viernes, 9 de febrero de 2007

Especial de San Valentín

“Del amor y otros demonios”



¿Cuál es el sentido y el origen que hace que solteros ubiquen a San Antonio con los pies en el suelo, dejándolo respirar por 24 horas? La respuesta es única e inconfundible: la celebración de San Valentín. Pero toda historia tiene su raíz, y en este caso la fuente no es muy precisa y ha sufrido numerosos retoques a lo largo de la historia.

¿Quién no piensa aunque sea por un instante durante el 14 de febrero en al amor? Si bien la celebración del día de San Valentín- o de los enamorados- es una fiesta que aún no tiene tanta popularidad en Argentina como posee en otros países, de a poco, esta fecha va ganando terreno en el campo de los festejos esperados.
Hay quienes se esmeran por demostrar todo su amor y afecto a sus “valentines” correspondidos o no; otros prefieren evitar u omitir hacer caso a esta festividad, y hay quienes la recuerdan para complacer a sus enamorados y evitar un posible conflicto que costaría más que un ramo de flores.

Lo cierto es que más allá del sentido comercial que de alguna manera motoriza esta fecha, el día de los enamorados es la ocasión perfecta para rendir homenaje al amor y ensalzarlo más de lo habitual.

San Valentín- pero el Santo


Se cree que este santo fue un sacerdote romano, que durante la época del emperador Claudio II (siglo III d. C) gozaba de un gran prestigio entro los cristianos. Claudio II junto con el gobernador Calpurnio organizó una campaña para desacreditar al clérigo, y aún luego de que este demostrara su santidad concediéndole la vista a la hija ciega de nacimiento de Asterius -colaborador del emperador- , fue ejecutado en el año 270 al negarse a renunciar al cristianismo.

Su popularidad radicó en su coraje para conceder el sacramento del matrimonio a enamorados cristianos que por su inclinación de culto, eran perseguidos por el emperador.
Sus restos se encuentran en la Basílica de San Valentín en Teri, Italia, y cada 14 de Febrero miles de parejas se reúnen allí para comprometerse en matrimonio.
Si bien esta es la historia más difundida sobre los orígenes de este santo, otras corrientes aseveran que en realidad San Valentín es una festividad que une a tres santos mártires de Roma de los que pocos detalles de su vida se conocen. Esta celebración fue conmemorada por la iglesia católica desde el año 498 aproximadamente hasta 1969. A partir de esa fecha, solo fue considerada en algunas comunidades cristianas.

¿Y Cupido?


En toda festividad se cuelan elementos que la convierten en un crisol de ritos y culturas. Es así como asociado directamente al amor y a la santidad, se aparece un ángel con puntería admirable y vestuario extravagante, cuyo objetivo es flechar a hombres y mujeres mortales para enamorarlos.

El origen de este personaje se remonta a la mitología romana. Cupido es fruto del amor entre Venus (Diosa del amor) y Marte, (Dios de la guerra). Su equivalente en mitología griega corresponde a Eros. La leyenda cuenta que Cupido no crecía y conservaba el tamaño de un niño; su madre preocupada por su inmadurez consultó al oráculo de Témis, quien aseguró que su hijo crecería cuando encontrara la pasión. Al nacer su hermano Anteros (Dios de la pasión) Cupido logro crecer. Sin embargo, esto no tiene que ver con la historia de los enamorados. Esta relación nació cuando Venus -celosa de la belleza de una princesa mortal llamada Psique- manda a Cupido a terminar con su vida. El alado, al encontrarse con tanta belleza desobedece a su madre cansándose con Psique. Por la diferencia entre dioses y mortales existentes en la pareja, la princesa tenía como condición no ver a su marido; a pesar de ello sus hermanas la persuadieron de hacerlo. Cupido decidió castigarla abandonándola, y ella para recuperar su amor perdido realizó todo tipo de pruebas que Venus se encargó de imponerle (cualquier semejanza con la realidad entre suegras y nueras, es pura coincidencia). Luego de muchos suplicios y tentaciones vencidas, los dioses del Olimpo se conmovieron y le otorgaron la inmortalidad que le permitió reunirse con su amado Cupido.
Este representante del amor, mezcla de mitología romana, griega - y hasta cristiana por su figura angelical- es uno de los símbolos más representativos de San Valentín. ¿Qué tienen que ver uno y otro? Poco importa. Lo que realmente se celebra es el amor, la felicidad. Aprovechar la fecha en donde la cursilería y los tabúes se dejan de lado, es el propósito primero de este festejo.

Siguiendo esa idea, DELTA propuso a sus lectores expresarse con libertad para esta fecha, y así publicar sus historias, deseos y anhelos. Agradecemos muchísimo su colaboración, y esperamos que disfruten de nuestros ¡enamorados (y no tan enamorados) redactores estrella!
Por Guadalupe Zamar Despontin

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