domingo, 28 de diciembre de 2008

Crónicas urbanas

Una escena tan simple y cotidiana como desgarradora puede suceder en cualquier lugar y momento. Puede acontecer en la oficina, en el hogar o camino a él, y puede contar con diferentes personajes que incluso a veces lo involucran a uno mismo, ya sea en carácter de simple observador o como sujeto de acciones, cuyas decisiones influyen en el desarrollo del hecho.

Así, para el ojo agudo o para el despreocupado, es fácil distinguir la figura de la ironía en una esquina, desde arriba de un taxi y durante un semáforo en rojo.

Un automóvil es sorprendido por dos criaturas que abruptamente se imponen para limpiar su parabrisas, el conductor exaltado -pero sobretodo enojado- comienza a despotricar contra los niños y sus formas brutas, carentes de buenos modales. En medio del arrebato y mientras el conductor discute con su mujer en busca de monedas para pagar la osadía de los niños, éstos se miran entre sí de manera profunda y penetrante, reflejando en sus ojos un evidente miedo, desamparo e impotencia. Las dos criaturas dudan entre abandonar la limpieza, o humillarse una vez más para obtener quizás, y de muy mala gana, la moneda que este señor les arroje. Deciden continuar. Esta vez ya no de manera abrupta, sino con timidez, la timidez propia de los niños de seis o siete años que saben que están disgustando a un mayor. Y esa moneda que esperan recibir, encierra en si dos caras terribles: por un lado ese alivio superficial de conciencia del conductor, y por el otro, el gesto que acompaña la entrega, que es dominado por la mirada acusadora y desaprobadora. El desenlace se aproxima cuando las luces del semáforo cambian del rojo al verde. La acompañante no encontró ninguna moneda, el conductor cierra rápidamente su ventanilla exagerando la incomodidad que el hecho le había causado. Los niños sacuden los limpiaparabrisas con resignación, y una nueva mirada entra en escena a medida que el auto avanza dejando atrás el episodio: en el asiento trasero del automóvil, un pequeño rubio, de anteojos, que tendría más o menos la misma edad de los chicos de la calle, observa todo. Mira a su padre con lo que parecería decepción y confusión, y finalmente cruza sus ojos con los de aquellos niños que intuye, corren con mucha menos suerte que él. La escena conmueve tanto como enoja, y es posible adivinar que en esos instantes, en los que los tres niños intercambiaron sus miradas, unos y otros intercambiaron por un instante, sus propios lugares; anhelando unos y compadeciendo el otro.

Una simple escena despierta el peor de los conflictos morales: si la caridad con responsabilidad nos compete o no. Un cuadro patético y fugaz -como lo es el rojo de un semáforo- para algunos, y lamentablemente perdurable, para otros.
Por Ma. Guadalupe Zamar
Las distancias que nos separan

Sabemos que la unión hace la fuerza, pero resulta difícil apartarse del impulso egocéntrico que nos lleva a la disputa; ese tormento al acecho que sólo busca tentarnos a demostrar que somos el más fuerte, aunque nada lo amerite.

Si bien Carl Schmitt realizó un análisis específicamente sobre el campo político, el criterio de amigo-enemigo, que plantea como expresión de la necesidad de diferenciación, quizá permite comprender lo que conlleva el sentido de afirmación de uno mismo frente al otro. El pensador alemán planteaba un “contenido positivo de la relación amigo-enemigo como conciencia de la igualdad y de la otredad: La diferencia nosotros-ellos establece un principio de oposición y complementariedad”; concepción paradójica y hasta inentendible. Pero, profundizando más en esta teoría, se advierte que la percepción que un grupo desarrolla de sí mismo en relación con los otros (es decir, su distinción) es un elemento que además lo cohesiona, ya que la posibilidad de reconocer un enemigo implica una identificación entre pares (con proyectos en común) que establece un sentimiento de pertenencia.

Entonces, con la hipótesis de Schmitt como supuesto, el desconcierto se acentúa. Si con la identificación del Otro, un grupo se une por sola derivación, ¿Cómo es posible que la sociedad en la que vivimos no logre una unión más duradera y sólida en los diferentes ámbitos?

Aquí entran, entonces, otros componentes en el análisis. Tal vez el más importante es el que indica la psicología de las relaciones -que se ocupa de explicar los conflictos entre grupos y los fenómenos que se le asocian-: Un ego fuerte, al que le resulta difícil lidiar con las críticas -si no la comprende como una forma indirecta en que aparece el elogio- podría ser una de las razones de la permanente confrontación.

Contrariamente a lo deseado, se suceden las situaciones olvidables que nos marcan como sociedad o grupo de referencia. Decisiones arbitrarias tomadas por miembros institucionales importantes, equipos deportivos con resultados negativos, equipos de trabajo con disfunciones graves, amistades y lazos rotos; todo, consecuencia de lo mismo. Según el sociólogo argentino Mario Margulis, la identidad se elabora siempre en una relación que opone grupos, pero no por su diferencia, sino por la voluntad de diferenciarse.

Muchas veces (y más de las deseadas) en lugar de condescender con el objetivo triunfal, consciente o inconscientemente, se truncan los pasos con situaciones negativas. Se sale de foco por un lugar de crítica destructiva que, como explica el calificativo, sólo devasta. Es por esto que todos deberíamos aprender a unirnos, desde la diferenciación, y “tirar para el mismo lado” siguiendo las palabras del viejo Martín Fierro.
Por Emiliana Felizzia

viernes, 7 de noviembre de 2008

Entrevista a Crist


Recorridos por lo cotidiano anclados en el humor, que nos identifican muchas veces más que los datos firmados por profesionales, son parte de la tarea diaria de un cordobés por adopción que genera la necesidad, casi como un pretexto, de fugarnos hacia una comprensión más relajada de la realidad, pero no por eso menos reflexiva. Cristóbal Reynoso, reconocido bajo el pseudónimo de Crist, es quien mejor entiende de esta ardua labor de hacer reír en un diario, un lugar desde el que pocos lo lograrían.

En una charla relajada con Delta, responde las preguntas más frecuentes: ¿Sobre qué se puede hacer humor? ¿Cómo se adapta a los nuevos tiempos? ¿Dónde quedaron las entrañables historietas? Preguntas que se mezclan con anécdotas y secretos de un grande del humor nacional.

Hace 36 años pocos habrían imaginado que una revista cargada de ironía y con una editorial “irreprochable”, como lo distinguía su director, sería el preámbulo profesional de los mayores humoristas gráficos de nuestro país. Así nació Hortensia, la revista que hizo pensar entre risas a una sociedad poco acostumbrada a reflexionar desde el humor. “Todos salimos de Hortensia”, afirma Cristóbal Reynoso cuando la inevitable lista de personalidades del humor gráfico se hizo presente: Fontanarrosa, Caloi, Alberto Pío Cognini, Peiró, Carlos Ortiz, y el mismo Crist.

Por eso me acerco a su casa, para comprender lo menos perceptible de su superación, el trabajo que demanda y las huellas que deja. Y resultó ser lo esperado: un lugar en el cual es imposible abstraerse de la importancia de los dibujos. Cuadros y más cuadros decoran las habitaciones principales con las firmas de los más reconocidos dibujantes y caricaturistas. Pero Carlos Alonso tiene un espacio privilegiado: sobre un hogar -evidentemente sin uso- un marco color negro encuadra un dibujo realizado en 1980, con colores sobresalientes, y líneas sensibles y expresivas, que tuvo como único y privilegiado destinatario a Crist, un amante más del arte y sus significados.

Y Crist es eso, un símbolo de la búsqueda permanente, un amante de todo y a la vez de nada. Un “caricaturista”, que asegura que lee pero no es Borges, y que afirma que dibuja pero no es artista.

-Ha afirmado en otras entrevistas que usted es un dibujante, no un artista ¿Cuál es la diferencia?

Cuando yo dibujo, la práctica pasa por otro conducto de la sensibilidad del cerebro, por otra zona; en al arte se trabaja con un problema estético con determinadas reglas o juegos, acá estamos trabajando con información que tiene que tener una dosis de ingenio, por eso prácticamente estás trabajando como un escritor.

El humor gráfico como definición es un género literario, tenga texto o no lo tenga, porque estás trabajando con un argumento. Esto no pertenece a las artes plásticas; la plástica no tiene argumento o el argumento que tiene es diferente, no se narra, se ven sólo imágenes, uno tiene que deducir mucho. En cambio en el humor es necesario ser explícito.

-¿Y qué es el humor para Cristóbal?

Es un medio de vida para Cristóbal, porque trabajo de “eso”, es lo que me da de comer. Tengo varias actividades, y ahora me ha salido una que no tenía calculada: donde no tengo que dibujar. Me han convocado del Ministerio de Educación de la Nación porque han inventado un programa que se llama Plan Lectura, donde han invitado a escritores, educadores, y también a mí; yo digo “debe haber estado muy mal la educación en el país si invitan a un tipo como yo”.

He visitado Escuelas en varias partes del país, y he hablado con chicos de colegios secundarios, donde cuento qué hago, cómo se trabaja en el diario y qué relación he tenido con la lectura, porque soy un lector. No sé si convencí a alguno, porque en esta época la gente no quiere leer porque hay otras propuestas, y hay que competir con la tecnología. Yo entiendo que leer es un trabajo, hay que prestar mucha atención, y nadie puede obligar a otro a leer. Leer es un hábito, y como los malos y buenos hábitos, se aprende por imitación, es decir que alguien tiene que leer en la casa, tiene que haber libros.

-¿Usted lee mucho?
Y… leo. No soy Borges. Para hacer humor es necesario informarse. Pero me gusta leer.

-Y en esta adaptación a los nuevos tiempos ¿Cómo se adapta el humor? ¿O no hay adaptación?
No, el humor es crítico, no se adapta. Porque sino no se produce el chiste. Fontanarrosa decía que no puede hacer humor a favor, y tenia razón. Si uno hace humor a favor está haciendo publicidad. El humor naturalmente es crítico, pero es una crítica bastante leve, nunca volteamos un Gobierno.

-¿Usted siempre pudo ubicarse en un lugar crítico, o hubo veces que no pudo?

No, tampoco soy un especialista en humor político, yo trabajo con la realidad. Si yo abro el diario, a mi la información no me va a venir solamente por la primera plana -que es con lo que más trabajo porque están los principales titulares-. Puedo trabajar hasta con los clasificados, porque si se hace un humor costumbrista eso se va a buscar en otras partes, hasta en los avisos y en espectáculos. Material hay mucho para trabajar, pero lo que espera la gente es una respuesta a lo que más le interesa; a eso lo aprendí con el tiempo después de trabajar 35 años en Clarín. Cuando empecé eran mucho más ingenuos mis dibujos, eran más inocentes. Ahora trabajo así, como si fuera otro periodista y con alguna salida más o menos ingeniosa.

-En esta crítica constante ¿Existe una línea editorial en Clarín para el humor gráfico?

No, publican lo que mando; pero yo sé después de 35 años en el diario hasta dónde me va a publicar Clarín. Muchas veces me preguntan cuál es el límite, y yo digo el sentido común. Uno puede tener la libertad de que se te ocurra lo que te dé la gana porque el mate todavía es libro, no podés generar tu propia cárcel. Ahora, al saber cuáles son los límites del diario, no es que hago una auto-censura (que a veces ocurre) sino que uno sabe que el diario llega hasta ahí, y a veces yo lo quiero pasar y me hago el que me olvidé y lo mando, y no sale. Y hay veces que pasan ¡pero se arman unos líos! Escriben los lectores, dando explicaciones antojadizas, que no tienen que ver con lo que quise decir; y ahí descubro que no acerté completamente. Cuando hay un acierto concreto, no hay dudas.

-Entre los íconos del humor gráfico en Argentina, ¿Qué diferenciaba a Fontanarrosa de Quino?
El Negro era un tipo múltiple, era un artista tremendo. A parte de escribir, era un dibujante muy personal (él decía que no sabía dibujar, pero esos son coqueterías de los artistas). La diferencia es que Quino era una inteligencia al servicio del humor, y Fontanarrosa era del humor, pero más integral. El Negro escribía novelas, novelas de teatro, guiones para Les Luthiers, hacía historietas e infinidades de cosas; era un tipo con unas antenas tremendas, una enorme producción. Quino no lo tuvo, por más que trabajaba mucho.

-¿Y Caloi?

El Negro ese el tercer mosquetero.


Por Emiliana Felizzia

Ley por los derechos indígenas

Una deuda CONSTITUCIONAL


El 13 de septiembre de 2007, Argentina fue el único país que se abstuvo de votar cuando la 107º Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración Universal sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Hoy, tras el impulso del diputado santafesino Pablo Zancada, se discute el proyecto en la Cámara de Diputados para transformarlo en ley. En una entrevista con Delta, Zancada explica la importancia de esta declaración.

El diputado socialista Pablo Zancada presentó un proyecto para cumplir lo que considera una “deuda constitucional” con los pueblos aborígenes. Se trata de una ley respaldada incluso por el premio Nóbel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, orientada a mitigar una situación de extrema vulnerabilidad que las propias comunidades denominan “emergencia humanitaria”.

¿Qué derechos reconoce este proyecto a los pueblos originarios?

Este instrumento internacional establece con claridad la libre determinación, la autonomía en los asuntos internos y locales, la identidad como indígenas y también como ciudadanos del Estado Argentino.

Además, se establece el derecho a participar en la adopción de decisiones respecto de cuestiones que los afecten -de acuerdo a sus propios procedimientos y en forma libre e informada-; y a practicar, preservar y desarrollar su propia cultura, sus lenguas, escritura, y prácticas de salud.

Se establece también el derecho a atribuir nombres a sus comunidades, lugares y personas y a mantener, proteger y desarrollar su patrimonio cultural, estableciendo sus instituciones educativas y medios de información. Además, esta declaración establece detalladamente las acciones y medidas que deben tomar los Estados para hacer efectivos estos derechos.

¿Qué posición establece con respecto al reclamo de tierras que realizan comunidades aborígenes de todo el país?

El artículo 26 de esta declaración establece claramente el derecho de los pueblos indígenas a las tierras, territorios y recursos que tradicionalmente han poseído, ocupado, utilizado o adquirido y el derecho a poseer, utilizar, desarrollar y controlar las tierras, territorios y recursos que poseen en razón de la propiedad tradicional. Este artículo establece también la obligación del Estado de asegurar la protección jurídica de estas tierras. Asimismo, el artículo 29 establece el derecho a la conservación y protección del medio ambiente, y de la capacidad productiva de sus tierras y recursos.

¿Por qué Argentina se abstuvo de votar ante Asamblea General de la ONU en 2007?

No ha habido un comunicado de la Cancillería explicando los motivos. Sería muy bueno para la democracia que haya un pronunciamiento del Poder Ejecutivo sobre este tema. Resulta muy contradictorio que el actual Gobierno proclame y asuma la defensa irrestricta de los Derechos Humanos y que en los foros internacionales se abstenga de votar cuando se trata de aprobar los Derechos Humanos de los pueblos indígenas.

¿Qué políticas se impulsan actualmente, a nivel legislativo, hacia la población aborigen del país?

No existe por parte del bloque oficialista una política clara orientada hacia los Pueblos Indígenas. Desde la reforma de 1994 hasta la fecha, el Congreso no ha legislado en forma integral y abarcativa sobre estos derechos. Aprobar la Declaración de la ONU como ley permitirá entonces cumplir con esa deuda constitucional que pesa aún sobre el Congreso y, a la vez, será una oportunidad única de establecer una política indígena en Argentina.

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Por Valentina Primo

viernes, 24 de octubre de 2008

i Siete Maravillas, siete mitos i

“He posado mis ojos sobre la muralla de la dulce Babilonia, que es una calzada para carruajes, y la estatua de Zeus de los alfeos, y los jardines colgantes, y el Coloso del Sol, y la enorme obra de las altas Pirámides, y la vasta tumba de Mausolo; pero cuando vi la casa de Artemisa, allí encaramada en las nubes, esos otros mármoles perdieron su brillo, y dije: aparte de desde el Olimpo, el Sol nunca pareció jamás tan grande"

Antípatro de Sidón Antología Griega

Desde los albores de la humanidad el hombre se ha esforzado por desafiar -cuando no por superar- las fuerzas de la naturaleza y las bellezas que ella presenta a los humanos. A veces por ambición, otras por curiosidad y otras por amor, ya desde el año 125 a.C. los griegos elevaban poemas hacia aquellas creaciones humanas que maravillaban a quienes las veían; poemas que hasta nuestra actualidad generan una voraz competencia arquitectónica para lograr ser parte o autor de una de las siete maravillas del mundo.


La Gran Pirámide

En la actualidad sólo la pirámide de Giza se mantiene en pie, aunque parte de su revestimiento de Caliza ha sufrido los saqueos del hombre y la erosión de la naturaleza. Originalmente fue construida como la tumba del faraón conocido como Keops y fue terminada en el 2570 a.C. después de 20 años. El misterio que atrae a turistas y arqueólogos radica en cómo fue posible que la fuerza humana trasladara los más de dos millones bloques de piedra -de promedio de dos toneladas por bloque- para su construcción. La duda perdura hasta hoy, como perdura la primera de las más antiguas siete maravillas del mundo.

Los jardines Colgantes de Babilonia

La maravilla de existencia más dudosa es la de los Jardines Colgantes de Babilonia. Alrededor de ella se entrecruzan, mitos, guerras e historias de amor. Para los soñadores es mejor imaginar que la leyenda que cuenta que estos jardines fueron creados como expresión de amor del Rey de Caldea hacia su esposa Amytis es cierta. Amytis provenía de la tierra de los Medos que poseía hermosas montañas y frondosa vegetación, paisaje que contrastaba con la sequía que castigaba los terrenos de Babilonia. Para evitar su añoranza y nostalgia, el rey mandó a construir terrazas llenas de enredaderas, árboles, arbustos y plantas colgantes. Para la conservación de la flora fueron necesarios trabajos de ingeniería y arquitectura avanzados, se creé que la vegetación se mantenía por canales de riego de riachuelos alimentados por el Eúfrates. La historia nos afirma que perduraron no más allá del año 126 a.C. cuando la ciudad cayo bajo el dominio de los Partos.

El Coloso de Rodas

El coloso de Rodas fue el símbolo de la victoria del pueblo de Rodas frente a la invasión del ejército de Demetrio Poliorcetes. Este poderoso príncipe quiso derrumbar las murallas de Rodas para invadir la ciudad y gracias a fuertes temporales los barcos que trasladaban a los ejércitos de Demetrio naufragaron.


La felicidad del pueblo de Rodas por el triunfo llevó a la construcción de una estatua de bronce con la figura del Dios del viento, Helios. La estatua tenía 32 metros de altura y pesaba aproximadamente 70 toneladas. El coloso data del Siglo tres a.C. y fue destruida por un terremoto en el 223 a.C. 53 años luego de su construcción. Fue hecha por el escultor Cares de Lindos quien fue discípulo de Lisipo, el autor de otra estatua de gran tamaño considerada como otra de las siete maravillas: La estatua de Zeus.

La estatua de Zeus

A diferencia del Coloso, esta estatua fue realizada en marfil y oro, y medía 12 metros. Zeus aparecía con el torso desnudo y sus piernas estaban recubiertas por un manto; su cabeza tenía una corona de olivos; su mano izquierda un Niké (simbolizando a la diosa de la Victoria) y en su mano derecha un cetro. El marfil que usaron para su construcción era ablandado a partir de un sistema de remojo en vinagre que lo convertía en maleable. La certeza de su existencia se deriva a partir de la impresión de su figura en las monedas de la época ya que nada queda de la vieja estatua destruida en el 363 a.C. cuando el emperador Teodosio el Grande prohibió los cultos paganos.

El templo de Artemisa

El templo de Artemisa en Éfeso llevó 120 años para su construcción y estaba dedicada a la diosa conocida como Diana para los romanos. Era una obra de imponente arquitectura, realizada en mármol. La primera construcción data del siglo VIII a.C. y fue destruida por los Cimerios. Tras iniciar nuevamente su realización el templo fue atracción turística y religiosa para todo el viejo continente. Finalmente fue destruido por un incendio causado por Eróstrato, un hombre ambicioso que buscaba que el mundo conociera su nombre por ser el autor de la destrucción del templo más bello jamás visto. Así, una noche de julio del año 356 a.C. -noche en la que se cree nació Alejandro Magno- el templo se consumió. La mitología dice que para los griegos, Artemisa estaba demasiado preocupada en el nacimiento de Alejandro el magnánimo como para custodiar su propio templo. La reconstrucción se reinició tras la muerte de Alejandro, pero fue destruido nuevamente por los Godos.

El Sepulcro de Mausolo

La historia cuenta que este sepulcro fue levantado por Artemisia II tras la muerte de su esposo el príncipe Mausolo. El rey había llevado a su pueblo a la grandeza y el esplendor, y para honrar su reinado se mandó a erigir este templo que contenía 117 columnas, albergaba 444 estatuas y era coronado por un carro de mármol tirado por cuatro caballos con las figuras de Mausolo y Artemisia. El mismo Alejandro Magno que mando a reconstruir el templo de Artemisa, intentó destruir el sepulcro, pero finalmente fue derrumbado por terremotos en el año 1404.

El Faro de Alejandría

El faro era una torre gigantesca de mármol que poseía en su parte superior un espejo metálico que provocaba destellos de luz durante el día, y por las noches reflejaba el fuego de una hoguera. Su propósito era el mismo de los faros de hoy: iluminar a los navegantes. Situada frente a Alejandría en el actual Egipto, sobrevivió durante mucho tiempo, pero fue destruida por terremotos en el año 1323.

Mito o verdad, las antiguas maravillas del mundo, siguen quitando el sueño de arqueólogos e historiadores, siguen atrayendo la curiosidad de quienes han oído sobre su existencia, y siguen despertando la ambición de aquellos que quieren engrosar la lista de creadores y mecenas que buscan inmortalizar su nombre en alguna colosal y magnánima obra.

Por Ma. Guadalupe Zamar
Mitos e ironías del Día de la Raza


“Muerte contra la vida, gloria de un pueblo desaparecido
es comienzo, es final, leyenda perdida, cinco siglos igual”.


Para algunos, un gran comienzo y para otros, el final -como dice la canción de León Gieco- la leyenda de aquel “encuentro de razas” que se celebra el 12 de octubre tiene tantos elementos fácticos como fantásticos. Después de todo, en palabras de Lito Nebbia “Si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia”. ¿Una historia plagada de mitos?

Las razones
A pesar de que muchos textos escolares recurren a la ‘necesidad de expansión’ como justificación, la historia de la invasión de América conlleva un trasfondo político-religioso.

Aquella España de 1492 resucitaba del desprendimiento de sus dominios: Isabel de Castilla y Fernando de Aragón habían logrado, con su alianza estratégica, expulsar a judíos y musulmanes de las tierras españolas en lo que se denominó la “guerra de reconquista”. Y esta guerra era religiosa. Así, “España adquiría realidad como nación alzando espadas cuyas empuñaduras dibujaban el signo de la cruz”, dice Eduardo Galeano en Las Venas Abiertas de América Latina.

De ahí que el matrimonio quedó inmortalizado, desde 1496, como “los reyes católicos” por el Papa Alejandro VI Borgia.

Y de ahí que la Iglesia no tuviera reparos en santificar la conquista. Después de todo, en una simbiosis perfecta, mientras España adquiría fisonomía propia ampliando su reino, su expansión extendía el reino de Dios sobre la tierra.

Colón y la tierra redonda

El historiador Felipe Pigna relata que, lejos de una figura redonda, Cristóbal Colón imaginó la tierra con el contorno del seno de una mujer. Así, en la carta que escribe el genovés a la reina Isabel, explica: “La parte del pezón es la más alta, cerca del cielo, y por debajo de él fuese la línea equinoccial y el fin del Oriente adonde acaban toda tierra e islas del mundo”.

¿12 de octubre?

Recientes investigaciones afirman que el marinero Rodrigo de Triana, quien gritó “tierra” al ver el islote que hoy constituye las Bahamas, no se produjo el 12 de octubre sino el 13. Pero, explica Pigna: “puesto que tal número se identificaba con la mala suerte y que el 12 de octubre era la fiesta de Nuestra Señora del Pilar, patrona de los Reyes Católicos, y caía ese año en viernes, día de la pasión de Jesús, el almirante habría cambiado la fecha a su antojo para quedar bien con sus benefactores”.

El encuentro de razas

Resulta difícil comprender qué se festeja el Día de la Raza, declarado “Fiesta Nacional” por Hipólito Yrigoyen en 1917. El saldo de aquel encuentro, en rigor, no fue más que un exterminio a fuerza de diseminación de enfermedades, masacres, y esclavitud. Colón ordenaba a los nativos que trajesen todo el oro que encontrasen, cortándoles las manos si no lo hacían. Así fue como los originarios, ante el hartazgo, organizaban su resistencia, escapaban a las montañas -donde luego eran atrapados-, o simplemente abandonaban completamente la agricultura, decididos a morir de hambre.

Pero el exterminio de un pueblo no sólo se apoyó sobre la matanza lisa y llana, sino que se abolió su identidad, prohibiendo las religiones originales y el uso del idioma propio.

¿Pero cómo se armonizó, entonces, una masacre impiadosa con el signo de la cruz que los guiaba? Pues bien, la cosmovisión católica viene a explicarlo: a pesar de que se concebía la existencia de un “Mundus Novus”, ello no implicaba la conciencia de haber descubierto un nuevo continente, una nueva humanidad, y una nueva cultura. El nuevo conocimiento fue integrado a la ortodoxia bíblica, que consideraba que el salvajismo o la civilización de un pueblo eran fruto de la voluntad divina.

Un estudio antropológico de Joan Bestard y Jesús Contreras describe que, según el Génesis, la inferioridad y consecuente esclavitud de algunos pueblos es consecuencia de la maldición caída sobre su ascendente, Cam (hijo de Noé).

De esta manera, los originarios fueron asimilados a los pueblos “bárbaros” vecinos de los europeos. Sólo se descubrió al hombre americano, en tanto humanidad diferente, después de que se tomó conciencia de que América constituía un continente distinto y separado de Asia.
Esta ignorancia queda manifiesta en las ceremonias de toma de posesión de tierras: se les leía a los aborígenes un documento denominado ‘requerimiento’ en el que se les comunicaba, en un idioma que no conocían, su nueva situación de súbditos a la monarquía española. A renglón seguido, se les requería entender lo explicado y acatarlo; caso contrario sería considerado una causa para una “guerra justa”.

Y aquí viene uno de los principios fundamentales para la legitimación de la guerra: Según la diplomacia de la época, “basada en el derecho de la libre predicación del evangelio y la libre circulación para la práctica del comercio, el impedimento de cualquiera de estos derechos constituía una causa justa para una guerra justa”, dicen Bestard y Contreras.

Así, la fórmula imponía dos alternativas: aceptar la subordinación, o morir por herejía. Y dado que ningún nativo comprendía el requerimiento, en general los aborígenes se lanzaban a luchar, cumplimentando el requisito para una guerra que se consideraba justa.

La vaca y la leche

El saqueo y el despojo de las riquezas del nuevo continente no tuvo precedentes. Según Earl Hamilton, entre 1503 y 1660, llegaron al puerto de Sevilla 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata. En poco más de un siglo y medio, la plata transportada a España superaba tres veces el total de reservas de Europa; esto sin incluir el enorme porcentaje de contrabando.

Sin embargo, dice Galeano: “los españoles tenían la vaca, pero eran otros quienes bebían la leche”. Es que, a pesar de la ‘burbuja’ en la que vivía la aristocracia, que se embarcaba en guerras y se dedicaba al despilfarro, la Corona estaba hipotecada. La plata americana tenía como destino a los grandes banqueros alemanes, genoveses, flamencos y españoles -a quienes se les pagaba por adelantado- y prestamistas que habían adelantado al Papa los fondos necesarios para terminal la catedral de San Pedro.

Un triste final para Colón

Paradójica y patética, la muerte de Cristóbal Colón transcurrió sin gloria ni honor. Sin saber que había descubierto un nuevo continente, sin siquiera poder dar nombre al mismo -que debe su nombre a Américo Vespucio-, y sin lograr que el rey Felipe le reconociera sus derechos y porcentajes, el almirante murió en 1506.

Por Valentina Primo

martes, 21 de octubre de 2008

¡Opiná sobre el cambio horario!

Otra vuelta al reloj

Nuevamente Argentina padece los trastornos de un cambio horario. Y no es que la sociedad se niegue al avance, o a cuidar la energía. Simplemente sucede que de un año a otro se ha cambiado dos veces el huso horario, y eso trajo aparejado múltiples consecuencias negativas y pocos cambios visibles calificados positivamente.
Y el simple hecho de adelantar el reloj –que considerando la cantidad de artefactos que indican la hora que tiene cada habitante del país, no es tan simple- no es el único eje sobre el cual se discute. El cambio del reloj biológico repercute en el organismo con síntomas como la irritación, la falta de sueño y trastornos digestivos. El cambio solar de los horarios comerciales hace que pongan el grito en el cielo aquellos comerciantes que necesitan del turismo nocturno; y a nivel político, nuevamente una decisión arbitraria no contempla el bien del todos y otra vez se reflejan las fracturas y diferencias entre dirigentes. Sólo diez del total de las provincias acataron la norma, cuestión que debilita aún más la credibilidad de la medida. Jujuy, Tucumán, San Juan, San Luis, Mendoza, Tierra del fuego y Misiones entre otras, no integran “la hora oficial” Argentina establecida por la ley 26.350.
Así, en algunas provincias, la cena es a plena luz del día. En otras, se continúa con la rutina diaria; algunos llegan tarde a trabajar y otros se levantan demasiado temprano. Este nuevo defasaje -que este año se adelantó dos meses con respecto al 2007, (el cambio el año pasado se realizó el 30 de diciembre)- es otro de los números ficticios que se manejan en nuestro País. Desde el domingo existen dos horarios, al igual que existen dos realidades: en Argentina la inflación nunca aumenta más del 4%, el ahorro energético es mayor del 2% con este tipo de medidas, los números de la bolsa no son negativos, el desempleo no tiene cifras alarmantes y los votos de las elecciones reflejan los números dignos de un sufragio limpio. El cambio del huso horario es una nueva demostración de que en Argentina, ni siquiera los números que marcan los relojes, son verdaderos.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Ley contra la minería en Córdoba

La Legislatura de Córdoba sancionó antes de ayer, después de un largo reclamo de organizaciones como “Ongamira despierta” y “Córdoba Ciudad Despierta”, la ley que prohíbe la minería metalífera a cielo abierto en el territorio de la provincia, siguiendo los pasos que ya dieron Mendoza, La Rioja y Río Negro.

El legislador Marcelo Falo informó a radio Cadena 3 que “esta ley prohíbe toda la actividad minera nuclear; por lo tanto Córdoba no va a tener nunca más explotaciones mineras de uranio”. Además, se prohíbe la utilización de sustancias tóxicas en todos los procesos minerales metalíferos, “lo que pone a córdoba en la vanguardia en materia de políticas ambientales”, dijo Falo.

Si bien en la actualidad no existen explotaciones de ese tipo en Córdoba, Josefina Piana, titular de Patrimonio Cultural de la Provincia, había confirmado a Delta ya en diciembre del año pasado (ver nota) que la Secretaría de Minería había girado expedientes en 2006, solicitando autorización para cateo y exploración en la zona de Ongamira. Actualmente, según el diario La Voz del Interior, existen 90 pedidos de privados.

Lo habían denunciado el año pasado los vecinos del valle de Ongamira –nucleados en la ONG ¡Ongamira Despierta!- ante el Defensor del Pueblo de la Nación: se habían extraído muestras de manera ilegal en busca de metales valiosos.

El vicepresidente de Fundación Acude, Federico Kopta, explicó a Delta que este tipo de explotación utiliza el cianuro -que sirve para separar los metales de la roca y luego procesarlo-; y “soluciones de ácidos, que después son llevadas a un piletón y van a parar a arroyos que se contaminan completamente”. Esto puede contaminar el suelo y el aire, pero fundamentalmente, “lo que no tiene solución es que se agota el agua”, debido al uso intensivo de la misma.

Así, este modo provoca, entre otras consecuencias, los denominados "drenajes ácidos de Mina", que son el producto de la exposición a roca viva del gigantesco socavón que necesita este tipo de explotación, explicó a Delta Matías Carelli, integrante de la Asamblea “No a la Mina” de Esquel, en 2007. (ver nota)
Finalmente, la ley no se hizo esperar más. A pesar de que algunas voces intentan calificar de alarmistas a quienes defienden los derechos ambientales, la realidad nos demuestra, y de la manera más cruel, que el mundo no admite experimentos para ver si “es que no es tan malo”. Basta con mencionar el calentamiento global como para recordar que los cuidados del mundo no son causa de un grupo de idealistas. La tierra, el aire y el agua no tienen dueño, y las consecuencias de su maltrato no discriminan a nadie.

Más sobre minería en DELTA:

Ongamira: Resistencia Imperecedera
San Juan: Las explosiones de Barrick Gold
Esquel: Meridian contaMINA
No a las mineras contaminantes!!!


lunes, 22 de septiembre de 2008

Turismo: Venecia


Sólo el murmullo de los miles de pasos deambulantes tintinea en mis oídos: libre de la histeria del tráfico y las bocinas, Venecia entona una melodía cuyos únicos acordes son la marea y el remo del “gondoliere”. En esta ciudad que desdibuja los límites entre fantasía y realidad, todos los sentidos se desconciertan. Y no se trata de una expresión metafórica: dejarse llevar por zigzageo de sus diminutas calles puede conducir al despistado transeúnte -adiestrado a los semáforos y señales- a uno de los tantos canales que irrumpen en el sendero “all’improvviso”.

Pero el reflejo de la historia en sus aguas, sus 400 pintorescos puentes, y las exóticas góndolas que adornan sus orillas no agotan la magia de una cuidad que fue construida sobre 120 pequeñas islas. Sí, por fabuloso que pueda parecer, la construcción de esta ciudad se originó en una búsqueda de refugio ante las invasiones de hunos y longobardos, en el siglo V.

Sin embargo, el paso de los siglos no ha quitado una pizca de frescura a esta asombrosa ciudad. Al recorrer el Gran Canal que atraviesa la isla, se abre paso la majestuosa Piazza San Marco, enmarcada por la Catedral, una reliquia arquitectónica de estilo bizantino construida en 829 para albergar el cuerpo del evangelista Marcos. También allí se encuentra el Palacio Ducal, desde donde asoma el célebre ‘puente de los suspiros’, que contrariamente a la visión romántica, tiene un significado melancólico: allí es por donde pasaban los prisioneros antes de ser sentenciados, emitiendo su último aliento a través de sus recovecos.

Detenerse en el centro de la plaza, invadida por inquietas palomas, bordeada por los edificios de las ‘procuratie Vecchie’, y ambientada por magistrales violinistas, difícilmente prive al visitante del conocido síndrome de ‘piel de gallina’.
Más allá del centro cultural, recorrer las callecitas de sus seis barrios es introducirse en un laberinto sin fin donde a menudo es posible desembocar una y otra vez en el mismo ‘campo’ (las plazas secas donde confluyen hasta 7 calles), si es que antes no queda varado entre un estrecho pasadizo y una calle sin salida.

Venecia es una ciudad para caminar -es decir, para subir y bajar puentes-. Sin embargo, sus coloridos comercios plagados de máscaras y el inconfundible aroma de la pizza mediterránea ameritan varias pausas en el recorrido. Y no será infrecuente para una dama toparse con cordiales piropos confirmando que, lejos de ser un mito, la pasión y el romanticismo impregnan la sangre italiana.

La aventura continúa al retornar a la Piazza, debiendo sortear lagunas de charcos cuando la marea sube y la iglesia San Marco se refleja en el agua. Allí es cuando se montan grandes pasarelas, que permiten ver la ciudad desde otra perspectiva.

Y eso es Venecia, una serie de aventuras y desventuras que tornan cualquier paseo en una anécdota digna de un cuento, o de una comedia. Quizá por eso es que Shakespeare la eligió como testigo de los celos de Otelo; o de la venganza contra Antonio, el mercader de Venecia.

Es que la isla ofrece un deleite para cada uno de los sentidos, un concierto de imágenes, melodías, aromas, y texturas que vivifican una historia de grandeza, de duques, de prisioneros, y quién sabe de cuántos otros secretos.

Por Valentina Primo

Minería en Córdoba

“Córdoba Ciudad Despierta” es un movimiento asambleario, en el que un grupo de vecinos de la ciudad se junta para solidarizarse con la problemática de los vecinos de Ongamira, una pequeña localidad de nuestra provincia.

Esta asamblea de vecinos surge a partir del contacto con diferentes organizaciones, y principalmente con los asambleístas de ¡Ongamira Despierta! (ver revista DELTA mes de diciembre), enterándose y poniéndose en contacto con la situación de la zona.

Es así como convocan a un grupo de amigos para contarles del tema y deciden comenzar a difundir la problemática. Ese es el objetivo principal de “Córdoba Ciudad Despierta”, lograr que todos los cordobeses se interioricen con el tema, que quizás no les toque directamente en la actualidad, pero con el que se verán afectados en un futuro sino se hace algo para frenar y evitar que se autorice la minería en las Sierras Chicas de nuestra provincia. La explotación minera a cielo abierto utiliza un método de explotación del suelo altamente nocivo, con el cual se usan y contaminan 100 millones de agua dulce por día, además de la contaminación del aire.

En la actualidad, esta asamblea está luchando para que se sancione la Ley contra la minería a cielo abierto en suelo de la provincia de Córdoba. Los asambleístas se sienten conformes de cómo se están dando las negociaciones para lograr esta sanción y esperan la pronta concreción de la misma.

Pero este no es el final de su lucha: “Córdoba Ciudad Despierta”, además de ser una herramienta de información, pretende ser una herramienta de presión, para lograr que la lucha se nacionalice, para que todos los argentinos se unan por el bien común. Colaborando con las provincias vecinas que ya cuentan con mineras de estas características en su suelo y, que a pesar de que existen leyes, éstas no se cumplen.

“Zona de sacrificio”

Aunque parezca descabellado, así es como se denomina la zona en las que se instalarán las futuras mineras. Sí, aunque usted no lo crea, los informes de impacto ambiental denominan de esta forma a los terrenos aledaños a la minera.

Esto es lo que sucede en Andagalá, provincia de Catamarca, lugar en el que un pueblo entero del tamaño de Arguello, debe mudarse de lugar ya que la zona será contaminada en los próximos tres meses, al punto de ser inhabitable.
El problema más grave, sin quitarle importancia a la migración de un pueblo entero, es que al ser la contaminación por agua y aire, es difícil determinan cuánto territorio será contaminado, es por esto que las “zonas de sacrificio” pueden ser del tamaño de una provincia. Estas mineras utilizan métodos que para la extracción, en el que manipulan químicos, que luego son arrojados a los ríos, de los cuales utilizan el agua, contaminando millones de litros diarios.

El objetivo de la asamblea es difundir la problemática, hacer que cada cordobés se entere de lo que está sucediendo en otras provincias y que puede suceder en nuestro propio territorio si no hacemos algo. Si te interesa colaborar con la asamblea, podés acercarte todos los jueves, a partir de las 18:00 hs en la plaza de la Identidad, calle Caseros y Obispo Trejo.

Por Georgina Catalano

lunes, 8 de septiembre de 2008

Entrevista a Los Modernos

“Ser moderno en tiempos postmodernos
es ser un pasado de moda”

Si bien no fuimos recibidas en vistosos trajes de novia, la entrevista a Pedro Paiva Y Alejandro Orlando fue todo un festejo. En una charla de una hora -en la que intentamos seguir la velocidad de su decir- los modernos compartieron para DELTA sus percepciones sobre FO, sus proyectos, sus anécdotas y su insuperable buen humor.
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La entrevista se pactó en el particular escenario de Studio Theatre, donde el dúo de actores presenta su nuevo espectáculo “FO” de jueves a domingos. En ese lugar, y desde las mismas mesas donde los seguidores de Los Modernos ven el espectáculo, comenzó –con una puntualidad admirable- sin preámbulos y sin ningún tipo de timidez, una amena y entretenida conversación. Alejandro y Pedro vestidos de civiles, sin sus peculiares faldas e inconfundibles suecos, contestaron una por una, todas las preguntas que se les hicieron, haciendo hincapié en sus comienzos de teatro “a la gorra”:

¿Cómo surge la compañía Los Modernos?
Alejandro: Antes que nada éramos dos amigos que queríamos hacer algo juntos. Empezamos pasando la gorra, entonces había que ir a buscar a la gente a distintos lugares y pasamos la gorra durante un año en restaurantes, bares y pubs de córdoba, y a partir de eso surgió nuestra estética, que no fue casual. Tenía que ser de choque porque teníamos que captar la atención de la gente mientras estaba comiendo. Cuando elegimos la falda y los suecos sabíamos que algo iba a pasar, primero teníamos que llamarles la atención con nuestro vestuario, y después con nuestro texto durante quince minutos. ¡Las primeras faldas me las hacía mi vieja!
Pedro: ¡y el nene salía de falda, con suecos, de noche y con un amigo!, era tremendo ¡muy sospechoso! (Risas).

¿Y el nombre, como surgió?
Alejandro: Cuando estábamos buscando un nombre pensábamos en algo potente, que coincidiera con la estética. Un día, caminábamos por la calle 25 de mayo de barrio Gral. Paz -de donde soy yo-, y vemos un lavadero muy antiguo de esos de tipo industrial que se llamaba “El Moderno”, y era muy grande pero muy viejo. La pared donde estaba escrito el nombre estaba toda descascarada. Ese lavadero había sido moderno alguna vez. Y bueno, ahí empezamos con nombre y todo.

Quizás lo mas impactante de este dúo actoral, es cómo, en la era en la que todo entra por los ojos, en la época de culto al cuerpo y de primacía de lo sexual, logran captar -durante horas- la atención de un público muy heterogéneo, con simplicidad escenográfica y de vestuario, con una austera iluminación y por sobretodo, con el antiquísimo recurso de la oralidad.

Su simpleza visual- aunque teñida de maravillosos toques sutiles- es directamente equiparable a la velocidad en la que emiten el texto y al ingenio del contenido del mismo escrito por Pedro Paiva. Esta combinación realmente armónica es atribuida a varios factores como aseguró Alejandro “el texto, que es muy vanguardista, no tiene precedentes en su forma decir. A nuestra estética de vestuario, le sumás el texto y sumás la forma de decir, un ritmo, una no escenografía -que es toda una escenografía- y obtenés algo totalmente particular. Es muy novedoso, muy postmoderno. Te puede gustar o no gustar”

¿Y como adaptan su formato a públicos tan diferentes como el cordobés y el catalán?
Pedro: Cada formato tiene su lugar, y en realidad no es tan diferente un lugar del otro. De seis años que tenemos de compañía tuvimos tres en Barcelona y tres acá, así que conocemos el público catalán, y el cordobés. Si bien hay diferencia, no se puede decir que uno se ríe del blanco y otro del negro. El espectáculo interesa porque es universal. Hacemos exactamente lo mismo acá que en España.

Alejandro: El formato tiene la rara particularidad de poder adaptarse en cualquier lugar. Hemos actuado en colegios, sin luces sin sonido, o hemos actuado en el teatro nacional de Cataluña que es una maravilla, y el espectáculo funciona exactamente igual. Si tenemos luces bien, sino ¡no importa! ¡No necesitamos mas nada!


Para los que no vimos FO, ¿Por qué los vestidos de novia?
Pedro: Bueno, si bien nosotros tenemos un vestuario que después utilizamos durante el espectáculo, arrancamos con un vestuario hecho a medida, es la primera vez que tenemos un vestuario de diseño… diseño de autor.

La idea de “FO” necesitaba una imagen potente para el afiche, que a su vez tuviera sentido con la obra que estamos presentando. Vestirse de novia implicaba este pretexto de divertimento y acercamiento con la gente, simplemente le damos la bienvenida al público.
Alejandro: Si hacíamos el afiche solo, y venías al teatro y no encontrabas a las novias, era un fiasco. No se justificaba. Desde este lugar de café concert tenemos esa media hora de acercamiento con el público, de ruptura. Y después, cuando arrancás la obra, ya estás en un plano que es maravilloso, al espectador ya lo subiste al escenario.

Pedro: Igual hacemos todo con simpatía y mucho respeto. Hay gente a la que no le gusta que la molesten, entonces es un momento de darle las gracias y la bienvenida. Si sale un chiste, sugerido por el público, mucho mejor. Además, así vestidos nos sentimos muy graciosos.­

¿Y cómo sigue la agenda de Los Modernos?
Alejandro: Nosotros sentimos que algo va a pasar con Fo, algo que no sabemos bien qué es, pero algo va a pasar. Se abren nuevas puertas, nuevas posibilidades con esta nueva estética.
Pedro: Donde se hable español ¡podemos ir!

Alejandro: ¡Y tenemos las ganas! Hay una frase que dicen que la dijo Chaplin y nos encanta: “cuándo algo funciona no hay que cambiar la obra, sino el público”, y nosotros lo hemos comprobado.

Este grupo posee en su nombre una notable contradicción. Su forma teatral, sus textos y su forma de expresarlos son fuertemente vanguardistas, muy propios de la postmodernidad. Aún así, se hacen llamar “Los Modernos”, agregando en esta disonancia, aún más excentricidad y genialidad a las producciones que tan extasiadas tienen al público cordobés.

¿Y entonces: cómo es ser modernos en la postmodernidad?
Bueno, ser moderno en tiempos postmodernos, es ser un pasado de moda.

Por Ma. Guadalupe Zamar

jueves, 4 de septiembre de 2008

Ancianidad

Meses atrás, la ONU alertó que el 80 por ciento de los ancianos en el mundo no está suficientemente protegido frente a los riesgos de salud, de discapacidad y frente la reducción de ingresos. Según un estudio realizado por el organismo, en los países en desarrollo 342 millones de personas mayores no tienen ingresos garantizados.
Pero no sólo se trata de un problema de las clases más vulnerables; es el problema de una sociedad que da la espalda a sus ancianos, que los margina y los olvida.

Isolina Dabove, directora del Centro de Investigaciones en Derecho de la Ancianidad, en Rosario, explicó a La Voz del Interior que hay “relaciones estrechas entre la violencia y el sistema económico prevaleciente en nuestra cultura occidental y su sentido de utilidad. Este intento de no ver y no apreciar al viejo (a su vejez y a la propia), generalmente es tan profundo que provoca múltiples situaciones de violencia sutiles, difíciles de captar sin análisis y reflexión”. ¿Qué rol le cabe a la familia, que absorbida en preocupaciones a veces se olvida de ellos?

Ocho hijos y un padre

En el geriátrico Las Tinajas, desde una silla de ruedas, Azucena llama al Doctor Aliaga y lo saluda con un beso. Sonriente y con una mirada pícara le dice: “¿Sabés cuántos años voy a cumplir? ¡93!”, y se ríe.

El doctor Alejandro Aliaga, director de la Asociación Gerontológica Argentina, cuenta que a pesar de ser director de un geriátrico, se opone a la geriatría. “Lo ideal y lo hermoso es que el abuelo pueda ser contenido por su familia. Sin embargo, el hogar ya no es como antes. La mujer hoy se ha igualado al hombre, tiene que trabajar y seguir cumpliendo con las tareas de la casa”.

“Hay un refrán que lo describe perfectamente -esbozó el abogado-; un padre puede mantener ocho hijos, pero ocho hijos no pueden mantener a un padre. Entonces, la geriatría es un mal necesario -dijo-; no es lo mejor, pero sí lo menos peor en algunos casos. Muchísimos carecen de familia y a otros es imposible tenerlos en la casa porque, sin quererlo, destrozan la familia; el abuelo se vuelve déspota, pretende mantener la autoridad y se olvida de que su hijo tiene obligaciones. Entonces, los geriátricos pueden brindarle lo que la familia no puede”.

El desprestigio de los geriátricos proviene, según Aliaga, en el recuerdo del hospicio, que era “un depósito de viejos lleno de olor y oscuro, donde al abuelo se lo encerraba en un cuarto sin luz. Hoy nos hemos humanizado más; pero en mi gremio hay mucha gente insensible, y establecimientos que no deberían existir, pero que existen porque el Estado no tiene dónde ponerlos”.

El derecho de internación

Aliaga explicó a Delta que existe una ley de discapacidad, que la mayoría de los abuelos ignora, según la cual a través con un certificado que otorgue Salud Pública, diciendo que una persona está discapacitada, “toda obra social está obligada a pagar la internación geriátrica”. La mayor de ellas, el PAMI, cubre el 100 por ciento de la internación, “pero le retiene al abuelo entre el 40 y 60 por ciento de la jubilación. Entonces, hacen un estudio social antes, y le ven la jubilación o el ingreso del hijo para decidir si la cubre o no”. Para los abuelos que no tienen obra social existen las pensiones no contributivas, que les dan posibilidad de ingresar en este tipo de establecimientos aunque, en rigor, pocos los reciben.

Más allá de la decisión de la familia, los cuidados de un establecimiento no suplen las necesidades de los mayores. Un estudio realizado por Andrés Urrutia, de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba, demostró que, incluso para quienes tienen escasos recursos, los vínculos, el apoyo y la interacción social tienen más importancia que el nivel de ingresos económicos.

La sociedad del culto a la juventud hace de sus abuelos seres inútiles, imponiendo prejuicios y desprecios. Las sociedades antiguas, por el contrario, consideraban a los ancianos depositarios de la sabiduría, seres a quienes admirar e imitar. Acaso la vejez pueda volver a concebirse no como un ocaso, sino como el desenlace de una historia de vida en el que la velocidad se aminora para disfrutar del recorrido.

Por Valentina Primo

sábado, 16 de agosto de 2008

Juicios de lesa humanidad en Córdoba

Muchas fueron las luchas de grupos que, durante el Gobierno de Facto y en democracia, buscaron reivindicar los Derechos Humanos, y que recibieron como respuesta postergación, violencia, indulgencias o frases olvidables como “los Argentinos somos derechos y humanos”. Pero Córdoba, una vez más, sienta precedentes en la historia jurídica juzgando a los responsables de aquella etapa oscura que vivieron muchos argentinos durante la última Dictadura Militar.

Luciano Benjamín Menéndez, alias “cachorro”, fue Comandante del Tercer Cuerpo del Ejército entre 1975 y 1979, repartición que tuvo epicentro en Córdoba pero abarcaba a diez provincias del Noroeste y Cuyo. Tuvo el control operativo de las Fuerzas Armadas y de Seguridad en el territorio de la zona 3, y era el responsable de todos los campos de concentración que funcionaron en las provincias abarcadas en el Cuerpo, entre ellos "La Perla" (por donde pasaron más de 2.200 personas durante el período de la última Dictadura). Fue, así supervisor y director personal de las torturas y fusilamientos que allí se llevaron a cabo.

Hoy, en Córdoba, se encuentra en prisión, condenado a cadena perpetua por cuatro crímenes cometidos, luego de haber sido procesado veinte años antes por la Corte Suprema -por tormentos, sustracción de menores, y muertes- sin resultados absolutos debido a los indultos otorgados por el ex presidente Carlos Menem. Ocho años más tarde, en 1998, se reabrió una causa penal por 30 fusilamientos y asesinatos de presos políticos cometidos en 1976. Sin embargo, Menéndez siguió en
libertad.

Por causas como ésta, miles de argentinos, organizaciones e instituciones internacionales luchan para que “se haga justicia”, una justicia quizá tardía pero substancialmente necesaria para avanzar como sociedad sin heridas del pasado.

Aunque existen demandas irresueltas en nuestra sociedad, es memorable que -luego de tres décadas de búsqueda- se demuestre que con justicia puede lograrse lo deseado. Y esto abre debates controversiales, en base a la conocida Teoría de los Dos Demonios, en la cual se concibe al
Proceso de Reorganización Nacional como uno de los dos sistemas en guerra, que se enfrentaba con ideologías de izquierda. Un debate sin fin, pero con resultados palpables, al menos en este 2008.
Por Emiliana Felizzia

Entrevista al camarista Jaime Díaz Gavier, Juez de la causa contra Menéndez

En una entrevista con Delta, el Camarista Dr. Jaime Díaz Gavier explicó detalladamente qué significó para la justicia de Córdoba el juicio y condena a Luciano Benjamín Menéndez -Jefe del Tercer Cuerpo del Ejército durante la última Dictadura Militar en Argentina-, y detalló además los componentes legales que permitieron enjuiciar a ex represores, y cómo influyen estas condenas en la sociedad argentina en miras a un futuro pacífico con basamento en la justicia.

¿Usted considera que este juicio contra ex represores de la última Dictadura Militar marca una nueva etapa en la justicia provincial y nacional?
Creo que se trata precisamente de un período muy dramático de la historia argentina que todavía no está procesado en la historia nacional y que ha dejado heridas abiertas, a pesar de que han pasado casi treinta años desde que terminó la Dictadura Militar. De manera tal que este juicio -que es el primero en el interior del país- en el que se juzga a un Comandante de Cuerpo, que además tenía un papel muy importante en la estructura militar de aquel entonces como en el caso de Menéndez, evidentemente marca una etapa que determina la necesidad juzgar estos hechos porque la sociedad argentina reclama paz, pero paz con justicia.

¿Y qué opinión le merecen las argumentaciones basadas en la conocida teoría de los dos demonios, buscando el enjuiciamiento a ex militantes de izquierda?
Yo no creo en la teoría de los dos demonios porque presupone la existencia de dos bandos en guerra, y en realidad no hubo tal cosa. Existieron ciertamente sectores de la sociedad que se armaron y pretendieron efectivamente tomar el poder, y que indudablemente cometieron delitos tomando a su cargo la idea de ellos podían reformar y cambiar la sociedad, pero muchos de esos delitos de fueron juzgados, muchos están en cárcel y muchos están muertos.
Pero lo que se está juzgando ahora, porque es inadmisible en una sociedad civilizada, es que el Estado se convierta en terrorista, que a través de sus agentes y de sus funcionarios cometa delitos.

Menéndez aseguró que debería ser juzgado por las Fuerza y no por el poder judicial ¿Es así realmente?
No, carece de fundamentos. Se trata de crímenes de lesa humanidad, es decir crímenes cometidos contra una porción social importante de un país por motivos políticos, raciales, o religiosos; en este caso eran claramente políticos ya que se trataba de eliminar a un sector social que pensaba de una manera determinada que no era la manera de pensar que tenía el Gobierno de la época. Entonces, la pretensión de ser juzgados por tribunales militares no tiene ningún fundamento, porque los Tribunales Militares puede eventualmente juzgar faltas cometidas en ejercicio de la función militar, y la función de los militares argentinos no es secuestrar argentinos, torturarlo y matarlos.

Además, “cachorro” Menéndez había afirmado, antes del veredicto, que "ostentamos el dudoso mérito de ser el primer país en la historia del mundo que juzga a sus soldados victoriosos que lucharon contra la guerrilla marxista y vencieron por orden de y para sus compatriotas". Afirmación que el Camarista del Tribunal Oral Federal califica como “parte de un sistema de pensamiento que no se corresponde, de ninguna manera, con el sistema jurídico aplicable”. “No se trata de militares victoriosos o no en la guerra, insisto, se trata de militares que en ejercicio del monopolio de la fuerza pública, utilizando el aparato represivo del Estado pero de manera clandestina e ilegal, cometieron delitos comunes contra un importante sector social, y por ello se constituyen en delitos de lesa humanidad conforme a la descripción de esta figura penal de acuerdo a las leyes internacionales a las que la Argentina ha adherido hace mucho tiempo -incluso antes de que se cometieran estos hechos-. Son delitos, y por lo tanto deben ser juzgados por un Tribunal Constitucional de la República”, aseguró el Juez que condenó a Menéndez de manera conjunta con los jueces Carlos Otero Alvarez y José Vicente Muscará.

¿Los Organismos de Derechos Humanos han tenido mucho que ver con la posibilidad de que hoy se pueda juzgar a estas personas?
El mérito de los Organismos de Derechos Humanos ha sido el de mantener viva, a lo largo de los años, esta cuestión como un aspecto no resuelto de la historia argentina; es decir, ha habido momentos en los que se ha dicho formaba parte de la historia más lejana, que ya había tanto interés en investigar; pero en realidad toda la sociedad para poder vivir en paz, para superar esos hechos del pasado, necesita justicia, si no hay justicia no hay forma de aceptar serenamente el veredicto de la historia.

¿Seguirán los juicios de lesa humanidad en Córdoba?
Quedan muchos juicios vinculados a violaciones de Derechos Humanos -no menos de veinte o treinta-; muchos están en la etapa de Instrucción, es decir que están a cargo de la Jueza Federal y la Fiscal Federal que tienen a su cargo la instrucción de estas causas, con invitaciones de la Procuración General de la Nación a que se unifiquen los casos para evitar tener treinta juicios distintos y evitar el desgaste de los testigos, que tendrían que declarar decenas de veces de lo mismo. Porque en definitiva se trata de una misma temática, de un mismo procedimiento, y sobre todo de un mismo plan de un Estado concebido como terrorista.

Para finalizar, Díaz Gavier afirmó algo memorable: “Es importante que una generación de jóvenes que han tenido la dicha de nacer en democracia, con todas las limitaciones y defectos que tiene nuestra democracia pero caracterizada por la libertad y la posibilidad de disentir, pueda vivir en ese clima de libertad y en esa posibilidad creadora de imaginar un mundo mejor, que creo es el que nos merecemos”.


Por Emiliana Felizzia

sábado, 26 de julio de 2008

Basura y reciclaje

Córdoba genera actualmente más de 50 mil toneladas de basura por mes; basura que se esconde bajo la alfombra a través de la quema y el enterramiento. Frente a la indiferencia colectiva, un conjunto de organizaciones sociales creó el programa Reciclar Valores, que se propone ofrecer un sistema organizado para el reciclado de residuos, así como también favorecer la inclusión social de los sectores recolectores.

Hoy tiramos todo a la basura -hasta las propias relaciones humanas, cuando se agota ese mínimo de paciencia que ostentamos. Es que abstraerse de una cultura en la que todo se torna descartable supone una responsabilidad que el hombre posmoderno no está dispuesto a asumir, hipnotizado por la novedad y el consumo.

Según datos provistos por Fundación Acude, Córdoba genera actualmente más de 50 mil toneladas de basura por mes; es decir que cada habitante genera 1,3 kilogramos de desechos por día, habiéndose duplicado esta cifra en poco más de una década.

¿Y dónde termina aquel recorrido que comienza en el tacho? Los residuos se acumulan en el repositorio ubicado en el predio de Potrero del Estado, en la localidad de Bouwer. Allí, según una denuncia del intendente Juan Lupi publicada por La Voz del Interior, los residuos están actualmente acumulados en una montaña que tiene más de 30 metros de altura, causando serios riesgos para los 1.500 vecinos de dicha localidad.

Sin embargo, más allá del predio de enterramiento, Córdoba está, literalmente, rodeada de basura: dentro del ejido urbano de la ciudad, 235 hectáreas están ocupadas por 91 basurales a cielo abierto, superficie que supera el área del macrocentro de la ciudad. Esto no sólo implica convivir con montañas de nuestros propios desechos, sino también un gasto de aproximadamente 125 mil pesos semanales en la limpieza de los mismos.

Soluciones ineficientes

Ninguna de las alternativas con las que se cuenta actualmente para acabar con la basura está exenta de serios riesgos, tanto para el medio ambiente como para la salud: el enterramiento, por un lado, ocasiona la contaminación de aguas superficiales y subterráneas, que acarrean plaguicidas, metales pesados, y bacterias.

Por otra parte, la quema de basura -práctica muy frecuente en la ciudad- es un fuerte agente contaminante, ya que las cenizas concentran sustancias tóxicas que pueden ocasionar cáncer y alteraciones en el sistema nervioso.

Federico Kopta, vicepresidente de Fundación Acude explica, en un estudio sobre quema de basurales, que la quema de residuos como el PVC y otros plásticos, pilas, y restos metálicos libera contaminantes y metales pesados, algunos de los cuales son cancerígenos y “pueden dañar los sistemas nervioso, inmunológico y endocrino”.

Una oportunidad en Urca
A pesar de la desidia colectiva, un conjunto de organizaciones sociales conscientes de esta problemática ambiental y sanitaria aunaron esfuerzos para generar el programa Reciclar Valores, que se propone no sólo ofrecer un sistema organizado para el reciclado de la basura, sino también favorecer la inclusión social de los sectores recolectores.

En una entrevista con DELTA, Raúl Billar, presidente de la Asociación Civil Raíces y director del programa, explicó que su implementación se realiza en esquema: durante el primer mes se inicia un proceso de relevamiento sobre las organizaciones sociales del barrio -centros vecinales, iglesias, escuelas, clubes-, procurando lograr una convocatoria pública. Este trabajo es efectuado por promotores ambientales, que conforman el área de Abordaje Territorial -una de las seis áreas de trabajo en las que se divide el sistema- y que recorren los nueve eco-circuitos que conforman Urca, Ampliación Urca, y Parque Tablada.

El segundo paso consiste en un plan de capacitación del eco-recolector, en el que se intenta incorporar a aquellas personas que ya trabajan en la recolección del barrio. En dicha capacitación, “deben entender que están dentro de un programa, que deben tener una forma de trabajar, así como un trato y una forma de relacionarse con la comunidad”, destacó Billar. Sin embargo, no todos los recolectores se muestran dispuestos a integrarse al programa ya que, según explicó el coordinador, “nadie quiere largar algo que ya tiene, aunque sea pobre, por algo que no sabe cómo va a resultar”.

Reciclar Valores provee a los recolectores de carritos, guantes, gorros, chalecos, y una identificación para recolectar los materiales y luego concentrarlos en bolsones, que serán transportados en un trailer a las plantas creadas por el programa. “Ya tenemos tres plantas de selección y acopio de materiales, que son los de las cooperativas Los Carreros, San José, y Corcor; fuimos creando una por año”, agregó el entrevistado. Allí el material es absorbido, separado -según el tipo de sustancia -, y vendido a un mayorista.

Así, el programa propicia un vínculo económico directo entre la cooperativa y el eco-recolector, quien es remunerado con el aporte que recoge de la comunidad y vende a la cooperativa. “De esa manera -detalló Billar- nosotros potenciamos a las cooperativas en su desarrollo, aportándoles materiales, y tratamos de garantizarle un precio justo al eco-recolector, que actualmente se encuentra prisionero de galponeros que le pagan monedas”.

Desde la organización estiman que cada recolector podrá trabajar en un circuito de diez manzanas, “en donde hay una
generación de recursos como para que genere una renta de 30 a 50 pesos diarios”, consideró el director.

El programa de recolección en origen se comenzó a implementar este año gracias al respaldo de distintas organizaciones, como el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación (para el montaje de las plantas), y la Fundación Interamericana (IAC), que otorga una beca de 100 pesos mensuales a los 25 promotores.

Por otra parte, Raúl Billar aseveró que la selección del barrio Urca se originó en un estudio en conjunto con la Facultad de Biología de la Universidad Nacional de Córdoba, acerca de las intenciones que tiene la comunidad en la selección, y que resultó muy positivo. “Nuestra idea es abarcar 50 barrios, que en realidad son 50 eco-cirucitos, de diez manzanas cada uno, generando empleo para 50 eco-recolectores”, dijo.

La tarea de la comunidad

“El problema es complejo, pero muy simple a la vez -aseguró Billar-: si cada vecino le aporta diez centavos en residuos por día al recolector, el programa se sostiene solo en el tiempo. Los eco-recolectores pasarán todos los días con un carrito que tendrá una bocina, recolectando lo que los vecinos separen en bolsas de cualquier tipo. Los residuos reciclables comprenden plásticos, cartón, papel, metales, trapos, vidrios. Todo tipo de residuo seco se transforma, se recicla, y tiene un precio”, finalizó.

Reciclar Valores es, como su coordinador lo afirma, “una prueba piloto” que requiere para su éxito de una apuesta fuerte de la comunidad, de consciencia y participación. Es, en definitiva, una oportunidad para que los ciudadanos dejemos de tirar todo y aprendamos a recuperar la riqueza de recursos que poco a poco, amenazan con desaparecer.

Por Valentina Primo

Música: Laura Gamron

La música y vocalista cordobesa Laura Gramron presentó el pasado junio su nuevo espectáculo denominado “El corazón al sur". A partir de esta nueva presentación, la artista conversó con DELTA sobre sus proyectos y ambiciones, además de las tendencias de la música folklórica en Argentina.

Laura fue formada dentro de la música clásica, a partir de sus estudios de piano en el Conservatorio Felix T. Garón. De forma paralela, estudió canto y fue acercándose al tango, la “canción tango”, la milonga, y los valses, géneros por los que tiene un especial afecto debido a “toda la poesía que lo contiene, la cadencia de su danza y su música”.

Por toda su carrera profesional, Laura es una experta en la práctica y la teoría de la cultura musical argentina. Al consultarle respecto a las nuevas tendencias que surgen alrededor de los géneros tradicionales del país -tango y folklore-, ella explicó que “muchos grupos de tango hoy en día sólo pueden hacer ‘tango para turistas’ o ‘tango for-export’, sobre todo en Buenos Aires, que es el principal punto de consumo de este género. Es como si un bien cultural pasara a formar parte de un artículo de lujo. Si bien es bueno compartir nuestra música con el mundo, es necesario generar espacios culturales genuinos, que sean nuestros”.

Sin embargo, la otra cara de la moneda muestra jóvenes que incursionan en estos géneros, que “componen cosas nuevas, buscan nuevos caminos para hacer música argentina”, en palabras de Gamron.

El corazón al Sur
Este nuevo espectáculo cuenta con la presencia de Horacio Burgos en Guitarra y Pedro Ferreyra en piano, además de la voz de Laura. Se interpretan “tangos de distintas épocas: desde viejas milongas camperas hasta tangos más recientes de Piazzolla, pasando por Gardel y Troilo, entre otros”.

Para Laura, en la elección del repertorio es importante la afinidad de las letras y melodías con ella, pero además le interesa “aquellas obras que el público atesora en su memoria. No es porque sí que a tantas personas les guste la misma milonga o tango”.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?
El proyecto principal que tengo ahora es grabar un disco, donde pueda plasmar toda la música que estuve haciendo estos últimos años. Espero tenerlo antes de finales de 2008, es mi principal ocupación. A un disco hay que ponerle mucha energía, lleva muchísimo de uno mismo, hasta el mínimo detalle.La música cordobesa que utiliza su voz y el piano, para expresar su “mundo interno”, es uno de los representantes más reconocidos -y respetados- del género tangueros que tanto nos representa.

Por Guadalupe Zamar

domingo, 20 de julio de 2008

20 de julio, Día Internacional del Amigo

La amistad es la relación, quizá, más desinteresada y transparente que existe. Esas personas que están siempre al pie del cañón, dispuestos a defendernos ciegamente, de quienes podemos esperar la respuesta más sincera. Por quienes haríamos cualquier cosa sin pedir explicaciones, acompañándolos en sus aciertos y torpezas. Un hombro compañero para llorar o un compinche fiel para festejar. Los amigos, cómplices de los momentos buenos y malos, festejan su día el 20 de julio y se lo deben a un argentino que, en 1969 momento en que Neil Amstrong pisaba la luna pensó que era maravilloso que el hombre finalmente llegue a un lugar nuevo sin ánimos de conquistarlo. Pensó que todos los seres del mundo debíamos abrazarnos en un festejo común para celebrar este gran paso.
Este hombre se llamó Enrique Febbraro, un profesor porteño que sorprendido por esta hazaña de traspasar las fronteras del mundo y llegar a la luna, decidió que debía acercarse a otros hombres de ideologías, credos y razas diferentes. Para él, la llegada del hombre a la luna simboliza los esfuerzos de la humanidad toda para extenderse más allá del horizonte visible.
Motivado por esta proeza, envió mil cartas a cien países diferentes
– trabajo que demandó un año y colaboración de amigos-, con la siguiente leyenda: "Mi amigo es mi maestro, mi discípulo y mi condiscípulo. Él me enseña, yo le enseño. Ambos aprendemos y juntos vamos recorriendo el camino de la vida, creciendo. Sólo el que te ama te ayuda a crecer". Con esta frase, además, enfatiza su idea de instaurar ese día como el día internacional del amigo.
De esas mil cartas enviadas, recibió setecientas respuestas de personas que expresaban compartir su idea. Es así como quedó insaturado el 20 de julio como el día internacional del amigo, que en la actualidad se celebra en más de cien países, la mayoría americanos.
Pero a pesar de esto, que el día del amigo sólo sea una excusa más para juntarnos, y no el único día del año en que pensemos en cuanto queremos y necesitamos a nuestros amigos. Simplemente….¡¡¡Feliz día para todos!!!

Por Georgina Catalano