De la mano de los hermanos Bruno y Walter Eichhorn, esta estancia de 900 hectáreas, que tenía como corazón de estancia al Hotel Edén se convirtió en uno de los íconos de la aristocracia argentina a principios del siglo XX. Sus huéspedes, miembros de la aristocracia argentina y europea, se alojaban hasta por seis meses en el lugar, ya que su clima era considerado uno de los 3 mejores del mundo para el tratamiento y la prevención de la tuberculosis, por lo cual los médicos recomendaban una larga estadía en el lugar.
El hotel se autoabastecía en todos lo sentidos, ya que poseía su propio ganado para el consumo y cultivaban sus vegetales. Todas las rejas y barandas de las escaleras eran hechas en la herrería que el hotel tenia en el subsuelo. Con los avances tecnológicos se adjuntaron algunos adelantos, como una sala de cine propia, una usina eléctrica y una flota de automóviles para un mejor servicio a los huéspedes. Lo único que se traía de Europa eran los vinos, que eran almacenados en las cavas del hotel.
El hotel tuvo su época de esplendor entre las décadas del 1920 y 1940. Muchas fueron las razones que llevaron a los hermanos a vender el hotel, pero quizá la mas relevante haya sido la estrecha relación que éstos tenían con Hitler, lo cual en 1945 desprestigió a los hermanos.
Tras la rendición de Alemania, a la que Argentina había declarado la guerra sólo unas semanas antes, el hotel le fue expropiado temporalmente a los Eichhorn, como parte de la "propiedad enemiga" que había en el país. Sus instalaciones iban a servir, en las semanas siguientes, para la internación del embajador japonés y todo su cuerpo diplomático, quienes habían quedado prisioneros con la derrota del Eje.
Comienza así la peor época del hotel, ya que sufre, a manos de los habitantes de ciudad, saqueos y destrozos, al punto de llevarse hasta las maderas del piso, provocando un gran deterioro en el lugar.
Recién en 1989 es declarado monumento municipal y en 1998 por la deuda impositiva pasa a manos municipales, quienes llaman a una votación popular para determinar quién se quedaría con la licitación del lugar. Inversores de la ciudad de La Falda ganan esta licitación y en mayo de 2006 comienzan las tareas de reconstrucción del Hotel Edén, que llevará 7 años hasta su reconstrucción total.
“El nacimiento de un pueblo”
Durante su época de apogeo, el hotel requería de una gran cantidad de mano de obra, ya que todo lo q se consumía en el mismo era de producción local, debido a que la estancia tenia su propio ganado para el abastecimiento de los pasajeros. Es por esto q los hermanos deciden lotear parte de las hectáreas, que se vendían a personas q llegaban de lejos a trabajar al hotel -el contrato de venta establecía q en dos años debían tener una vivienda construida y prohibía terminantemente la construcción de un hotel. Es así como se da el nacimiento de lo que hoy se conoce como la ciudad de La Falda.
Huéspedes famosos
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