domingo, 18 de marzo de 2007

Salud


El 8 de marzo se celebra el día internacional de la mujer conmemorando la lucha por el respeto a sus derechos. Pero, como mujeres, todos los días debemos hacernos valer, y respetarnos cuidando nuestra salud; mediante un simple examen se pueden prevenir graves enfermedades, que pueden acabar con nuestra esencia.

El cáncer de mamas es el cáncer más común entre las mujeres; una de cada ocho padece esta enfermedad, la cual desarrolla células cancerosas en los tejidos de la mama. La glándula mamaria se compone de varios racimos de lóbulos o lobulillos conectados mediante conductos delgados, como si fueran las ramas de un árbol, es en estos conductos en donde se desarrolla el cáncer de mama.

En América latina mueren alrededor de 300.000 mujeres al año por esta afección. Estas cifras son alarmantes, pero más aun es saber que no existe conciencia de la importancia que tiene al auto examen mamario, el cual que debe realizarse periódicamente. Muchas veces este examen no es realizado ya que, muchas de las personas no creen que realmente sea eficaz para detectar la enfermedad. Pero esto no es así: está comprobado que el auto examen mamario puede detectar la enfermedad en el comienzo de su formación y que, con la ayuda complementaria de una mamografía, el cáncer puede ser curado.

A pesar de que el auto examen es de gran ayuda, no debe restringirse la prevención únicamente a este método, sino que además las mujeres mayores de 30 años deben realizarse, por lo menos una vez al año, una mamografía. La mamografía es el método más eficaz para la detección del cáncer mamario; consiste en una radiografía de la mama que puede detectar tumores en la zona.

Existen diferentes tipos de cáncer. Va a depender del lugar a donde éste esté localizado, cuando esta ubicado solamente en las mamas es denominado local; cuando el tumor se haya desplazado hacia los nódulos axilares, es decir debajo del brazo es lo que se conoce como regional; y por último cuando se haya desplazado a otras a otras partes del cuerpo, es decir que sea metastático es conocido como cáncer distante. El tamaño y la distribución del cáncer es importante para ayudar al diagnóstico y a determinar el curso del tratamiento.

A la hora de dar un diagnóstico el medico también tendrá en cuenta la etapa en la cual se encuentra el cáncer, el tipo de cáncer y la edad de la mujer (si la mujer es menopáusica).
Factores de riesgo
Se denomina factores de riesgo a todas las características que una mujer debe tener para ser propensa a padecer cáncer de mamas. Entre estas características encontramos: edad avanzada, menstruación a temprana edad, edad avanzada al momento del primer parto o no haber dado a luz nunca, tener un historial de cáncer del seno o enfermedad de seno benigna (no cancerosa), madre o hermana con cáncer, haber realizado un tratamiento con radioterapia al seno o al pecho, uso de hormonas y la progesterona, consumo de bebidas alcohólicas y ser de raza blanca.

Las mujeres que tienen un gen alterado en relación con el cáncer de mama y que han padecido cáncer en una mama tienen un riesgo más alto de presentar cáncer de mama en la otra mama. Estas mujeres también tienen un riesgo incrementado de padecer cáncer ovárico, y pueden tener un riesgo mayor de padecer otros tipos de cánceres.
Tumores ginecológicos
Al igual que el cáncer de mamas, el cáncer de cuello de útero es el tipo de cáncer más común entre las mujeres; es la segunda causa de muertes, en primer lugar se encuentra el cáncer de ovario. Este último es más común entre las mujeres mayores de 40 años.
Los tumores ginecológicos van a clasificarse de acuerdo al lugar donde se desarrolle. Se clasificará su gravedad de acuerdo a su tamaño, su extensión a otros órganos o de cierto al tipo de células que lo forman. Para lograr esta clasificación se necesita una serie de exámenes físicos, exploraciones radiológicas y estudios de biopsias.

Existen tres tipos de tumores ginecológicos. Se encuentra el cáncer de ovario, el cáncer de útero y cáncer de cuello de útero o cervix. Estos tres tipos de cáncer llevan su nombre de acuerdo al lugar donde se encuentran al momento de ser encontrados, pero esto no descarta que puedan ramificarse a otros órganos.

Factores de riesgo

En los últimos años se ha comprobado que la utilización de la píldora como método anticonceptivo puede favorecer la aparición de cáncer de cuello de útero; fumar y mantener relaciones sexuales antes de los 18 años, así como alternar muchas parejas sexuales distintas son factores que favorecen la aparición de estos tumores. En el caso del cáncer de útero, la edad avanzada, haber sufrido hiperplapsia endometrial (un crecimiento descontrolado de las células del endometrio), la terapia hormonal sustitutiva durante la menopausia o un cáncer colorrectal previo también son factores de riesgo. Además, los resultados de los últimos estudios realizados aseguran que las mujeres obesas corren un mayor peligro y las blancas son más propensas.

Existen ciertos factores que pueden alertar de la posibilidad de la aparición de cáncer de útero, si se tiene familiares cercanos (hermana, madre, abuela) con el mismo tipo de tumor; mujeres en edad avanzada, mayores de 50 años; los medicamentos para la fertilidad y la terapia hormonal sustitutoria que se aplica para controlar los síntomas de la menopausia.

Medidas preventivas

La prueba del Pap (abreviatura Papanicolaou) es un análisis de una muestra de las células de la cérvix (cuello del útero) y sirve para detectar cualquier cambio que pueda degenerar en cáncer. Esto puede salvar vidas porque, al igual que otros tipos de cáncer, el cuidado prematuro significa una mejor oportunidad de curación. Es por esto que se recomienda realizar este estudio antes de que comience la actividad sexual, si se tiene 18 años o inclusive después de la menopausia y debe realizarse una vez al año.

Por Georgina Catalano


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