domingo, 15 de abril de 2007

Turismo

Fue terminado en 1879 y abrió sus puertas en 1898, para alojar en sus 100 habitaciones a la aristocracia argentina y europea. Escenario de grandes acontecimientos, el hotel Edén es el reflejo de la historia argentina y albergó grandes personajes de la historia.

De la mano de los hermanos Bruno y Walter Eichhorn, esta estancia de 900 hectáreas, que tenía como corazón de estancia al Hotel Edén se convirtió en uno de los íconos de la aristocracia argentina a principios del siglo XX. Sus huéspedes, miembros de la aristocracia argentina y europea, se alojaban hasta por seis meses en el lugar, ya que su clima era considerado uno de los 3 mejores del mundo para el tratamiento y la prevención de la tuberculosis, por lo cual los médicos recomendaban una larga estadía en el lugar.

Muchos de sus pasajeros eran de origen extranjero, es por esto que año tras año el hotel se renovaba y redecoraba todos los años siguiendo las tendencias europeas.

El hotel se autoabastecía en todos lo sentidos, ya que poseía su propio ganado para el consumo y cultivaban sus vegetales. Todas las rejas y barandas de las escaleras eran hechas en la herrería que el hotel tenia en el subsuelo. Con los avances tecnológicos se adjuntaron algunos adelantos, como una sala de cine propia, una usina eléctrica y una flota de automóviles para un mejor servicio a los huéspedes. Lo único que se traía de Europa eran los vinos, que eran almacenados en las cavas del hotel.

El hotel tuvo su época de esplendor entre las décadas del 1920 y 1940. Muchas fueron las razones que llevaron a los hermanos a vender el hotel, pero quizá la mas relevante haya sido la estrecha relación que éstos tenían con Hitler, lo cual en 1945 desprestigió a los hermanos.
Tras la rendición de Alemania, a la que Argentina había declarado la guerra sólo unas semanas antes, el hotel le fue expropiado temporalmente a los Eichhorn, como parte de la "propiedad enemiga" que había en el país. Sus instalaciones iban a servir, en las semanas siguientes, para la internación del embajador japonés y todo su cuerpo diplomático, quienes habían quedado prisioneros con la derrota del Eje.

Los hermanos habían tenido una estrecha relación con Hittler, al punto de haber enviado dinero al partido socialista alemán para financiar la candidatura del canciller.
No existen registros de que Hittler haya visitado el hotel, pero al momento de su suicidio, el FBI sospechaba que no estaba muerto, si no que había huido a las sierras cordobesas escondiéndose en el Hotel Edén. Esto no pudo comprobarse; el único registro que se encuentra en el lugar es una carta que envió el propio Hittler a uno de los hermanos agradeciendo su incondicional colaboración.

Hasta este momento, el hotel estaba en manos de capitales alemanes; es en 1948 cuando se vende a capitales nacionales, pero esto no da resultado y nuevamente es vendido, esta vez al hermano de Ricardo Balbín. Sin embargo, como el Hotel ya no era redituable, se incorpora un casino. Por diferencia políticas es cerrado nuevamente en 1962, y todo lo que está en su interior queda en el lugar, desde la mantelería hasta los muebles originales de 1898.
Comienza así la peor época del hotel, ya que sufre, a manos de los habitantes de ciudad, saqueos y destrozos, al punto de llevarse hasta las maderas del piso, provocando un gran deterioro en el lugar.

Recién en 1989 es declarado monumento municipal y en 1998 por la deuda impositiva pasa a manos municipales, quienes llaman a una votación popular para determinar quién se quedaría con la licitación del lugar. Inversores de la ciudad de La Falda ganan esta licitación y en mayo de 2006 comienzan las tareas de reconstrucción del Hotel Edén, que llevará 7 años hasta su reconstrucción total.

Durante 100 años fue testigo de grandes sucesos y escenario de importantes acontecimientos en la historia argentina y mundial. Su historia refleja los años de esplendor y prosperidad de nuestro país; así como también los años de decadencia que lo presidieron hasta la actualidad.

“El nacimiento de un pueblo”

Durante su época de apogeo, el hotel requería de una gran cantidad de mano de obra, ya que todo lo q se consumía en el mismo era de producción local, debido a que la estancia tenia su propio ganado para el abastecimiento de los pasajeros. Es por esto q los hermanos deciden lotear parte de las hectáreas, que se vendían a personas q llegaban de lejos a trabajar al hotel -el contrato de venta establecía q en dos años debían tener una vivienda construida y prohibía terminantemente la construcción de un hotel. Es así como se da el nacimiento de lo que hoy se conoce como la ciudad de La Falda.

Huéspedes famosos

Si hay algo q caracteriza al Hotel Edén, es la concurrencia de personajes famosos en su época y de gran relevancia histórica. Uno de los mas importantes en visitarlo fue el científico Albert Einstein, quien cenó por invitación de los hermanos en el hotel. También otro invitado de lujo fue el poeta Rubén Darío, quien dedicó un poema en el libro de pasajeros que no fue de mucho agrado para los huéspedes del hotel, y mucho menos de los propietarios del mismo, ya que critica la aristocracia de la época. En la larga lista de visitantes se encuentran numerosos nombres de la aristocracia argentina de la época, tales como los presidentes Julio Roca, Agustín P. Justo, Figueroa Alcorta y también príncipes como el italiano Umberto de Saboya.

Por Georgina Catalano

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