados por el anonimato y la parodia para “subvertir el orden existente”. ¿Esto no nos traslada a otros sistemas políticos? Pues sí, el chiste y el rumor a expensas del poder, son manifestaciones características de las dictaduras. Lo que abre una conflictiva contradicción, en pleno siglo XXI.

El descreimiento y la ruina

Ramonet afirma que existe en nuestras sociedades una sensibilidad muy particular hacia el funcionamiento de los medios, producto de una enorme insatisfacción, que provoca que “lo que dice la autoridad política o la autoridad mediática no es automáticamente creído”. Y es que -en palabras del sociólogo- “estamos en un sistema de desconfianza generalizada, en una crisis de credibilidad de los medios, y tenemos cada vez más conciencia de que nos encontramos en una situación de inseguridad informativa”.

Aún así, el panorama no está tan claro (u oscuro), ya que existe además una fuerte insurrección de los medios que afirman este paradójico fracaso del que parecen no hacerse cargo. Y tal como afirma el pensador español, si los medios triunfan hoy por los novedosos dispositivos tecnológicos pero pierden todo tipo de credibilidad, significa que este sistema “no está funcionando”.

Esta inseguridad (que se suma a la casi interminable lista de carencias) afecta directamente a las democracias; con lo que se necesitaría desarrollar una comunicación comunitaria, con una nueva generación de medios, de periodistas críticos y creativos, para ir tras la idea de que “una mejor información es posible”.

Noticia de último momento… y al menor costo

Los medios ya no funcionan como educadores cívicos sino según otros criterios, erosionando una más de las instituciones (pilares esenciales) del conjunto de la sociedad; y esta idea de que los medios ya no constituyen la argamasa que va a purificar el cuerpo social, genera una gran decepción frente a esa responsabilidad no asumida por éstos; afirmó el entendido en la materia.

Entonces, de no proceder como educadores, los medios lo hacen como mercancía, haciendo circular ideas según las leyes de la oferta y la demanda (en tiempos expeditivos que anulan la reflexión), con lo que cambian de naturaleza “adaptándose para venderse mejor, para circular mejor”.

Pero, “los propios mecanismos comerciales de la información, están hoy perturbados, con la aparición de los gratuitos, con la gratuidad que es la cultura de Internet”. Entonces, cada vez más, el negocio de la información consiste, no en vender información a los ciudadanos, sino en vender ciudadanos a los anunciantes. Y, tal como lo afirma Ignacio Ramonet “estos cambios están modificando el funcionamiento estructural de la información”.

El cuarto poder desaparece, el quinto nace

Las leyes del entretenimiento y las leyes de la oferta y la demanda, devastan el concepto del cuarto poder. “Yo pienso que hoy globalmente -aunque hay excepciones- no se puede decir que los medios constituyan un cuarto poder”, afirma el director de Le Monde. Y haciendo una reseña histórica breve, el crítico explica que cuando empiezan a haber medios de masa en las democracias -antes de la primera guerra mundial- aparece un concepto, y un actor anónimo y colectivo, llamado opinión pública (intelectual, activadora, e intrínsecamente social), que va a permitir relativizar la legalidad de los tres poderes de las democracias, apelando a la moralidad.

¿Por qué este cuarto poder no está funcionando? Para Ramonet es así porque estamos en un período que se llama globalización, que ha modificado todos los parámetros de funcionamiento económico y cultural de nuestras sociedades; con lo cual éstas ya no pueden permitir, vigilar, corregir, y garantizar el buen funcionamiento democrático. “Globalización es la idea práctica de que los capitales deben circular en el planeta sin trabas (…) provocando la guerra del mercado contra el Estado, del individuo contra la colectividad”.

Inmiscuidos en este sistema casi perverso, los medios -mercantilizados e inmaterializados por la digitalización- “aspiran a tomar directamente el primer poder, y además quieren ser el único poder sin contrapoder”; y esta falta de contra-respuesta surge de que toda crítica al funcionamiento mediático es inmediatamente acusado de atentar contra la libertad de expresión.

Ante este escenario apocalíptico, el sociólogo y doctor en semiótica, propone una nueva idea en busca de soluciones: crear un quinto poder. Este tendría la misión del cuarto poder, y estaría constituido por los observatorios de medios, para producir informes y movilizar. “Hay como una misión de (…) ser un agitador mediático, político”. Y es que “estamos en una batalla ideológica”.


Por Emiliana Felizzia

lunes, 19 de noviembre de 2007

Cultura

La humanidad desde sus albores ha intentado explicar cómo suceden los acontecimientos cotidianos. Explicaciones fantásticas, mágicas y espirituales evolucionaron hasta alcanzar lo más sofisticado del raciocinio. Pero el cientificismo no es suficiente para llenar algunos baches que el intelecto necesita completar para obtener sosiego. A veces la religión lo hace, otras la Filosofía, y otras nada es convincente para la insaciable necesidad de entender.

Así introducimos dos de los misterios que siguen irresueltos aún a pesar de que la ciencia ha reunido todo su arsenal para descifrarlos. La isla de Pascua y Stonehenge (o Templo del Sol) son algunas de las construcciones que despiertan lo más profundo de la curiosidad humana.


Una isla con historia

La Isla de Pascua ubicada en lo más solitario del Océano Pacífico, compone una porción insular de la Polinesia. Bajo dominio chileno, es uno de los principales atractivos turísticos del país vecino. Además de su belleza natural, está recubierta por lo hermoso del misterio ancestral –pero vigente- que la rodea a lo largo de sus 163,6 Kilómetros cuadrados. La presencia de enormes construcciones de piedra denominadas “Moai” localizadas en toda la extensión geográfica, son la explicación del por qué es un destino tan visitado.

Sus primeros habitantes- el pueblo Rapanui- se encontraron con un terreno con escasas posibilidades de alimentación. No existía variedad animal y la vegetación era poco apta para el consumo. Sin embargo, desarrollaron una amplia actividad cultural que dependía de su organización social. Eran gobernados por el “ariki”, cuyo rol era asumido en ascendencia directa de los dioses. El resto de la población se dividía en tribus con clases estratificadas, y cada tribu ocupaba una zona para su auto abastecimiento.

Cuando un integrante destacado de la familia expiraba, se construía en su honor un moai y se lo instalaba en una plataforma denominada “ahu”. De este modo, y siguiendo la tradición, el moai tomaba el poder del ancestro para cuidar la aldea desde su inmensidad. “Se convertía así en una foto del alma pero de piedra y con ojos de coral blanco”. Desafortunadamente, en la actualidad solo el “Hanga Roa” conserva sus ojos.

La mayor parte de la población vivía hacia el interior, y hacia el litoral se emplazaban los centros religiosos, políticos y ceremoniales (Anakena, Akahanga) en los cuales adoraban a los ancestros pedregosos.

En la isla se pueden distinguir varios grupos de estatuas: 276 hacen guardia en las laderas del volcán que se encuentra en la isla; 300 están derribadas sobre los ahus que rodean los altos acantilados de la isla; otras a lo largo de antiguos caminos; y 80 quedaron sin terminar. Estos grupos son diferentes entre sí y se estima que en sus comienzos estaban ubicados sobre bustos enormes. Los más impactantes alcanzan 10 metros de altura y 7,6 metros de circunferencia y pesan 20 toneladas. Los más peculiares poseen un rojo copete de 1,8 x 2,4 metros que suponen "sombreros" extraídos del cráter del volcán Rano Roi. Sin embargo, las construcciones que de verdad aterran a quien pase frente suyo son las ubicadas en las laderas del Rano Raraku. Sus narices se perciben hacia arriba, sus labios finos parecen burlarse con desdén. No poseen ojos y pareciera que tuvieran orejas alargadas. La más grande es de 22 metros y la más pequeña de tres.

Y aquí se llega a las preguntas sin respuesta ¿Cómo fuerzas humanas lograron erigir semejantes creaciones? ¿Cómo han podido extraer partes de cráter de volcanes para colocar a más de 20 metros de altura? ¿Cómo pudieron trasladar toneladas de piedras sin contar con medios adecuados? (se descarta la madera para rodillos y las cuerdas para izar, ya que no se encontraban en la isla). Y las respuestas son muchas, pero ninguna satisface. En última instancia se atribuye a los extraterrestres esta obra de tamaña magnitud. Crédulos lo afirman, otros no se conforman, pero lo cierto es que el interrogante pesa más que cualquier moai.




También conocido como el Templo del Sol este conjunto megalítico, ubicado en Gran Bretaña, es un enigma que permanece con el tiempo y supera toda explicación sobre su construcción.

Se sitúa en Salisbury, y es uno de los monumentos de la prehistoria más famosos del mundo.
Su construcción está hecha en forma circular por pesados megalitos. Hoy se afirma que en sus comienzos (hacia el año 3100 a C), no era más importante o interesante que cualquier otra construcción del sur de Inglaterra. Pero en el año 2200 a C. comenzó a mutar al incorporar 32 bloques de arenisca y una piedra de Altar.

Lo inexplicable de esto, es cómo se logró el traslado de éstas piedras que se cree fueron traídas de las montañas de Preseli al suroeste de Gales y, en el caso de la piedra del Altar, que fue sustraída de un lugar próximo a Milford Heaven. No hay que ser demasiado inteligente para comprender que trasladar a mucha distancia 32 toneladas de roca en aquella época, no era labor fácil. Numerosos científicos, en la actualidad, han intentado recrear el momento en que se levantó y trasladó el bloque, sin obtener resultados exitosos y condimento extra al misterio que rodea a Stonehenge es que la finalidad de su construcción aún se desconoce exactamente.
Por supuesto que las hipótesis más creíbles que ha presentado la ciencia, son que era utilizado como templo religioso, monumento funerario y también como observatorio. De esta última conclusión se desprende el nombre con que se lo conoce “templo del sol”, ya que el primer día de cada verano el sol sale atravesando justo el eje de la construcción. Esto es razón suficiente para creer que sus arquitectos tenían conocimientos sobre astronomía. Por esto es también viable adherir a la idea de que Stonehenge servía para predecir eclipses y cambios astrales.

Los paganos británicos afirman además, que en la piedra de Altar se realizaban sacrificios humanos en ceremonias religiosas, afirmación que inexorablemente acrecienta la aureola de incertidumbre y espiritualidad que rodea a este templo.

Una vez más, los misterios sobre su construcción, la procedencia de sus materiales, los autores y hacedores del monumento, hacen perder el sueño de arqueólogos, antropólogos y demás científicos que enloquecen ante la imposibilidad de resolver el enigma.

Estos casos tan curiosos, cuyos orígenes y evolución se atribuye tanto a seres terrestres como extraterrestres o espirituales, mantienen lo emocionante de la inconciencia y desconocimiento de los hombres que tanto ayuda a mantener viva la imaginación y la magia que sólo misterios así pueden despertar.

Por M. Guadalupe Zamar

domingo, 21 de octubre de 2007

El portal de Belén

Tantos sueños y ansias plasmados en un solo ser deberían ser motivo únicamente de alegría, pero existen situaciones que estropean la espera y se ensañan con despertar lo peor de la naturaleza humana. Madres solas, familias maltratadas, desolación y angustia, son algunos de los fantasmas que el Portal de Belén busca quebrantar. Tras dieciséis años de acción y reacción, decenas de personas dedicadas a la ayuda reconocen una luz entre tanta penumbra.

“El Portal de Belén es una asociación civil sin fines de lucro que el primero de septiembre cumplió 16 años, y las personas que lo crearon están comprometidas desde hace tiempo con la defensa y promoción de la vida”. Así definió Magdalena García –colaboradora activa del proyecto- al hogar cordobés que lucha contra el aborto desde hace casi dos décadas.


El Portal hospeda a mujeres en situación de riesgo por un tiempo que –formalmente- no supera los seis meses, aunque en los hechos hay madres que viven allí por años; lo fundamental en este proceso de contención es la reinserción social de la madre, evitando el asistencialismo y procurando una dignificación de la persona. Es por esto que brindan no sólo un hogar, alimentación, vestimenta y contención psicológica, sino que se encargan de la educación de los niños, la recomposición familiar, y la promoción laboral.

Si bien mucha gente se pregunta si se trata de una asociación religiosa, la realidad es que no lo es: “el presidente es católico, pero la vicepresidente es evangélica; y más allá de la motivación interna que cada uno tenga, el objetivo común de todos los que trabajan en el Portal es la defensa y promoción de la vida”, afirmó la entrevistada.

Los objetivos del portal son claramente dos: promover la defensa de la vida de los niños por nacer, con el respaldo moral de las personas que están en permanente apoyo social; y preservar el vínculo biológico de las madres con sus hijos. Y esto último es lo que diferencia a ésta de otras instituciones que cuidan de menores en riesgo.

Hay cuarenta menores y 18 madres distribuidos en cinco casas, y cada hogar cuenta con un encargado general que advierte las problemáticas y trata de buscar ayuda profesional si es necesario. Sin embargo, la asistencia de este tipo no es dada por expertos que se identifican con el hogar, para asegurar la continuidad de esta ayuda más allá de la estadía en el hogar. Es por eso que el Portal trabaja en red con Maternidad, el Hospital de Niños, colegios, y otros hogares e institutos, para encontrar una verdadera salida para los casos más complejos.

Altruismo desde abajo

Las personas que crearon el Portal de Belén trabajan desde hace años en villas miserias asistiendo a la mujer embarazada, ya sea en contención psicológica o desde las mismas cooperativas de los barrios más humildes, de una forma poco organizada pero con una motivación muy fuerte: la defensa de la vida.


Como avance en el compromiso asumido, quisieron dar una respuesta más concreta a la sociedad sin quedarse en el esquema teórico de “estar en contra del aborto”. Y así crearon de forma progresiva hogares -que actualmente suman cinco.

Al principio los hogares eran sólo para mujeres embarazadas, a las que se daba contención psicológica, afectiva, y económica, para evitar los abortos. Y, como la situación económica y social desbordó todo esquema previsto, el Portal comenzó a asistir a mujeres no embarazadas pero que vivían en la calle o solas con sus hijos. Entonces dejó de ser una institución para la mujer embarazada, para ampliar su radio de acción a la mujer en situación de conflicto. Situaciones de violencia familiar, de violación, de ejercicio de la prostitución, de drogadicción, carencias de hogar y familia, son algunas de las calamidades por las que se lucha en los Hogares de Belén.

El valor de la responsabilidad


Algo muy interesante en la propuesta del Portal de Belén es la idea de ayudar a las madres a superarse y dignificarse como tales. Así, crearon micro-emprendimientos con el único objetivo de enaltecer el valor del trabajo, el esfuerzo propio, la labor en equipo, y generar un oficio en las madres para que cuando salgan del Portal tengan una fuente laboral. Y el valor del trabajo no es algo menor en mujeres que llegan al Portal huyendo; que viven en contextos de conflicto permanente y son víctimas de violencia, sometimiento, abuso, y descalificación continua; para encontrar en los hogares tranquilidad, armonía, y seguridad.

De eso no se habla


La sexualidad es un tema conexo a esta lucha por la vida, ya que normalmente se responde con educación sexual como una forma de prevenir. Pero ¿Qué tipo de educación es la necesaria para acabar con este problema? ¿A qué se llama educación sexual? “Si se trata de repartir preservativos y fármacos, yo te digo que no funciona”, aseveró Magdalena. “Nos pasa mucho la reincidencia de mamás que a cuatro años de haberse ido del Portal tienen el doble de hijos; y puntualmente les preguntamos por qué no se cuidan, no sólo por el embarazo sino por las enfermedades. Y si hay algo que me ha llamado la atención es que tienen un sentido totalmente paradójico de las cosas”, concluyó.


Es que la propuesta única del Estado es una educación sexual basada en la repartición de preservativos y fármacos, lo que quizá sólo disocia la sexualidad; por esto es necesaria una educación más profunda, que apele a la formación de valores, de la dignidad, la responsabilidad, y la autoestima. Así como lo define la colaboradora del Portal, aunque el Estado reparta preservativos y pastillas en dispensarios, universidades y escuelas, no son usados y es allí donde se torna indiscutible la necesidad determinar un esquema de proyectos y valores.

¿Cómo colaborar con el Portal?
Entrá a
www.elportaldebelen.ec o llamá al 4974817. Tu ayuda les ayuda

Por Emiliana Felizzia

Biocombustibles

Que el petróleo escasea no es novedad. Y que las guerras desatadas para obtenerlo están fracasando, tampoco. Ante tal perspectiva -estremecedora para el febril consumismo, ya que el petróleo es su condición de posibilidad- el mundo debate si los biocombustibles son la fuente de energía más conveniente para reemplazar el “oro negro”.

Los biocombustibles -es decir, combustible de origen biológico- son la alternativa energética impulsada con mayor fuerza por el presidente norteamericano George Bush, ya que, además de reemplazar al petróleo, producirían una energía limpia (no contaminante) y renovable. Los más usados son el bioetanol, que se obtiene a partir de maíz, sorgo, caña de azúcar o remolacha; y el biodiésel, que se fabrica a partir de aceites vegetales, como raps, canola, soja o jatrofa.

La generación de este tipo de combustibles -para lo cual en Argentina ya se dispone de una ley, promulgada en febrero por el presidente Néstor Kirchner- implicaría, según indica diario Clarín, una mejora en la rentabilidad, y un claro fortalecimiento patrimonial, ya que gracias a estos, la pampa húmeda valdría el doble que hace tres años.

En este sentido, Roberto Rodríguez, ex ministro de Agricultura y Abastecimiento de Brasil, relató en una entrevista realizada por el emisora Cadena 3, que esto presenta para los países tropicales una oportunidad de cambiar la civilización, ya que serán estos, por tener tierras disponibles, agua, y sol, quienes se tornarán “los surtidores del mundo”.

Sin embargo, para el sociólogo argentino Atilio Borón, convertir los alimentos en combustibles es un acto “monstruoso”, ya que significa “dar una nueva vuelta de tuerca a la alienación propia de la economía capitalista, que primero convirtió a los alimentos en mercancías y ahora los reconvierte en combustible”, según argumenta en diario Página 12. De esta manera, explica Borón, se viola la naturaleza misma de un bien y se lo convierte en uno de naturaleza totalmente distinta, acentuándose el proceso de extrañamiento del hombre con el entorno natural que hizo posible la aparición de su especie.

El pensador, profesor de la UBA y graduado en Harvard, avizora un mundo en el que “se provocaría, en aras del derroche inducido por las grandes transnacionales que lucran con ello, la lenta y silenciosa eutanasia de los pobres”, ya que la viabilidad de los biocombustibles implica practicar un genocidio, además de ser una estrategia de la Casa Blanca para debilitar la influencia de Chávez en América latina. “Por más que los discursos oficiales aseguren que no se trata de optar entre alimentos y combustibles, la realidad demuestra que esa y no otra es precisamente la alternativa: o la tierra se destina a la producción de alimentos o a la fabricación de biocombustibles”, sostiene en un artículo publicado en el Instituto Argentino de Desarrollo Económico.

Y quien sufrirá dicha carencia es el Sur, ya que ni Estados Unidos, la Unión Europea, China o la India tienen tierras disponibles para sostener al mismo tiempo un aumento de la producción de alimentos y una expansión en la producción de agroenergéticos.

Así, “la lucha contra el hambre -que padecen 2 mil millones de personas en el mundo- se verá seriamente perjudicada por la expansión de la superficie sembrada para la -producción de biocombustibles”.

Por otra parte, Atilio Borón ratifica las desmitificación de los biocombustibles, que realizó Víctor Bronstein, profesor de la Universidad de Buenos Aires. En primer lugar, no es cierto que sean una fuente de energía renovable y perenne, dado que los factores cruciales en el crecimiento de las plantas no son la luz solar, sino la disponibilidad de agua y las condiciones apropiadas del suelo. Asimismo, tampoco es verdad que no contaminan, ya que “el proceso de obtención del etanol contamina la superficie y el agua con nitratos, herbicidas, pesticidas y desechos; y el aire con aldehídos y alcoholes que son cancerígenos”. Por otra parte, es una falacia decir que se libera de la dependencia de los combustibles fósiles, ya que la producción de etanol sólo puede reemplazar un pequeño porcentaje del consumo mundial. Además, “para la producción de los bioenergéticos se requiere una utilización intensiva de maquinarias pesadas, transportes, herbicidas y pesticidas, todo lo cual supone un aumento en la utilización del petróleo y sus derivados”.

Consultado por Delta, el biólogo e integrante de la Fundación ACUDE, Federico Kopta, expresó: “Según cuál sea el modelo en que se produzcan y distribuyan los biocombustibles, su generalización puede tener un impacto muy negativo en el planeta”. En una nota publicada en el boletín de dicha fundación. Kopta señala los impactos evidentes: “la ampliación de la frontera agrícola, lo cual disminuye drásticamente la biodiversidad y genera la expulsión de los habitantes rurales; el incremento del precio de los alimentos; el agotamiento del suelo por monocultivo; y la continuidad en la concentración de poder y riquezas en manos de unos pocos, según un modelo económico en el que cada vez ‘sobra’ más gente”. Sin embargo, el biólogo manifestó que existen alternativas razonables: Por un lado, “avanzar sobre biocombustibles de segunda generación, que elaboran etanol a partir de desechos celulósicos, como restos de la industria maderera o de cosechas; y por el otro, usar cultivos perennes como la Jatropha, un árbol que prospera en lugares semiáridos, cuyas plantas pueden vivir unos 40 años, protegen al suelo y pueden ser cultivadas en unidades productivas familiares de pocas hectáreas”. Aunque poderosos intereses hayan coartado la implementación de alternativas energéticas renovables, Federico Kopta aseguró que “en Argentina las energías eólica y solar son promisorias. La energía eólica –promovida por ley nacional- funciona muy bien en la Patagonia, y en el suroeste de Córdoba. Por su parte, la energía solar es viable en la zona árida del noroeste, ya que tiene una cantidad importante de horas anuales de insolación; y la energía hidroeléctrica -que es la madre de las energías renovables en Argentina- ciertamente es una alternativa válida con un criterio racional de conservación”, afirmó el especialista.

Por Valentina Primo

Homenaje a Big Luciano

El mundo se viste de luto. Una de las voces más hermosas se apagó luego de deleitarnos por más de cincuenta años. Luciano Pavarotti murió el pasado 6 de Septiembre, y dejó lo amargo de la nostalgia, y lo dulce de su música que se inmortaliza en el recuerdo.

El gran tenor nació un 12 de Octubre de 1935 en Módena (Italia) y fue el único hijo de Fernando Pavarotti y Adele Ventura. En su país vivió una niñez marcada por la pobreza, la guerra y la ópera que su padre -como tenor aficionado- admiraba. Benjamino Gigli y Enrico Carusso, entre otros, fueron los cantantes que influenciaron su juventud y lo inclinaron hacia su pasión por este arte.

Al terminar su paso por la escuela decidió estudiar música para convertirse en profesor, pero el destino tenía preparado otros planes para Luciano. Poco a poco, entre el Teatro de la Comuna en Módena, y más tarde en La Coral de Gioacchino Rossini, Pavarotti demostró su talento con cantante lírico.

Si bien estos fueron sus inicios, el gran debut que lo llevaría a consolidarse en el mundo de la ópera no llegó hasta el 29 de abril de 1961, cuando interpretó a Rodolfo en
La Bohème de Puccini. Y sin duda su gran popularidad fue lograda por su famoso “do de pecho” que se hizo audible para el mundo a través del rol de Tonio en La hija del regimiento de Gaetano Donizetti.

Durante su vida como cantante lírico recorrió los teatros y óperas más importantes del mundo, representó los roles más dificultosos y respetados, se ganó el aplauso de los públicos más exigentes, y lo más importante: alcanzó los oídos de aquellos espectadores que jamás sintieron inquietud o afecto por ese género musical.

Además de su trabajo como solista, Pavarotti creó la serie de conciertos de “Los tres Tenores” en las que junto a Plácido Domingo, José Carreras y el reconocido director de orquesta Zubin Mehta, interpretó las piezas más populares de la música lírica. Cabe destacar además su ardua labor a favor de los niños víctimas de las guerras, en contra del hambre y la pobreza; ya que además de organizar los reconocidos conciertos de “Pavarotti and friends”- en donde invitaba a celebridades de la música popular- donaba las regalías de sus discos para alcanzar tales fines.

Su vida como cantante casi alcanzó los cincuenta y dos años, ya que recién a sus veinte años tomó con seriedad el canto lírico. En el 2006 le fue descubierto un tumor maligno en el páncreas, que si bien fue operado, terminó por quitarle la vida un año después. A sus 71 años, Luciano Pavarotti -quien se auto proclamó “cantante por instinto y no por técnica”- murió luego de una valiente lucha contra la enfermedad.

Lo particular y cálido de su timbre de voz, lo dulce y expresivo de sus ojos, la generosidad y altruismo de sus obras de caridad, no hacen más que hacer de esta ausencia una lamentable perdida para el mundo.

Hacer una biografía no es suficiente para homenajearlo. Las palabras no alcanzan para describir todas las emociones y sensaciones que ha logrado producir en las almas y
oídos de aquellos que lo escuchan en su “Nessum Dorma”; no es suficiente calificar de alegre y sorprendentemente técnico su “brindis” de La Traviata; no basta con pensar en “Big Luciano” como un exquisito cantante capaz de compartir escenarios con U2, The Corrs, Jon Bon Jovi o Anastasia.

Sólo puede ser homenaje suficiente un “fortísimo aplauso”, como los que solo él supo despertar, o una “furtiva Lágrima” que emerja involuntariamente al aprehender un poco de su alma a través de su maravillosa e inigualable voz.

Por Ma. Guadalupe Zamar

lunes, 15 de octubre de 2007

Literatura

Posicionada como una mujer fuerte y liberal, Alfonsina Storni tuvo una vida dura y sacrificada que terminó trágicamente, cuyas vivencias y tragedias reflejó en sus poemas.

En 1891 nace en suiza Alfonsina Storni, una de las poetizas más reconocidas de nuestro país. En 1896 regresa con su familia al país, y se instala en San Juan. Desde pequeña encontró la pasión que movilizaría su vida, y que le daría sentido: la poesía. Allí, con sólo cuatro años comienza a plasmar sus experiencias. A lo largo de su vida reflejó en sus poemas sus vivencias hasta el día de su muerte.

Galardonada con numerosos premios y reconocimientos, su poesía intenta reflejar la vida desde una mirada más realista y amorosa, ligada a la temática
feminista. En 1907 los Storni se instalan en Rosario, la familia no pasaba por una buena situación económica. Con su madre Paulina a la cabeza de la familia, las mujeres comienzan a trabajar como costureras. Ese mismo año llega a la ciudad una compañía teatral y Alfonsina reemplaza, gracias a una serie de casualidades, a una de las actrices, comenzando así una corta carrera como actriz recorriendo la provincia. Al regresar de la gira, escribe su primera obra teatral.

Una vez finalizada la gira, Alfonsina se recibe como maestra rural y gana un lugar sobresaliente en la comunidad escolar, consiguiendo un puesto de maestra y vinculándose con dos revistas literarias: Mundo Rosarino, y Monos y Monadas. Allí aparecen sus poemas durante todo ese año. Sin embargo, la neurosis que la afectaba la alejó de las aulas.

En 1911 nace su único hijo, de padre desconocido. Esta situación la colocó en la opinión pública como una mujer liberal y en contra del “sistema”. En 1938 se suicida su amigo, el escritor Horacio Quiroga. La escritora le dedica un poema en su honor, en el cual expresa -en versos conmovedores que presagian su propio final-“Morir como tú, Horacio, en tus cabales, y así como en tus cuentos, no está mal; Un rayo a tiempo y se acabó la feria…Allá dirán. Más pudre el miedo, Horacio, que la muerte, que a las espaldas va. Bebiste bien, que luego sonreías… Allá dirán. El final”.

Su último libro fue publicado en 1938, una antología de sus poemas favoritos. Hacia mediados de ese año viajo a Mar del Plata y allí en la playa La Perla, tras la muerte de su amigo, sola y aquejada de cáncer, se suicidó adentrándose en el mar, donde actualmente se erige un monumento recordando esta tragedia.

Antes de suicidarse envió su último poema al diario, en el que se despedía de su hijo, que fue publicado ese mismo día en su honor.

Alguna de sus obras: La inquietud del rosal (1916), El dulce daño (1918), Irremediablemente 1919, Languidez 1920, Ocre 1925, Poemas de amor 1926, El amo del mundo: comedia en tres actos 1927, Mundo de siete pozos 1934, Mascarilla y trébol 1938, Antología poética 1938.



Por Georgina Catalano

sábado, 13 de octubre de 2007

Sociedad

La gravísima situación de miseria y marginalidad que sufren las comunidades aborígenes en el Chaco -que derivaron en la muerte de once personas el mes pasado- pone sobre el tapete un tema que los argentinos nunca parecemos dispuestos a enfrentar: la privación de derechos legítimos a nuestros pares. “Es muy difícil extirpar algo que viene desde hace muchos siglos; desde la conquista hemos sido destruidos, silenciados, e incluso negados, de tal manera que nos metieron la vergüenza, vergüenza de considerarnos originarios, de ser aborígenes”, relató Víctor Acebio, presidente del Instituto de Culturas Aborígenes, en un diálogo que mantuvo con DELTA.

Víctor pertenece a la comunidad chicha -en el límite con Bolivia-, uno de los 14 pueblos que, según se estima, habitan la Argentina; entre ellos: collas, diaguitas, pilabas, chorotes, chulupi, tobas, guaraníes, chiliguanos, mocovíes, mapuches, y tehuelches. La cifra, según el censo del INDEC de 2005, señala más de 600 mil aborígenes; sin embargo, la Asociación Indígena de la República Argentina (AIRA) afirma que la cifra asciende a 3 millones.

-¿Por qué los aborígenes son considerados una minoría cuando en realidad no lo son?
-Este es uno de los mitos que han existido, y que parte desde todas las políticas que hubo en el país. Cuando se hablaba de los originarios, hasta antes de 1992, siempre se hablaba en tiempo pasado, como si no existieran. Y cuando querían hablar de nosotros, siempre pintaban un arco, una flecha, una vasija, una carpa, un toldo, o las boleadoras; esto eran los aborígenes. Pero después del 92 son rostros concretos, son voces, son lenguas que empiezan a surgir. Esta ideología ha permanecido mucho tiempo inserta en la sociedad: Que no existían, y si existían eran una minoría. Y somos muchos más de lo que dicen. Incluso, lamentablemente, en los censos que se realizan en el país, no se tiene en cuenta a la periferia, que es a donde muchos de mis hermanos van por la situación de miseria.

Con una franca y transparente sonrisa, Acebio relató que a partir de 1992, “ha cambiado la historia de nuestro pueblo: tenemos mucho más espacio para plantear nuestras celebraciones, nuestros ritos, nuestra lengua. Para nosotros es el nuevo Pachakutej”. Pacha significa tiempo, y kutej, retorno. “Es el tiempo que vuelve, es un nuevo tiempo -explicó-; y está divido en distintas eras, por eso no es casual que hayan pasado 500 años, sino que nosotros esperábamos este momento”. Es que la toma de conciencia y la autovaloración que se está produciendo en aquellos pueblos es una señal esperanzadora para Víctor, “es el primer paso, porque desde esa toma de conciencia es mucho más fácil pelear contra lo otro. Es cierto que algunos pueblos han perdido su lengua, pero también, por ejemplo, los hermanos tobas la están recuperando, y lo mismo ocurre con los mapuches, los guaraníes, y con la lengua quechua, al norte. Por esto digo que no estamos muertos, estamos de pie, y estamos acá”.

-¿Cuáles son las principales reivindicaciones de las comunidades?
-Fundamentalmente, la propiedad de la tierra, que incluso no implica el concepto de propiedad que tiene la sociedad blanca, sino que son tierras comunitarias, donde uno pueda vivir, pueda tener educación, donde pueda vivir su espiritualidad, donde pueda usufructuar el cultivo de las tierras; todo esto necesita el hombre para sobrevivir. Siempre hemos sido arrinconados hacia las tierras que son casi desérticas, entonces esto es una asignatura pendiente a la que apuntamos.

-Al hablar de distintos tipos de propiedad, ¿Qué tipo de organización reivindican: una estructura política propia o una asimilación total?
-No, fuimos asimilados por otras culturas por más de 500 años, y por eso fuimos negados y sufrimos la pérdida de nuestras lenguas originarias. En este momento no hay resentimiento, sino que queremos un respeto a la diversidad, a lo diferente. No hay ninguna cultura que sea superior ni inferior, sino culturas distintas. En ese sentido creo que el desarrollo de los pueblos se produce en la medida en cuanto se interrelacionan culturalmente. Lo mismo ocurre con la lengua. Mi lengua, mi historia, mi pueblo, mi espiritualidad, todo crece en la medida en que me relaciono con el otro; sino se mueren. Eso es por lo que luchamos.

Lejos de aquel cliché tan fuertemente arraigado acerca de la cerrazón de los pueblos originarios, Víctor explicó que, como pueblos originarios, es también un desafío aprender otras lenguas y conocer otras culturas, para saber cómo piensan los otros. “Mucha gente piensa que nosotros nos vamos a cerrar dentro de nuestra lengua, pero no; nosotros, además de recuperar nuestras lenguas, tenemos que aprender otras: español, inglés, francés, portugués, así como también yo puedo utilizar la computadora e Internet; son bienes universales. Hay mucha gente que piensa que nosotros únicamente queremos vivir en un pedazo de tierra, cuidando los cabritos, las ovejas, y quedar ahí. Pero no. También está el otro desafío para nosotros, de conocer, de aprender, siempre dentro de los marcos de nuestro pensamiento, aquello que hace a nuestra identidad”, aseguró.

La reforma de la Constitución de 1994, en el artículo 75, no sólo reconoce la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos, sino que garantiza “el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural”, así como el reconocimiento la personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan. Sólo basta la lectura de las noticias cotidianas para comprender cuan efectiva es su aplicación. Sin embargo, Acebio rescata el paso que se dio a partir de esta disposición: “Es mucho más incluyente, y esa es la nota esperanzadora frente al futuro. Creo que esto que empezó a caminar, no se detiene más, es como una bola de nieve -aseguró-; este es un desafío para los gobiernos provinciales y nacionales, tener en cuenta qué políticas implementar con nuestra gente, y en esa política queremos ser partícipes, que nos pregunten, que consulten, que trabajen con nosotros para responder a las necesidades que tenemos”, concluyó.

Por Valentina Primo

miércoles, 10 de octubre de 2007

Diseño y decoración

A través de un mundo innovador y sorprendente, se llevó a cabo en nuestra ciudad el encuentro latinoamericano de diseño denominado “Diseño con Acento”. Decenas de creativos se unieron en el castillo del Jockey Club para desplegar trazas únicas e ideas hecha objetos. Así, los días 23, 24, 25 y 26 de agosto decenas de cordobeses fueron testigos de un encuentro esperado e innovador.

Para recibir a los cientos de interesados en el diseño, la creatividad y el arte, el salón principal de Jockey Club Córdoba se mostró de lo más llamativo: vanguardia, estética rústica, arte minimalista y diseños industriales, vistieron de color aquellos pasillos antiguos. Y es que en cuanto a diseño no hay esquema que alcance, y la imaginación se hizo tangible en decenas de productos (en su mayoría artesanales) que satisficieron gustos de lo más variados.

En los parques de entrada al predio, la vanguardia fue la encargada de dar el gran saludo de bienvenida a los presentes. Con formas vivas y abstractas, y colores puros, el verde del césped cedió su espacio al shock de la presentación. A lo que, paradójicamente, se sumó la indestructible estética rústica, que siempre gusta y se impone en diseños de exteriores.

En el interior del magnífico castillo, la línea vanguardista siguió su curso y en manos de “puteríos marionescos” el hall de entrada se vio repleta de marionetas vestidas de rojo, negro y blanco, bajo una evidente tópica de cabaret. Y eso fue sólo el comienzo de una muestra sin precedentes en nuestra provincia.

Un detalle muy particular fue la labor de un conocido dibujante de caricaturas que se encargó de retratar a los acérrimos visitantes, que visitaron por horas la muestra durante los cuatro días. Y siguiendo el recorrido, espejos de colores, cuadros, diseños de exóticos mobiliarios, y accesorios femeninos artesanales y creativos, se expusieron en el primer piso del salón.

El segundo piso del castillo, así como el tercero, fueron cede de artículos más convencionales, empero con un agregado: todos los diseños distaban de ser los corrientes. Muebles, accesorios para el hogar y objetos de cocina realizados con materiales poco vistos -como bambú, madera trabajada con acero, plástico, acrílico, entre otros- y con formas de lo más atractivas e interesantes; todo esto sin perder la funcionalidad necesaria para hacer uso de estos productos. Y como siempre, la ropa de mujer tuvo su espacio, con muestras en cuero, geniales texturas, y exposiciones de ropa interior (poco comedidas, pero muy sensuales); otorgando a ellas su rincón para el deleite.

La práctica hecha teoría

En una carpa separada del salón principal, se daba cita a las clásicas (y tan necesarias) conferencias, a las cuales podía asistir cualquier persona interesada -y acreditada- para conocer más sobre el mundo de las formas y las ideas. Este espacio era quizá el más internacional de evento, ya que conocidos creativos de Latinoamérica participaron para demostrar que no es ni tan lejano, ni tan inútil, el mundo de diseño.

Y si bien lo tangible ya demostraba lo fascinantes que resultan ser las personas dedicadas a renovar, embellecer y funcionarizar el mundo material, este espacio para las palabras fue simplemente el lugar ideal para echar rienda suelta a la imaginación y conocer sobre nuevas opciones en cuanto a diseños.

Así, pasaron centenares de creativos locales y extranjeros para demostrar que existe un mundo por conocer apasionante y abierto para todos: el mundo de la creatividad, el universo del diseño.

Por Emiliana Felizzia

Nota de tapa

Se estima que cerca de 21 millones de americanos tienen diabetes mellitus , y millones más son potenciales afectados. Este padecimiento impide que el cuerpo metabolice los hidratos de carbono -principalmente azúcares- que deben convertirse en energía. Si la enfermedad no logra ser tratada correctamente., puede traer consecuencias como daños en los ojos, el corazón, los riñones, los nervios y los vasos sanguíneos.

En términos más científico, se entiende que la comida que se ingiere procede a trasformarse en glucosa. Este tipo de azúcar realiza un recorrido pasando por el flujo sanguíneo, en el cual es utilizado por las células para el crecimiento y energía. Sin embargo, para lograr este cometido, la insulina debe estar presente en su justa medida. La insulina es una hormona producida por el páncreas y de no ser producida -o si las células no le responden-, esta glucosa permanece en el flujo sanguíneo provocando un incremento de azúcar en la sangre. Si los niveles de azúcar en sangre son muy altos, entonces se está en presencia de la hiper glucemia; y cuando el nivel de azúcar en la sangre es bajo, se denomina hipoglucemia.

Existen además diversos tipos de diabetes cuyas características van mutando de acuerdo a su complejidad. Así un diabético tipo 1, al no poder producir insulina, debe suministrársela diariamente a través de inyecciones o (través) de un sistema de bomba. Este tipo suele manifestarse antes de los 18 años, aunque no es así siempre, y es una enfermedad auto inmune en donde el propio cuerpo se encarga de destruir las células que producen la insulina en el páncreas.

Un diabético tipo 2 es mucho más frecuente, y se diferencia del anterior porque el cuerpo sí es capaz de producir insulina, aunque no la cantidad necesaria. Los cuidados para quienes la padecen van desde ejercicio y comidas saludables, hasta administración de insulina por vía oral.
Otros tipos son la diabetes gestacional, que se desarrolla durante el embarazo, y por lo general una vez que el niño ha nacido desaparece.; y la pre-diabetes o resistencia a la insulina. Este tipo particular en franco crecimiento, se entiende a partir de un aumento en los niveles de glucosa en la sangre. La insulina producida en el cuerpo no se utiliza de la forma adecuada provocando que el nivel de azúcar en la sangre aumente.

Pero la idea que impulsa este artículo no es informar sobre esta enfermedad que tanto se escucha mencionar. El propósito es indagar más profundo, y descifrar el porqué cantidad de personas que la sufren día a día en cualquiera de sus tipos, no puede controlar su afección ni prevenir sus terribles consecuencias.

Un diabético correctamente compensado no debe sufrir más que el compromiso de medir su azúcar diariamente y contrarrestar la carencia o exceso de ella. Sin embargo esto en el país del “debería ser…pero no”, es imposible.
Miles de diabéticos no consiguen adquirir el mínimo de instrumentos que le permitan llevar equilibradamente su enfermedad, aún a pesar de que el Estado en todas sus ramificaciones deba ser garante de que esto suceda.
Teniendo en cuenta que las causas de la enfermedad son múltiples, y que actualmente está en manifiesto ascenso, DELTA consultó a especialistas en materia legal para entender qué sucede con aquellas personas que no sólo tienen que lidiar día a día con los trastornos de su padecimiento, sino que además deben ampararse en la ley, para que ésta le recuerde al Estado cuáles son sus obligaciones y deberes.

Los doctores Esteban Sandoval Luque y Sebastián Sandoval Junyent asesoran legalmente a la Asociación Diabéticos Argentinos en Córdoba (A.D.A.) y a través de esta entidad entran en contacto diariamente con numerosos casos, en los que diabéticos son discriminados, sus medicamentos no son entregados en tiempo y forma, y no logran recibir la información que deben manejar para lograr que su salud se mantenga estable, más que por vías privadas.

- Básicamente la pregunta es: ¿Cuál es la problemática que hace que los diabéticos tengan que apelar a asesoramiento legal?

La historia del porqué la gente reclama tiene que ver un poco con un despertar que han tenido frente a qué derechos se tienen frente a las obras sociales o frente al Estado. También existen entidades de medicina pre- paga que no son creadas por ley y que son privadas, pero que de todas formas entran en el círculo de la salud. Es por esto último que no pueden contradecir leyes o normas superiores cuyo interés esté más arriba de intereses particulares. Aunque el convenio es yo afiliado - yo entidad privada.

Nosotros en contacto con el A.D.A. comenzamos a dar charlas a diabéticos que no tenían conocimiento de los derechos que les corresponden, así como también se les informaba sobre qué medicamentos utilizar, qué tipos de diabetes existen, educación sanitaria y nutrición entre otras cosas. Y allí surge la pregunta del porqué tenemos que reclamar cosas que simplemente nos deberían dar. Así nos encontramos con que hay todo un espectro de normas, como por ejemplo la Ley 23.753 con su decreto reglamentario 1.271, que es la Ley Nacional de diabetes. Esta ley -que propende a la defensa del diabético- establece una serie de normas que garantizan la educación, el suministro, la difusión -convengamos que son mucho más caras para las entidades pre-pagas las consecuencias de una diabetes mal compensada por falta de información, que entregar insulina, bombas, tiras radioactivas para medir el azúcar- y otras cosas. Lo más importante y lo más difícil es educar. Concurrimos a una falta de gestión del conocimiento, lo que complica la situación de los enfermos.

Y es notable que la desinformación es un mal contagioso en la sociedad. Esta terrible enfermedad, que es la falta de datos, lleva a la discriminación, al resentimiento y la poca solidaridad. Una referencia para contrarrestarla nos la da la Ley de Diabéticos que se pronuncia más o menos así:“la diabetes no será causal de impedimentos para ingreso laboral, tanto en el ámbito publico como privada”. En palabras del Doctor Esteba Sandoval: “Utópico para la realidad objetiva que se vive en el hacer cotidiano”.

-¿Cuáles son las violaciones a derechos más frecuentes?

Existen casos en los que ante una propuesta laboral se elige a uno que no es diabético en lugar de uno que lo es, sin más motivo que la enfermedad. Hemos tenido casos de despido de una empresa -que no nombro aunque me encantaría hacerlo- en la que “te echo porque sos diabético”. Esto es por falta de información. Es un estado de afección por falta de insulina, sí. Pero si están compensados, son iguales a cualquier otro cristiano.
Y los principales casos que llevamos, son falta de suministro de tiras para medir la glucosa. Por ejemplo el APROSS acá en la provincia tiene una ley que establece que estas tiras deben darse en un 100 por ciento, Pero esto no siempre se cumple, entonces la gente tiene que presentar un amparo.
En los hospitales la gente solicita insulina y no siempre se la dan. Al no conocer sus derechos, el porcentaje de gente que toma medidas es muy reducido. Pero no sólo en la salud pública sucede, es a todo nivel: provincial, sindical, privado, etc.

-¿Y cuál es el fundamento para entregar menos suministros o no entregarlos?

Las excusas que ponen las obras sociales para no dar insulina, tirillas y demás suministros son básicamente el amparo en el PMO que es el Programa Medico Obligatorio. Éste es una resolución ministerial que establece, por ejemplo, la cobertura de las tiras reactivas a un 70 por ciento y la insulina a un 100 por ciento. Y la entrega de las tiras son el mayor problema, porque son las más caras. El diabético se tiene que inyectar insulina, pero para inyectarse deben saber cuánta necesita, debe saber qué nivel de glucemia tiene. Cuando hay inestabilidad en el enfermo, a veces se necesitan seis por día, otras dos y en algunos casos una y media, todo depende. Entonces las obras sociales se amparan en el PMO y dicen que entregan 400 tiras a un 70 por ciento, es decir 400 tiras al año. Si multiplicás cinco tiras por siete y eso por cuatro, y eso por doce, son entre 1.600 y 1.800 tiras por año. La obra social entonces da mucha menos de lo que el médico prescribe y de lo que el paciente necesita. En definitiva esta resolución ministerial no se puede contradecir con la ley de diabetes que es nacional. Si bien tiene pocos artículos, estos amparan a todos quienes sufren diabetes con el fin de garantizar la estabilidad de su salud. Esta resolución fue dictada en un momento determinado, por personas determinadas y que seguramente en un momento en que regían intereses de por medio. Sin embargo, en la resolución se dice -en un asterisco y con letra muy chica- que la entrega de tiras y medicamentos debe ir en aumento progresivo.

Problemas que se manifiestan como figuritas repetidas de álbumes diferentes. Esta vez, el turno fue de la diabetes. Problemas coyunturales que se resuelven con el más simple y más peligroso de los remedios, el conocimiento.


Por M. Guadalupe Zamar





lunes, 23 de julio de 2007

Nota de tapa

En una época en donde los tradicionalismos se ven un tanto difuminados, y las fronteras sociales se agudizan, nuestro país se viste de celeste y blanco por la llegada del segundo centenario nacional. Se trata de una etapa de reflexión y remembranza sobre el paso destacado de héroes e indignos que hicieron, y hacen, de nuestro Estado una cuestión aparte.

Como en todo festejo los recuerdos se vuelven los principales protagonistas, resuena la necesidad de reconstruir los procesos claves que conformaron este “ser nacional” vislumbrado en el argentino de hoy. Podría quizá decirse que el centenar de años de 1910 para adelante muestra un colorido social, político, y cultural casi impensado por aquellos intelectuales que forjaron nuestra Nación poco menos que doscientos años atrás. Y es que aquellos históricamente llamados patriotas, lejos de pensar que “para un argentino no hay nada peor que otro argentino”, discutían sobre cómo sortear el camino que lo lleve a una liberación total para formar un Estado Nación, una memoria histórica y una memoria colectiva única.

En palabras del filósofo José Pablo Feimann, “vivimos en una época de espera”; hoy la existencia no es acción sino incertidumbre y escepticismo. Se trata de una espera cada vez más alejada de la esperanza nacional de comienzos de siglo XIX. Se trata de una falta de utopías nacionales y de un “deber ser” en el imaginario social, que lleve al argentino a la lucidez de la crítica constante. Ya nada nos sorprende, la proyección desencanta y se naturaliza la pasividad. Entonces, ¿Cuál es nuestro ser nacional?

El idealismo de Echeverría, el historicismo de Alberdi, la cultura de resistencia de Rosas, la identidad gauchesca de Hidalgo, el iluminismo rivadariano, el romanticismo de Sarmiento, y tantas otras fuentes de identidad social, ya no se entrevén siquiera entre los argentinos. Quizá por miedo, quizá por desinterés, quizá por espera.

El ser nacional se desprende figuradamente de rasgos o gustos comunes (el fútbol, los amigos, el asado, el dulce de leche) y más tristemente aún de rasgos que definen al argentino por reflejo negativo (corrupción, engaño, chamullo). La ideología nacional no se torna manifiesta, y únicamente el desarraigo, la mentira, y la displicencia gubernamental, parecieran ser los disparadores más fuertes del despertar patrio.

El arte de ser argentino

La tradición hace de un Estado una Nación, y durante siglos se resquebrajaron ideales patrióticos alejando uno del otro. Quizás el más fuerte poseedor del alma argentina fue el folklore en tanto proceso musical, poético, y espiritual. ¿Quién no deja de encantarse con las prosas del Martín Fierro, los acordes de la guitarra y el sabor del mate? ¿Quién deja de identificarse con el gaucho rebelde y las pampas coloridas?.

Pero siempre que se pueda se atraviesan estas fronteras, y mientras no sea necesario no se vuelve al lugar de encuentro. Y el arte es esto: un ir y venir que nos define por momentos. La Argentina de este siglo se muestra inmiscuida en un avatar de sonidos, colores y figuras, de más interesante. Realismo, ultraísmo, pop-art, arte figurativo, y muchos otros movimientos, se entremezclan hoy en el mundo de la pintura nacional. Tango, rock, pop, folklore, se van aunando con fusiones de estilos (para muchos agradables), en la música local. Lo mismo para la literatura (muy apegada a la novela, los ensayos, el historicismo, y la crítica), que está abriendo camino al conocer de la historia a través de las palabras.

Pero, aunque parezca inaudito, el arte sigue haciéndonos pueblo, sigue determinando la identidad que nos representa: la demanda, la crítica y la ruptura parecieran ser el motor de cada manifestación artística e intelectual en nuestro país (lo cual, históricamente hace que esta línea de catarsis social se el denominador común con la generación del siglo XX).
Es entonces cuando, sin apelar a otra cosa más que a la creación, se vislumbra una alo de luz nacionalista ciertamente fuerte.


Que cien años no es nada... y doscientos tampoco

La ruptura con el orden colonial (allá por 1810), aunque parezca paradójico, no tiene demasiadas diferencias con el intento de quiebre con el orden “neo” globalizado (actual por cierto). En el proceso independentista, la construcción de un Estado Nación llevó aparejado la organización integral de un país que carecía de muchos soportes, demandando fuertes medidas que -en manos de unos pocos- cambiarían el rumbo de un pueblo impregnado de lucha y desconcierto. La división de poderes y la determinación de una fuente de emanación de este poder (dada por el pueblo, que lo legitimara), se entremezclaron con el reconocimiento de un país capaz de relacionarse económicamente con otros estados, de institucionalizar sus sistemas sociales, y de perpetuarse como hacedor de su futuro. Así, intelectuales nacionalistas entremezclaron fórmulas prescriptivas con fórmulas operativas de una manera, a su entender, correcta.

Pero ¿Qué relación guarda ésto con la Argentina de hoy? Pues mucha. Después de casi doscientos años, pareciera que nuestro país no logra liberarse totalmente: las interminables dependencias económicas hacen de este Estado un títere político y social, acercándose cada vez menos a la República ideal de la que hablaba Alberdi. Las fórmulas operativas poco se han relacionado -desde los segundos cien años- con las prescriptivas, permitiendo prácticas autolegitimadas como “patriotas o nacionalistas” que llevaron al descalabro de una Argentina “condenada al éxito”. Y aunque la división de poderes, junto con la federalización nacional, parecieran seguir -haciendo la vista gorda y un tanto despistada- el ritmo de una Nación republicana en progreso, que seguiría los lineamientos del siglo XIX, no parecen ser suficientes para determinar la armonía global.

Es entonces cuando la apología a una “libertad civil para todos, libertado política para pocos”, no desaparece del todo en nuestro país, hoy legítimamente democrático pero ilegítimamente gobernado en más de una oportunidad.
Por Emiliana Felizzia






Por Emiliana Felizzia

Informe especial

La minería a cielo abierto, el método vigente para este tipo de actividad, implica una depredación de los recursos naturales y un verdadero peligro para la vida. Sin embargo, las consecuencias no concluyen allí, ya que la minera multinacional Barrick Gold podría llegar, en su búsqueda de oro, a volar parte de la Cordillera de los Andes.

El saqueo en Argentina trasciende los límites de la imaginación; inclusive, es capaz de ingeniar inefables métodos para hacer, de aquello que no es rentable, un excelente negocio. Es que la escasez de oro desató una serie de mecanismos perversos, no sólo para obtenerlo, sino también para transportarlo al menor costo. La explotación a cielo abierto, que consiste en dinamitar zonas para obtener el oro diseminado, conlleva una serie de consecuencias irreversibles, tanto a nivel ambiental, como para la vida misma.

Si bien en Mendoza se logró prohibir por ley la minería metalífera a cielo abierto -lo que llevó a dos mineras canadienses a suspender sus inversiones allí- el caso no es más que una excepción. O un ejemplo, si se considera el logro que significó para las asambleas de vecinos de Alvear, que bregan por esto desde hace más de un año y medio, según detalla el diario Día a Día.

A cualquier precio

La avidez por el oro se resiste a cualquier límite, aún la propia vida humana. Debido a que los escasos minerales existentes en el planeta son de baja ley, la industria minera transgrede toda barrera natural para idear un método siniestro. En un artículo publicado en el portal de Rebelión, el periodista y activista Javier Rodríguez Pardo lo explica: “Primero, detecta de manera satelital los yacimientos, aquellos sitios donde hay más concentración de minerales, generalmente diseminados en extensiones kilométricas, y luego aplica un cóctel de sustancias químicas que le permite atrapar el mineral sin importarle secar acuíferos, desviar ríos, destruir glaciares y volar montañas con promiscuidad dinamitera a cielo abierto”.
El integrante del Movimiento Antinuclear del Chubut (MACH) y la Red Nacional de Acción Ecologista (RENACE) relata que “el mineral de oro y plata es sometido a lixiviación (una especie de lavado) con cianuro de sodio, para luego ir a un circuito de decantación -que separa los minerales ricos-. Este proceso deja un cóctel tétrico de residuos en las altas cumbres donde nacen las aguas de San Juan”. Además explicó que las explosiones “dejan en suspensión, a merced de los vientos, importantes volúmenes de metales y otros minerales, que -inevitablemente- serán respirados: plomo, arsénico, uranio, cromo, zinc, asbesto, mercurio, azufre, cobalto, manganeso y tantos otros, conforme coexistan en el medio explotado, ya que son todos yacimientos polimetálicos”, afirma en un artículo publicado en el 85rtal del Observatorio Latinoamericano de conflictos Ambientales.

En una entrevista con DELTA, Mirta Antonelli, profesora e investigadora del Centro de Investigaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades (UNC), relató que son muchos los proyectos existentes, entre los que citó a Jáchal, Calingasta y Jahuelito. "San Juan es el blanco de rapiña de este tipo de explotación -expresó- y la gran meta es el proyecto binacional Pascua-Lama".

Pascua Lama es un yacimiento que se encuentra en los límites trasandinos, aproximadamente a 150 kilómetros de Vallenar, en Chile, y forma parte del proyecto de la compañía multinacional Barrick Gold, la cual explota en la actualidad el yacimiento de Veladero, también en San Juan. Antonelli explicó que “ya hay una parte del territorio nacional entregado a la minera Barrick Gold: 100 kilómetros del lado chileno y 100 kilómetros del lado argentino ya no son ni chilenos ni argentinos -puntualizó-, están cedidos directamente a la transnacional, con lo cual efectivamente ahí hay un tercer estado que ya no responde al concepto de soberanía".

Es aquí donde entran en juego los cómplices del saqueo. Por que las leyes mineras del país, como relata la profesora universitaria, se firmaron en la década de los 90, “con una enorme y escandalosa política prebendaria: Tienen estabilidad fiscal por 30 años, esto es, tienen garantizado que no le van a subir los impuestos; las regalías que pagan son verdaderamente vergonzosas; no tienen que pagar el IVA durante los primeros años de explotación; no pagan tasas de exportación del oro -porque no lo sacan como oro-; y usan el agua argentina para mezclarla con el cianuro -en el proceso de lixiviación, cuyo filtrado vuelve en un porcentaje más que considerable al filtro en las napas de agua y de hielo-, expresó.

Agua regalada

Precisamente por tratarse de minerales de baja ley, aquel cóctel químico requiere un mayor costo de energía y enormes volúmenes de agua. Pero en virtud del acuerdo binacional firmado, el agua no se les cobra. Rodríguez Pardo puntualiza que en el estudio de Impacto Ambiental de Pascua-Lama dice que la demanda de agua será abastecida desde el río de Las Taguas, en Argentina y que “Barrick dispondrá de los derechos de aprovechamiento según crea necesario" por 20 años, “tiempo que implicará llevarse las reservas, dejándonos las secuelas de los drenajes ácidos, destrucción de la Reserva de Biosfera de San Guillermo, excepcional asiento de todo el ecosistema de las altas cumbres, acuíferos subterráneos, ríos y arroyos, y de toda calidad de vida aguas abajo”, afirma el periodista.

Según indica Diario de Cuyo, Pascua Lama necesitará 146 litros de agua por segundo para todo el proceso industrial y el consumo humano. Mirta Antonelli aseguró que, si Barrick Gold tuviera que pagar el agua, “les saldría más caro que el oro”.
El túnel, y el fin de la cordillera

La reducción de costos al mínimo no se circunscribe al uso gratuito del agua. “Estos señores -dijo Antonelli- no quieren pagar ni siquiera el uso de las rutas, no quieren pagar los peajes ni los costos de traslado, y están dispuestos a perforar la cordillera para salir por el pacífico directamente. Nos vamos a quedar sin la fábrica de agua dulce, que es la cordillera. El proyecto de Barrick es, efectivamente, un túnel de un lado y del otro de la Cordillera, así que la cordillera no les ofrece obstáculos porque están dispuestos a volarla como les haga falta”, expresó.

Este túnel de 4606 metros unirá los dos países para cruzar el material y tratarlo en el sector argentino. Porque, como relata la investigadora, la explotación que se haga en el lado chileno -tanto el material como los desechos- se va a trasladar al lado argentino para ser lavado con agua argentina. “Si bien el tratado es escandaloso, muestra a la vez que Chile ha tenido una política más proteccionista respecto a sus recursos y medio ambiente, porque es un proceso irreversible y los recursos que están en juego no son renovables. La política argentina es suicida, o más bien genocida”, concluyó.

Por otro lado, la declaración jurada -en la que se expone al Estado el material extraído- ese efectuada por las propias empresas, con lo cual “además de que las regalías son mínimas, ellos dicen cuánto se llevan; y además -agrega la profesora- sólo dicen lo que se llevan en oro, sin decir cuánto se llevan en plata y en los demás minerales. Es decir que acá el saqueo es total”.

Contaminación y censura


Antonelli explicó que los ciudadanos sanjuaninos desconocen la magnitud del problema porque San Juan, al igual que el de otras provincias, tiene una estructura política casi feudal, en la que se suceden por generaciones, o por turnos democráticos el mismo núcleo de gente, por lo cual las relaciones de poder que ejercen sobre la ciudadanía es muy fuerte. “Cuando digo ciudadanía también me refiero a los medios de comunicación -dice la investigadora-; hay reportados casos de amenazas a periodistas, y levantamientos de programas de radios. Se impuso una especie de silencio cuidadoso en instituciones públicas, como la propia universidad”. Si bien hay algunos medios alternativos que difunden la información, el modo de circulación es asimétrico. “Es una lucha muy desigual”, finalizó la entrevistada.

El saqueo de los recursos por parte de empresas multinacionales no tendría lugar sin la connivencia nacional. Y, como parte de esta complicidad, la apatía social tampoco queda redimida. Como dice el escritor norteamericano George Steiner, “Somos cómplices de lo que nos deja indiferentes”. En una sociedad que hizo de los sueños una mercancía que se compra por televoto, ¿Alguien sueña con dejar algún futuro para sus hijos?
Por Valentina Primo

Universidad y dependencia

Mirta Antonelli es profesora de Teoría de los discursos sociales II en la Facultad de Filosofía y Letras. En una año académico signado por paros docentes, Antonelli decidió protestar de otra forma: dando una charla sobre las razones que explican el desfinanciamiento de la Universidad y la nula prioridad que se da a la educación. Así, expuso el caso de Barrick en San Juan y su subsidio a la Universidad para explicar cómo “el Estado estaba avalando explícitamente este modelo, que tenía que ver con instuir normativas por las cuales los capitales pusieran la plata para subsidiar investigaciones en Universidades públicas; esto -dijo la profesora- hablaba de una preocupante relación entre producción de conocimiento científico y dependencia económica”. Las estudiantes, tras escuchar la charla, tuvieron, en palabras de Antonelli, “la estimulante respuesta de pedirme que preparara un seminario sobre la problemática de la explotación minera en la Cordillera”. De ésta manera surge el seminario Cómo se construye una supranación, el neo mito de la fundación y la utopía del futuro venturoso, que contó con la presencia del licenciado Adolfo Buffa, titular de Economía Social; Javier Rodríguez Pardo, periodista y activista en movimientos sociales; Miguel Mato, director de Cine Independiente; el doctor Nelson Marcionni, profesor de Derecho Internacional Público e investigador de CONICET; y el doctor Raúl Montenegro, presidente de FUNAM.