lunes, 12 de febrero de 2007

sociedad

Estación General Belgrano:
Testigo del abandono


“En el país de no me acuerdo, doy tres pasitos y me pierdo…”, cantaba María Elena Walsh. Ese nombre bien podría encarnar hoy la apatía de una sociedad que sigue la inercia del olvido. Acostumbrada al atropello de sus derechos, acallada ante la injusticia, no hace más que perpetuar el abandono de sí misma.

El 14 de diciembre se realizó una intervención urbana en la Estación de Ferrocarril General Belgrano de Alta Córdoba, con trabajos de los alumnos de la Escuela de Ciencias de la Información de la Universidad Nacional de Córdoba. Organizado por la titular de la cátedra Taller de Comunicación Visual y el espacio Ha-Lugar -del que forma parte-, la intervención se propuso “recuperar pequeñas historias, y a la vez dimensionar la representación que tiene como impacto urbano el deterioro de este lugar de tanto valor histórico”, relató la docente.

En un diálogo con DELTA, Ana Paulinelli, titular de la cátedra, explicó el sentido que tiene una intervención: “Es accionar sobre un sitio determinado con el objetivo de sorprender, mostrar, comunicar; en síntesis, dar a luz. Se realiza un ejercicio dentro de las actividades académicas que pone en práctica esto de la universidad y el vínculo con la sociedad, partiendo del pensamiento-acción, y la reflexión-propuesta. En este caso, se eligió esta Estación porque es testigo del abandono. Para preguntarnos qué hacemos con la historia, con la arquitectura y también con las personas”, concluyó.











De esta manera, se propuso a los alumnos de cuarto año de Comunicación Social que, a partir de la búsqueda de datos históricos, y la reflexión en torno a lo que fue y es este espacio, realizaran distintas propuestas gráficas para poner en común con los vecinos de Alta Córdoba.

La profesora relató que desde hace ocho años sus colegas Mónica Mantegazza y Félix Piñero realizan intervenciones en estaciones de ferrocarril. En el año 2006 se incorporó Paulinelli, y comenzaron a coordinar distintas actividades dentro de un espacio de Arte y Comunicación que se llama Ha-lugar. “La idea de organizar actividades desde la Universidad –dijo- es porque se cree fuertemente en sus actividades extensionistas; como práctica social para los alumnos y como devolución a la sociedad. Y en este devolver está el proponer, el pensar, el reflexionar acerca de nuestras realidades desde el arte y la comunicación, para modificar quizá pequeñas cosas. Hacer pequeños mundos más vivibles, más posibles. En definitiva, generar espacios donde la ilusión tenga cabida y se sienta la vida más justa”.

Por Valentina Primo

1 comentario:

Anónimo dijo...

vale esta buena la nota besos.

p.d.: pudiste pasar mi casa mati