viernes, 28 de agosto de 2009

Agenda Para Fin de Semana


Este fin de semana se perfila prometedor en materia de espectáculos. Desde Delta les ofrecemos una guia completa para que puedan decidir qué hacer.
Cine

Estreno
Anita:Este drama protagonizado por Leonor Manso, Norma Aleandro, Alejandra Manzo, Luis Luque, Peto Menahem, Mercedes Scapola, cuenta la historia de una niña con sindrome down que se aleja accidentamente de su casa en once, luego de escuchar la explosión que causó el atentado a la AMIA. Dirigida por Marcos Carnevale, Anita parece ser una de esas joyas en la cinemtografía argentina imperdibles de ver. En cartelera en todos los cines de Córdoba. Viernes y sábados trasnoche. Complejo Dinosaurio Córdoba 11:40 13:45 15:50 18:00 20:20 22:30 00:40
siguen...
El Secreto de sus ojos: Sigue en la pantalla grande el aclamado film de Capanella protagonizado por Ricardo Darín y Soledad Villamil. Esta adaptación del libro de "La pregunta de sus ojos" de Eduardo Sacheri sigue cautivando a la audiencia argentina, y parece ser una elegida para los premios de festivales internacionales. En cartelera en todos los cines de Córdoba. Viernes, sábados y domingos trasnoche.
Hoyts General Cinema Nuevo centroDuarte Quirós 1400 -Shopping Nuevo Centro, Córdoba 5000 12:10 14:50 17:30 20:10 22:50

Enemigos Públicos: Este drama dirigido y escrito por Michael Mann y protagonizado por johnny Deep cuenta la vida de los reconocidos gangsters americanos John Dillinger, Baby Face Nelson y Pretty Boy Floyd durante la ola de crímenes que tuvo lugar en la década de 1930. Este film ha sido muy reconocido por la crítica tanto por sus guiones como por la dirección y actuación de sus protagonistas. En cartelera en todos los cines de Córdoba. Viernes, sábados y domingos trasnoche. Showcase CórdobaJosé de Goyechea 2851- Bo. Altos de San Martín, Córdoba 13:05 16:00 18:10 22:15 01:00

Música

Las Pastillas del Abuelo: Esta agrupación presenta su trabajo "crisis" en Captain Blue XL, -ubicado en la zona del Abasto-. Aquellos interesados en adquirir entradas anticipadas pueden hacerlo en disquerías Eden y en Locuras.
Viernes 28 de Agosto 22:00 hs, entradas $40.

Teatro

Lutherapia: Otra vez el legendario grupo musicómico presenta su espectáculo en la capital cordobesa. Este show - el número 33 en la historia de Les luthiers- garantiza como siempre creatividad, música y mucho humor. El equipo integrado por Carlos López Puccio, Jorge Maronna, Marcos Mundstock, Carlos Núñez Cortés y Daniel Rabinovich promete un espectaculo de calidad. Bajo la premisa de "cultura para todos" ¡es una presentación para no perderse!
Viernes y sábado a las 21.30, y domingo a las 20.30 en el Orfeo Superdomo. Repiten los días 3, 4 y 5 de setiembre a las 21.30. Entradas: $ 160, $ 120, $ 100, $ 80, $ 60 y $ 40.


Café con Borra No es Concért: Un nuevo capítulo en el Café Concert que se presenta los sábados en el Ojo Bizarro. Esta vez Emma, Overa, Brian, Ursula, y los personajes habituales renuevan su propuesta en una situación que promete despertar risas e intrigas. Esta entraga -la número 5- se interpreta bajo el nombre "La curiosidad mató al gato (no, a Úrsula)". Para aquellos que no han visto ningún capítulo, les recordamos que cada historia se entiende por sí misma sin necesidad de haber presenciado las anteriores.
Sábado 29 de Agosto y sábado 5 de Septiembre 00:30 hs; Entrada general quince pesos. Estudiantes con libreta doce pesos. Igualdad 176 - El Ojo Bizarro


lunes, 20 de julio de 2009

Psicología espiritual

Desde sus orígenes, la tradición psicológica abordó a la mente separada de la estructura emocional y del cuerpo. Sin embargo, la psicología espiritual emerge como un nuevo paradigma que se entrelaza con una cosmovisión en la que el hombre es inseparable del origen de la vida y el universo. Paloma Marchesi, pionera en esta indagación, recorre el mundo transmitiendo esta terapia.

A pesar de que una serenidad perenne la envuelve por arriba y por abajo, tiene un extraño carisma, una gracia inquieta, radiante e inefable: la plácida certeza de que vive en un sueño, “el sueño que Dios tiene para nosotros”, dirá más tarde.

La brisa crepuscular sopla fría en la tarde estival. Los nogales que rodean la antigua casa en la que vive junto a otras tres monjas ofrecen una lánguida danza mientras los pájaros rechiflan, lejos de la turbia ciudad. En Córdoba encontró otro mundo, dice, con un clima de cuatro estaciones y un frío invernal que no soporta su piel, habituada al clima tropical de Filipinas. “Fíjate que en 31 años no me puse zapatos, ni medias, ni suéter, siempre sudando y dejando un charquito detrás”.

A Filipinas la llevó la actividad misionera que emprendió al unirse a las monjas carmelitas, cuando se dio cuenta de que tenía un corazón demasiado grande para entregarlo a un solo hombre, –“un hombre era muy poco, tendría que tener como siete”, evoca con perspicacia–.
Confiesa que al principio no quería venir a Córdoba, que anhelaba morir en Filipinas, cautivada por la intuición del asiático, por su asombro constante y por una espiritualidad que lamenta ausente en el occidental, que tapa el ‘tesoro’ que llevamos dentro bajo el absolutismo de la razón.

Hoy, tras años de trabajo en Indonesia, Tailandia, Taiwán, Corea, India y, por supuesto, su España natal, Paloma Marchesi dedica sus días a “derribar máscaras” en sus talleres de psico-espiritualidad. Y de eso, precisamente, se trata la psicología espiritual: del encuentro con uno mismo y con la propia historia para recuperar la identidad.

“Con estos talleres, estoy viendo que mucha gente que llega a los 40 se empieza a cuestionar: ‘¿Yo nací sólo para madre, sólo para ser esposa y tener una familia, o qué más hay?’ Todos a cierta edad nos hacemos ciertas preguntas, y si no las hacemos quiere decir que hemos puesto murallas psicológicas que nos impiden encontrarnos con nosotros mismos. Anselm Grün dice que cuando mueres, pasas a través de un túnel y con lo primero que te encuentras es contigo mismo a la luz de Dios. Ahí es cuando caen todas las máscaras y te encuentras con tu verdad. Entonces, si ya lo has hecho, ese encuentro no será tan fuerte. La idea es un poco que la gente se libere de esa máscara, de la prepotencia y el orgullo; no hay cosa más linda que ser humilde, porque el ser humano, dejado a sí mismo, es amor en su naturaleza esencial”.

Es tarde y la noche amenaza, pero Paloma no atina a mirar el reloj. Frágil, delgada y con una indeleble sonrisa, mira a través de sus lentes directo a los ojos con inquebrantable transparencia. A medida que las palabras brotan de su boca casi con vida propia, sus párpados se encogen como buceando los límites de lo impenetrable, como si descifrara una verdad secreta. Y esa indagación no es otra cosa que un viaje, como ella lo designa, hacia el interior de uno mismo. “Es más fácil viajar todos los mundos, viajar de Argentina a Filipinas, que viajar al interior de nosotros mismos. El hombre hoy no se entiende, está alienado y, como todo lo atrae, el materialismo, el hedonismo, el poder y el placer, se ha olvidado de que no está hueco por dentro, de que el alma es de cristal”.

En su cálida mirada, aquella niña no ha perdido si quiera un rayito de chispa rebelde, chispa que aún destella en sus ojos cada vez que enfrenta la inercia y, sin paradoja alguna, se deja llevar por el ensueño divino.

Por Valentina Primo

domingo, 21 de junio de 2009

Fernando Peña, el virtuoso






Actor, conductor, artista. Fernando Peña a los 46 años “se fue de gira”. Murió en la Clínica Alexander Fleming, del barrio porteño de Belgrano, donde recibía atención por un cáncer de hígado. Hijo del gran Pepe Peña pero dueño de una popularidad de choque única, algo distanciada del reconocimiento periodístico de su padre. Sin embargo, la radio iba a ser, como en la vida del polémico Pepe, su medio de creación más fuerte, basado en una improvisación admirable que él plasmaba en personajes extraordinarios como Milagros López, Mario Modesto Sabino, Palito, Martín Revoira Lynch, y La Mega. Personajes que, a su vez, podían conversar en “La mesa redonda” demostrado el talento del Peña que queremos recordar.

Junto a este artista extraordinario convivía el Fernando popular y transgresor, que con frases como "No soy gay, soy un puto sufrido" marcó una línea, con el tiempo menos marcada, entre quienes lo seguían y quienes lo evitaban.
Era un hombre mediático, pero sobre todo el artista más transgresor, multifacético, histriónico e irónico de las últimas décadas. Dueño de un notable poder de la improvisación, que utilizó siempre, y con una imaginación que iba más allá de los límites imaginables.




El Comisario de a bordo que llevó a volar la imaginación


Lalo Mir, quien viajaba seguido en American Airlines, donde Peña trabajaba, descubrió el talento de este joven y lo llevó a la radio. Fernando utilizaba el altavoz del avión para hacer personajes delirantes, e improvisando, pasó de hacer reír a los pasajeros a permitir el disfrute de miles de oyentes en radio.

Su público lo seguía y reconocía sus virtudes creativas. Para quienes no lo vieron, aquí sus obras más destacadas:
- "Ezquizopeña, Intimidad Rioplatense" (2001)
- "Ezquizopeña, el musical" (2003)
- "Mugre" (2004), con la que ganó el Premio Estrella de Mar al Mejor unipersonal
- "La burlona tragedia del corpiño" (2004/05)
- "El niño muerto", una obra autobiográfica muy emotiva a total beneficio de la Fundación Huésped para ayudar a los chicos con HIV.
- "My name is albert with A", una obra en inglés donde interpretaba a un asesino serial, y la cual tuvo la particularidad de permitir una total compresión (a través de la gestualidad) a quienes no sabían el idioma anglosajón
- "Sit down tragedy"
- "La oscuridad es música"
- "Gracias por volar conmigo" (que también tuvo su versión gráfica)
Y en medio de su lucha contra el cáncer Fernando siguió creando: "Diálogo de una prostituta con cliente" era el título de la última obra que estaba realizando, junto a Javier Faroni.

Por Emiliana Felizzia




jueves, 4 de junio de 2009

Arte con todas las letras


“Mundo Alas es un libro, un cd y una película”. Así presentó, durante su última gira, León Gieco a este proyecto que ya es una realidad. Son más de quince artistas; jóvenes con discapacidades que encontraron un modo de ser felices y afrontar su realidad, creando.

Las presentaciones en los festivales más importantes de nuestro país fueron el primer encuentro entre estos cantantes, bailarines, músicos y pintores, y el público, con un espectáculo que iba más allá de la excelencia musical, la grandiosidad de pinturas realizadas en vivo, y las presentaciones de danza.

Discapacidad, capacidad diferente, o capacidades especiales son algunas de las formas de nombrar la realidad que identifica a todos ellos. Términos que paradójicamente resultan ser sólo una metáfora, una alegoría de aquello que todavía busca su lugar en las representaciones sociales. Frente a manifiestas incapacidades de aceptación, de amor, de igualdad, y de superación entre los considerados “capaces”, estos artistas reflejan la lucha, la alegría y la entera “capacidad” ser artistas.

Francisco “Pancho” Chévez es un músico que aprendió a tocar la armónica junto a Gieco, y a pesar de no tener brazos ni piernas compone sus propias canciones y las reproduce como pocos. Rosita encontró su catarsis en la comunicación, no tiene manos pero sí la capacidad de filmar los entretelones de las giras de Mundo Alas y reproducir cada novedad como representante del grupo. Demián Frontera baila a pesar de estar en silla de ruedas; su carrera como gimnasta se vio frustrada por un accidente mientras entrenaba a los 14 años, pero él encontró un nuevo espacio para la expresión corporal. Carina Spina es no vidente pero poseedora de una voz hermosa, oírla cantar junto a Gieco cautiva al público y por ese instante lo hace olvidar del significado de la palabra discapacidad. Artistas, con historias de vida diferentes pero igualmente intensas, que persiguen un mismo sueño y hablan de los esfuerzos que exige decidir ser dueños de sus destinos.

Mundo Alas, la película

Lo último en estrenarse fue la película dirigida por León Giego, Fernando Molinar (un joven productor argentino, director de documentales como “Cuba Plástica” y “Germán”), y Sebastian Schindel (filósofo y director de fotografía, consagrado en el mundo y premiado por Arte France). “Todos los protagonistas de Mundo Alas deseamos se entusiasmen y la vean en la pantalla grande”, expresó a Delta Rosita Elizabeth Boquete.

Se trata de una road movie en la que estos talentosos jóvenes muestran su arte junto Gieco a lo largo de una gira por diferentes provincias argentinas. Estas giras le dan marco a “Mundo Alas, gira nacional”; una película que, además de las manifestaciones artísticas, también cuenta la historia de vida de cada uno de sus protagonistas. Los shows, los ensayos, la ruta y los hoteles son escenarios de anécdotas, sitios de creación, testigos de historias de amor y de relaciones humanas que demuestran que la integración es posible. En una sociedad fragmentada, que intenta empujarnos al aislamiento, ellos aseguran que “hay gente que busca encontrarse, para hacer con otros”. Mundo Alas es fruto de eso.

Protagonistas de Mundo Alas

Francisco “Pancho” Chévez (composición, armónica y voz)
Alejandro Davio (composición, guitarra y voz)
Maxi Lemos (voz)
Carina Spina (voz)
Demián Ariel Frontera (bailarín)
Compañía de Tango Danza AMAR
Beto Zacarías (manager y asistente personal de Pancho Chévez)
Rosita Boquete (video)
Antonella Semaán (pintura)
Carlos Sosa (pintura)
Carlos Melo (periodista)
Raúl Romero (presentador)

Por Emiliana Felizzia

jueves, 21 de mayo de 2009

Innovaciones tecnológicas: CM Virtual

En una época donde Internet forma parte de lo cotidiano, y la accesibilidad a esta red es casi universal, los servicios se van adecuando a las nuevas demandas de los llamados “inter-consumidores”. Delivery por Internet, compra de productos a través de la web, consultas de viajes y reservas de transportes, comunicaciones interplanetarias con profesionales de todos los ámbitos.
Todo esto es el espacio que tiene los servicios en a red mundial. En un proceso semejante de adaptación, la salud ofrece la posibilidad de ir al médico desde la computadora y sólo haciendo “clic”. Algo novedoso, quizá difícil de comprender, pero no es más que una respuesta, ideada por cordobeses, a las nuevas necesidades de las personas: “Resuelva sus dudas, en el momento en que surgen”.

Para comprender qué es CM Virtual fue necesario hablar con los responsables de este proyecto. Ellos definen CM Virtual como “una nueva forma de hacer salud, trabajar, prevenir y disfrutar”. Es, ante todo, una innovación, una nueva herramienta de la salud con adaptación a los requerimientos del siglo XXI, y que tiene a Córdoba como protagonista. Se trata de un consultorio en línea y en tiempo real, con atención de 24 horas y todos los días del año; en analogía con la medicina clásica, serían consultorios con guardia permanente pero sin necesidad de “ir” al médico (trasladarse a los centros de salud) ya que utiliza las herramientas de video-conferencia y chat para la comunicación médico-paciente. La tecnología y la salud juntas. Paradójica combinación con resultados más que sorprendentes.

Frente a esta novedad, surgen algunas preguntas para la práctica, al tratarse de la salud: cómo saber si la persona que atiende la consulta es un médico, cómo asegurar la privacidad de la consulta personal, cómo saber acceder a recetas y pedidos de estudios especiales, y cómo lograr que el profesional vea las manifestaciones físicas de la enfermedad del paciente, son algunas de las inquietudes de cualquier persona que pueda, y quiera, acceder a este tipo de atención médica.

El responsable y Director de CM Virtual, Dr. Walter Zamar, asegura que los pilares de esta “nueva forma de ir al médico” son “la seguridad, la confiabilidad, el respeto y la idoneidad”. No sólo se siguen normas internacionales de seguridad informática (asegurando que la información no sea publicada ni mencionada fuera de la comunicación íntima de la consulta virtual) sino que el médico tiene presente la historia clínica del paciente -con comunicaciones entre profesionales que lo hayan tratado, asegurando así diagnósticos certeros sobre posibles enfermedades crónicas o casos relacionados con enfermedades anteriores-; el médico se asegura, además, de ver estudios a través de escaneos, y las diferentes manifestaciones patológicas o somatizaciones en el cuerpo del paciente a través de la cámara web; en caso que el profesional no pueda reconocer el diagnóstico “se deriva el paciente a médicos ambulatorios, que se acercan a su domicilio, realizan las observaciones pertinentes y diagnostican el caso, teniendo, además, la alternativa de derivar a centros de salud a pacientes que necesiten internación o intervenciones de urgencia”, aseguró el Director de CM Virtual.

Otra de las inquietudes es cómo comprar los medicamentos recetados por el médico de CM Virtual o cómo hacer los estudios necesarios si toda la consulta es a través de Internet. Pues bien, las recetas y pedidos médicos de estudios o demás serán otorgadas en el domicilio del afiliado (pudiendo el médico ver los resultados a través de escaneos enviados a través de la cuenta del afiliado). Otro de los beneficios que demuestra tener este sistema de salud es el acceso a descuentos en farmacias y laboratorios de análisis para estudios de baja y alta complejidad. Todo esto con sólo encender la computadora.

Si duda se trata de una nueva forma de ir al médico, de hacer consultas de diferente grado, y resolver problemas de salud a través de la herramienta que más se usa: Internet. Una innovación que no es más que una respuesta a nuevas necesidades, con todos los cuidados que precisa la salud y la seguridad de los pacientes.

Para visitar el sitio Oficial: www.cmvirtual.com.ar

Por Emiliana Felizzia

miércoles, 25 de marzo de 2009

Entrevista a Cristina Bajo

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Dueña de una prosa inconfundible, Cristina Bajo es hoy una de las escritoras más representativas de la ciudad de Córdoba. En su vida, desempeña todos los roles que dignifican al género: madre y abuela, mujer y amante, historiadora, intelectual, literata y hasta apasionada por la cocina. Sin embargo, aquello que la enaltece, es el fascinante don de saber conjugar todos estos elementos, en cada uno de los libros de su autoría. Así, en el mes de la mujer no hay mejor homenaje que las palabras de una que lo es, con todas las letras.

Quienes se han cruzado con algún libro de la autora cordobesa, no pueden evitar asociar su nombre a la Córdoba Colonial, aquella ciudad dividida entre indios y cristianos, Unitarios y Federales, Jesuitas y Franciscanos. Las historias de amores prohibidos y hazañas heróicas tiñen de matices delicados y pasionales sus novelas; todo ello sumado al conocimiento de hechos históricos, conjugan con inteligencia y talento las narraciones de la época.

-Cristina, de acuerdo a su experiencia como historiadora y escritora, ¿cuál considera que ha sido el papel de las mujeres en los inicios de la Córdoba Colonial?

-Importantísimo. Tuvimos una colonización muy diferente al resto del país: acá vinieron familias, trayendo un maestro para sus hijos, muebles, costureros y libros. La primera escuela para niñas del país se fundó en Córdoba, con enseñanza de lectura y escritura, a principios del 1600. En Buenos Aires, doscientos años después, a las niñas sólo se les enseñaba culto y manualidades.

-¿Y cuál le parece que ha sido la mejor virtud de la mujer cordobesa de antes?

-Comprometerse, trabajar, no bajar los brazos. Durante la guerra civil, mantuvieron a sus familias -familias muy amplias, con numerosos hijos, ancianos, minusválidos, viudas, solteras y sirvientes. Las que eran damas aprendieron a carnear y a sembrar; a las humildes, no les quedó otro remedio que prostituirse, pero entre todas sostuvieron el entramado social. Muchas se arriesgaron ante los jefes políticos y militares para salvar la vida de sus hombres. Aquella actitud ha variado poco, y la de la mujer de hoy es muy semejante.

-Sin embargo los roles han cambiado, ¿cuál le parece que es el papel que desempeñan en la sociedad y en el hogar?

-La mujer en Córdoba, desde la Colonia, viene marchando a paso firme. Hoy ocupa cargos políticos, lidera industrias, sobresale en deportes, organiza su casa, transita por las ciencias y crea en distintas expresiones artísticas. Hay una parte negativa: muchas mujeres no consiguen mantener un rol predominante en el hogar, en la crianza de los hijos, y eso trae problemas sociales.

-¿Cree Usted que la mujer actual vive con la misma pasión y/o sumisión que usted describe en sus novelas? ¿Hay magia, ingenuidad, fantasía "de novela" en las mujeres de la actualidad?

-Mis mujeres, en general, no son sumisas. Son de carácter, aunque muy femeninas. Y hoy, la mayoría de las mujeres que conozco -ya sean independientes y emprendedoras, profesionales o de origen modesto-, leen libros románticos, ven telenovelas, lloran por amores perdidos y sueñan con la aventura. Todo ello da sabor a la vida.

Cristina Bajo ha escrito sobre muchas mujeres a lo largo de su carrera, pero más allá de su fama como novelista, los capítulos de su vida ameritan una breve mención. Nació en Córdoba y se fue a vivir a Cabana, en las Sierras de Córdoba. Allí, pudo escuchar relatos de ciudades y amores que perduran hasta hoy, y que probablemente despertaron las primeras ideas para sus libros. Al crecer fue maestra rural, pero su afición por la literatura histórica nunca decayó, y escribió novelas sin creer que podría llegar a publicarlas. Sin embargo, en 1995 logró editar “Como vivido cien veces”, el libro que la dio a conocer y que reveló la historia de la que luego se transformó en la Saga de los Osorio. A su primer novela le siguieron otras publicaciones en las que destaca “El Jardín de los Venenos”, “En tiempos de Laura Osorio” y su libro de recetas de cocina ‘con historia’ “Elogio de la Cocina”. Con tanto camino recorrido, y tantos proyectos a mediano y largo plazo, la Mujer que tanto escribe de otras, respondió:

-Ahora, Cristina, ¿Con qué mujer o con cuáles mujeres se siente usted identificada?
-Con las que nunca se sintieron víctimas; con las que salen a pelear por su lugar en el mundo y no se ponen a llorar, aunque a veces lo hagan en soledad. Con las que, en principio, no le echan la culpa a los otros de sus problemas o fracasos sin antes estudiar la responsabilidad que les cabe en esos a ellos.

-Finalmente, para las mujeres que nos enamoramos de sus personajes y soñamos con ellos: ¿cuáles son, a su manera de ver, los ‘requisitos’ que debe cumplir una mujer para ser protagonista de una novela?

-Ser mujer es ser heroína. Somos vulnerables, inestables, misteriosas, impredecibles, santas y malvadas. Esa dualidad entre Eva y la Virgen María, entre Judith que mata por su pueblo y la dama de Shalot, que muere de amor; entre Juana la Loca que no logra reinar porque los celos no le dan respiro, a Elizabeth I de Inglaterra, que no quiso casarse para no compartir el poder; entre Teresa de Calcuta que dedicó su vida a los más pobres, a Medea, que mata a sus hijos para herir al hombre que la traiciona, está el eterno femenino. El protagonismo de la mujer podría resumirse en una leyenda artúrica: La dama en la torre. Un caballero se encuentra ante una torre. En la ventana superior hay una hermosa dama que, llorando, le pide que la libere. El caballero, traspasado de pasión, penetra en el castillo. Lo que no sabe es si la mujer es víctima de un ogro, de un perverso, o el señuelo con que lo atraen a una trampa.

Por M. Guadalupe Zamar




jueves, 5 de febrero de 2009

Turismo: Arezzo


Crónica de una ciudad en la que un pasado cargado de misterio se impregna de magia.

Un tibio sol otoñal tiñe la desértica estación toscana mientras el tren anuncia su llegada. Nada en las calles anticipa un día especial, ni siquiera la escueta concurrencia de pasajeros que descienden del tren. Levantamos la vista. Tras un boulevard, la indisimulable fisonomía toscana comienza a descubrirse entre sus paredes de ámbar y su cálido velo matinal.

La ventaja de recorrer una ciudad con la intuición como único guía es dejarse llevar de la mano por lo incierto y, muy probablemente, sorprenderse en el camino. Comenzamos a caminar en dirección a lo que parece el centro.
A medida que el sol asciende y la mañana se carga de un denso aroma floral, el murmullo de los erráticos pasos comienza a oírse. Los turistas emprenden, galantes, su desfile de estrafalarios sombreros, mochilas rechonchas, muecas de asombro, y cámaras pertinaces.

Cuesta arriba, el “corso Italia” -una avenida peatonal empedrada, que aún atesora su configuración medieval- permite zambullirse en una historia mágica, sólo concebible en un cuento de hadas. Circundada por legendarios edificios colmados de piedra, ventanitas y balcones shakespeareanos, promete maravillas en la cima.

A la vuelta de cada esquina, las calles, que se precipitan como cascadas, esculpen un paisaje que hila con maestría el dorado de sus muros de piedra con el verde de pinos, olivos y arbustos que cubren las colinas. Más abajo, extensos viñedos zanjan la tierra con precisión geométrica, sembrando cicatrices en los añejos campos.

Pero nada de eso se ve en el ‘corso’: Inmensos castillos, farolas, gárgolas góticas, y ribetes de hierro con reminiscencias principescas ofician de refugio para una ciudad etrusca construida sobre la colina en el siglo IV a.C. A lo lejos, la torre de la Iglesia de Santa María, casi en ruinas, se impone solitaria en el cielo.

Un aura festiva recorre la atmósfera. En la esquina, un hombre entrega globos a los niños, que derraman su color sobre la piedra amarrilla. Desde los muros cuelgan banderas rojas, verdes, amarillas, carmesíes y azules, con insignias y escudos que rememoran a los idílicos caballeros de la nobleza. Y no sólo desde los muros: puestos callejeros también las venden, junto a pañuelos y emblemas que los ciudadanos -chicos y grandes- portan con orgullo.

De repente, un rítmico tambor se apodera del murmullo en la calle. Uno, dos, tres, cuatro… cientos de tambores lo siguen. La gente detiene su paso y se da vuelta, esperanzada, con cara de maravilla. Allá vienen, caballos, caballeros y jinetes con lanzas, espadas, algunos con flores, vestidos de los mismos colores que las banderas.

El desfile continúa galopando calle arriba, pero hacia la derecha, la Piazza Grande sí que sabe llamar la atención. Inclinada, como si el viento la hubiera vencido, luce presuntuosa cientos de escudos bajo cada una de las ventanitas del Palazzo delle Logge. Escudos con estrellas, águilas, leones, caballos, bandas y cruces que pintan los colores de los 5 "quintieri" (barrios) en los que se divide la ciudad.

Cae la tarde, las entradas se venden como pan caliente y la gente comienza a colmar la plaza. En cuestión de pocas horas, los palcos se inundan de ansiosos que abandonaron la pseudo peregrinación tras los caballeros para atestiguar la gran competencia.

La “giostra del Saracino” –justa del Sarraceno- es una celebración medieval que evoca, sin escatimar ninguno de sus componentes, una justa entre caballeros de las Casas Nobles de Arezzo y del condado que se realizaba para entrenar a los caballeros para el combate contra los bandidos que se aventuraban desde las costas.

En el sudor y la efervescencia de la multitud, los gritos retumban y presagian un celebrado final. Los vecinos de los cinco barrios en disputa tienen, todos y cada uno de ellos, su pañuelo, vincha, o remera distintiva. Un joven rubio, cuyos pómulos despuntan en su piel clara y húmeda, grita fervoroso mientras los “giostratori” flamean sus banderas, las arrojan a lo alto, y las toman de un zarpazo. Al preguntarle acerca del sentido de la celebración, nos mira con desprecio, frunce su ceño tupido con fuerza, y masculla con una prominente mandíbula dos o tres palabras incomprensibles hasta para su propio compañero, que lo mira anonadado.

Dos ancianos asoman sus canas desde ventanas minúsculas. Un niño, bañado en rojo y verde, flamea desde el balcón su bandera y su escudo. Los jóvenes, sentados en la tribuna, parados en la pendiente, y cubiertos de paraguas desde los balcones, no pierden de vista un movimiento.

Las trompetas entonan un glorioso llamado y los caballeros, cubiertos de largas capas y legendarios sombreros, se preparan, altivos, montados en sus caballos. La carrera comienza. Los aretinos vociferan impetuosos una suerte de himnos barriales al tiempo que los caballeros se precipitan contra el “burato”. Se siente un grito al unísono, muy fuerte. El caballero golpea con su fuerza y su lanza al maniquí que alguna vez encarnó “el rey de las Indias”. Un tenso suspiro se escurre en el ambiente mientras una niña mira, ansiosa, al próximo caballero en correr la carrera.
Por Valentina Primo