lunes, 23 de julio de 2007

Informe especial

La minería a cielo abierto, el método vigente para este tipo de actividad, implica una depredación de los recursos naturales y un verdadero peligro para la vida. Sin embargo, las consecuencias no concluyen allí, ya que la minera multinacional Barrick Gold podría llegar, en su búsqueda de oro, a volar parte de la Cordillera de los Andes.

El saqueo en Argentina trasciende los límites de la imaginación; inclusive, es capaz de ingeniar inefables métodos para hacer, de aquello que no es rentable, un excelente negocio. Es que la escasez de oro desató una serie de mecanismos perversos, no sólo para obtenerlo, sino también para transportarlo al menor costo. La explotación a cielo abierto, que consiste en dinamitar zonas para obtener el oro diseminado, conlleva una serie de consecuencias irreversibles, tanto a nivel ambiental, como para la vida misma.

Si bien en Mendoza se logró prohibir por ley la minería metalífera a cielo abierto -lo que llevó a dos mineras canadienses a suspender sus inversiones allí- el caso no es más que una excepción. O un ejemplo, si se considera el logro que significó para las asambleas de vecinos de Alvear, que bregan por esto desde hace más de un año y medio, según detalla el diario Día a Día.

A cualquier precio

La avidez por el oro se resiste a cualquier límite, aún la propia vida humana. Debido a que los escasos minerales existentes en el planeta son de baja ley, la industria minera transgrede toda barrera natural para idear un método siniestro. En un artículo publicado en el portal de Rebelión, el periodista y activista Javier Rodríguez Pardo lo explica: “Primero, detecta de manera satelital los yacimientos, aquellos sitios donde hay más concentración de minerales, generalmente diseminados en extensiones kilométricas, y luego aplica un cóctel de sustancias químicas que le permite atrapar el mineral sin importarle secar acuíferos, desviar ríos, destruir glaciares y volar montañas con promiscuidad dinamitera a cielo abierto”.
El integrante del Movimiento Antinuclear del Chubut (MACH) y la Red Nacional de Acción Ecologista (RENACE) relata que “el mineral de oro y plata es sometido a lixiviación (una especie de lavado) con cianuro de sodio, para luego ir a un circuito de decantación -que separa los minerales ricos-. Este proceso deja un cóctel tétrico de residuos en las altas cumbres donde nacen las aguas de San Juan”. Además explicó que las explosiones “dejan en suspensión, a merced de los vientos, importantes volúmenes de metales y otros minerales, que -inevitablemente- serán respirados: plomo, arsénico, uranio, cromo, zinc, asbesto, mercurio, azufre, cobalto, manganeso y tantos otros, conforme coexistan en el medio explotado, ya que son todos yacimientos polimetálicos”, afirma en un artículo publicado en el 85rtal del Observatorio Latinoamericano de conflictos Ambientales.

En una entrevista con DELTA, Mirta Antonelli, profesora e investigadora del Centro de Investigaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades (UNC), relató que son muchos los proyectos existentes, entre los que citó a Jáchal, Calingasta y Jahuelito. "San Juan es el blanco de rapiña de este tipo de explotación -expresó- y la gran meta es el proyecto binacional Pascua-Lama".

Pascua Lama es un yacimiento que se encuentra en los límites trasandinos, aproximadamente a 150 kilómetros de Vallenar, en Chile, y forma parte del proyecto de la compañía multinacional Barrick Gold, la cual explota en la actualidad el yacimiento de Veladero, también en San Juan. Antonelli explicó que “ya hay una parte del territorio nacional entregado a la minera Barrick Gold: 100 kilómetros del lado chileno y 100 kilómetros del lado argentino ya no son ni chilenos ni argentinos -puntualizó-, están cedidos directamente a la transnacional, con lo cual efectivamente ahí hay un tercer estado que ya no responde al concepto de soberanía".

Es aquí donde entran en juego los cómplices del saqueo. Por que las leyes mineras del país, como relata la profesora universitaria, se firmaron en la década de los 90, “con una enorme y escandalosa política prebendaria: Tienen estabilidad fiscal por 30 años, esto es, tienen garantizado que no le van a subir los impuestos; las regalías que pagan son verdaderamente vergonzosas; no tienen que pagar el IVA durante los primeros años de explotación; no pagan tasas de exportación del oro -porque no lo sacan como oro-; y usan el agua argentina para mezclarla con el cianuro -en el proceso de lixiviación, cuyo filtrado vuelve en un porcentaje más que considerable al filtro en las napas de agua y de hielo-, expresó.

Agua regalada

Precisamente por tratarse de minerales de baja ley, aquel cóctel químico requiere un mayor costo de energía y enormes volúmenes de agua. Pero en virtud del acuerdo binacional firmado, el agua no se les cobra. Rodríguez Pardo puntualiza que en el estudio de Impacto Ambiental de Pascua-Lama dice que la demanda de agua será abastecida desde el río de Las Taguas, en Argentina y que “Barrick dispondrá de los derechos de aprovechamiento según crea necesario" por 20 años, “tiempo que implicará llevarse las reservas, dejándonos las secuelas de los drenajes ácidos, destrucción de la Reserva de Biosfera de San Guillermo, excepcional asiento de todo el ecosistema de las altas cumbres, acuíferos subterráneos, ríos y arroyos, y de toda calidad de vida aguas abajo”, afirma el periodista.

Según indica Diario de Cuyo, Pascua Lama necesitará 146 litros de agua por segundo para todo el proceso industrial y el consumo humano. Mirta Antonelli aseguró que, si Barrick Gold tuviera que pagar el agua, “les saldría más caro que el oro”.
El túnel, y el fin de la cordillera

La reducción de costos al mínimo no se circunscribe al uso gratuito del agua. “Estos señores -dijo Antonelli- no quieren pagar ni siquiera el uso de las rutas, no quieren pagar los peajes ni los costos de traslado, y están dispuestos a perforar la cordillera para salir por el pacífico directamente. Nos vamos a quedar sin la fábrica de agua dulce, que es la cordillera. El proyecto de Barrick es, efectivamente, un túnel de un lado y del otro de la Cordillera, así que la cordillera no les ofrece obstáculos porque están dispuestos a volarla como les haga falta”, expresó.

Este túnel de 4606 metros unirá los dos países para cruzar el material y tratarlo en el sector argentino. Porque, como relata la investigadora, la explotación que se haga en el lado chileno -tanto el material como los desechos- se va a trasladar al lado argentino para ser lavado con agua argentina. “Si bien el tratado es escandaloso, muestra a la vez que Chile ha tenido una política más proteccionista respecto a sus recursos y medio ambiente, porque es un proceso irreversible y los recursos que están en juego no son renovables. La política argentina es suicida, o más bien genocida”, concluyó.

Por otro lado, la declaración jurada -en la que se expone al Estado el material extraído- ese efectuada por las propias empresas, con lo cual “además de que las regalías son mínimas, ellos dicen cuánto se llevan; y además -agrega la profesora- sólo dicen lo que se llevan en oro, sin decir cuánto se llevan en plata y en los demás minerales. Es decir que acá el saqueo es total”.

Contaminación y censura


Antonelli explicó que los ciudadanos sanjuaninos desconocen la magnitud del problema porque San Juan, al igual que el de otras provincias, tiene una estructura política casi feudal, en la que se suceden por generaciones, o por turnos democráticos el mismo núcleo de gente, por lo cual las relaciones de poder que ejercen sobre la ciudadanía es muy fuerte. “Cuando digo ciudadanía también me refiero a los medios de comunicación -dice la investigadora-; hay reportados casos de amenazas a periodistas, y levantamientos de programas de radios. Se impuso una especie de silencio cuidadoso en instituciones públicas, como la propia universidad”. Si bien hay algunos medios alternativos que difunden la información, el modo de circulación es asimétrico. “Es una lucha muy desigual”, finalizó la entrevistada.

El saqueo de los recursos por parte de empresas multinacionales no tendría lugar sin la connivencia nacional. Y, como parte de esta complicidad, la apatía social tampoco queda redimida. Como dice el escritor norteamericano George Steiner, “Somos cómplices de lo que nos deja indiferentes”. En una sociedad que hizo de los sueños una mercancía que se compra por televoto, ¿Alguien sueña con dejar algún futuro para sus hijos?
Por Valentina Primo

Universidad y dependencia

Mirta Antonelli es profesora de Teoría de los discursos sociales II en la Facultad de Filosofía y Letras. En una año académico signado por paros docentes, Antonelli decidió protestar de otra forma: dando una charla sobre las razones que explican el desfinanciamiento de la Universidad y la nula prioridad que se da a la educación. Así, expuso el caso de Barrick en San Juan y su subsidio a la Universidad para explicar cómo “el Estado estaba avalando explícitamente este modelo, que tenía que ver con instuir normativas por las cuales los capitales pusieran la plata para subsidiar investigaciones en Universidades públicas; esto -dijo la profesora- hablaba de una preocupante relación entre producción de conocimiento científico y dependencia económica”. Las estudiantes, tras escuchar la charla, tuvieron, en palabras de Antonelli, “la estimulante respuesta de pedirme que preparara un seminario sobre la problemática de la explotación minera en la Cordillera”. De ésta manera surge el seminario Cómo se construye una supranación, el neo mito de la fundación y la utopía del futuro venturoso, que contó con la presencia del licenciado Adolfo Buffa, titular de Economía Social; Javier Rodríguez Pardo, periodista y activista en movimientos sociales; Miguel Mato, director de Cine Independiente; el doctor Nelson Marcionni, profesor de Derecho Internacional Público e investigador de CONICET; y el doctor Raúl Montenegro, presidente de FUNAM.

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